Lo que hasta no hace mucho tiempo estaba visto más bien como furgonetas de trabajo, ahora están despuntando como una de las opciones familiares preferidas. Hablamos de los derivados de los vehículos comerciales ligeros que, no obstante, llevan décadas entre nosotros (SEAT Terra, Citroën C15...), aunque sea ahora cuando parecen vivir una segunda juventud. En este caso, ponemos el foco sobre la nueva generación del Mercedes Citan Tourer 2022 que, como os contamos en el siguiente vídeo, deriva directamente del Renault Kangoo adoptando su propio lenguaje de diseño y un equipamiento exclusivo.

Estéticamente, se desmarca del francés con un morro mucho más afilado que incorpora la típica parrilla horizontal y baja que vemos en los turismos de la marca de la estrella. Además, los faros -High Led Performance en nuestra unidad- también adquieren una forma distinta. Por lo demás, los cambios son ínfimos.

• VÍDEO | Comparativa VW Caddy vs. Mercedes Citan

Un Mercedes con calidad generalista

Una vez dentro sí apreciamos un diseño de salpicadero propio que va acorde, por ejemplo, con el que vemos en un Clase A. También la tecnología, sobre todo el sistema de infoentretenimiento y la navegación, corre a cargo de Mercedes. Sin embargo, en lo que más deja que desear, al menos a quien vaya exigiendo la calidad de un fabricante premium, es precisamente el uso de materiales. Todo a la vista y al tacto es plástico duro y rugoso. Eso sí, la ergonomía es un aspecto a valorar positivamente.

La tapicería del Citan Tourer Pro que probamos tampoco es la más cómoda del mundo. Incluso en trayectos cortos resultará algo incómoda en pasajeros con cuerpos generosos. Ahora bien, en cuanto a espacio y detalles de cuidado para los pasajeros traseros (bandejas, puertos USB, huecos portaobjetos, etc.) no hay queja alguna.

Motor poco tragón

Tampoco decepciona la mecánica escogida para la prueba, la 110 CDI con motor diésel de 1,5 litros y cuatro cilindros. Pese a que es la única alternativa de gasóleo y sus 95 CV a veces se quedan algo justos, lo compensa a la perfección con unos consumos ajustadísimos. De hecho, es capaz hasta de registrar medias de 4 o 4,5 l/100 km circulando en secundarias llanas con buen asfalto.

La conducción se puede resumir en que prácticamente estos vehículos ya se manejan como un turismo. Tienen los mismos asistentes de seguridad, rondan los mismos pesos que un SUV de tamaño medio y, como digo, las distancias son mínimas y la facilidad de conducción está garantizada. Entramos en detalle dando al play.

La versión de pasajeros más básica del nuevo Citan parte de los poco más de 26.000 euros. El diésel ronda los 27.000, pero con los extras que equipa nuestra unidad nos subimos hasta los 33.000 euros. Puede que a alguno le parezca un precio demasiado alto para un modelo que, a pesar de la marca, no es premium.

Sin embargo, no es menos cierto que dejando de lado rasgos como el de la calidad (ojo, un rasgo que no deja de ser importante) es un coche con un buen comportamiento, con una buena habitabilidad y un buen espacio de carga y con una mecánica que apenas consume. En esencia, hablamos de un modelo muy correcto en todos sus aspectos.

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