Chevrolet Cruze

Sin embargo, la estrategia no tuvo mucho éxito. Para lograr su objetivo, en lugar de mantener a Daewoo como marca propia a partir del año 2004 los norteamericanos optaron por reforzar la marca de origen norteamericano Chevrolet y ofrecer con su logotipo toda una gama de vehículo que abarcaban desde Sport Utility Vehicles (SUV) hasta utilitarios. Al mismo tiempo, los nuevos desarrollos de la marca no debían orientarse únicamente a un sector del mercado mundial con sus preferencias estéticas específicas, sino que los lenguajes estilísticos globales y las plataformas del grupo matriz debía servir también al fabricante de GM Daewoo en Corea. Si bien la versión familiar de los modelos comercializados en Europa a partir de 2004 con la denominación Chevrolet Nubira siguieron en un principio formando parte de la gama de productos de la marca, ya en 2008 la berlina contaba con un sucesor, que al año siguiente se presentó en los mercados europeos como Chevrolet Cruze.

Diseño norteamericano para la berlina Chevrolet Cruze

A diferencia del Chevrolet Nubira de inspiración italiana, el diseño del Chevrolet Cruze era obra de la propia casa. Los ingenieros de GM procedentes de EE. UU., Corea del Sur y Europa concibieron el Chevrolet Cruze con el frontal elevado típico de la marca, caracterizado por una fuerte curvatura, una parilla en forma de rejilla y un faldón delantero con faros antiniebla integrados, así como unas grandes entradas de aire. En conjunto, una apariencia más bien americana para estas berlinas fabricadas, entre otros, en la fábrica de Daewoo situada en Corea del Sur, y que aprovechaban una plataforma sobre la que también se crearon modelos de GM como el Opel Astra a partir de la generación de 2010.

El Chevrolet Cruze se comercializa en versiones diésel y gasolina

Este Chevrolet de apenas 4,60 metros de longitud y 1,79 metros de ancho estaba disponible en las versiones gasolina y diésel con diferentes niveles de potencia. En el modelo de acceso los constructores montaron un motor de gasolina de cuatro cilindros y 83 kW (113 CV), con el que el Cruze alcanzaba una velocidad de 185 km/h. Según el fabricante, el consumo medio de este propulsor que cumplía la normativa Euro 5 era de 6,8 litros (159 g/km de CO2). El propulsor de 1,8 litros generaba en el Chevrolet Cruze una potencia de hasta 104 kW (141 CV) con unas cifras de consumo idénticas. En el apartado de los diésel había disponibles dos motores common rail que desarrollaban 92 kW (125 CV) y 110 kW (150 CV).