60 años de vida dan para mucho, incluso para convertirte en el modelo de Skoda más vendido y exitoso de la historia. En estas seis décadas, el Octavia ha logrado vender nada menos que 6,5 millones de unidades, convirtiéndose así en el Skoda por antonomasia. Y ahora, aunque el segmento de las berlinas no pasa por su mejor momento por culpa de los SUV, el modelo checo alcanza su cuarta generación con un gran optimismo, el mismo que le viene determinado por su renovada silueta, su elevadísima conectividad y sus amplias opciones de propulsión.
Línea deportiva
Lo primero que llama la atención es su exterior, sobre todo por ofrecer una silueta de corte deportivo, a rebufo de lo que ya han hecho otros competidores directos como el Peugeot 508 o el Opel Insignia Grand Sport. Sin llegar a ser tan exagerada, la caída del techo final sí aumenta esa apariencia dinámica.
Igualmente se le percibe como un __coche más grande__… porque lo es. En concreto crece 19 mm en la berlina y 22 mm en el Combi (familiar), cubriendo ahora una longitud de 4,69 metros. A ella le acompaña un incremento de 15 mm en su anchura (1,83 m) dejando prácticamente intacta su altura.
Más allá de esa silueta deportiva, esta nueva generación del Octavia hereda múltiples detalles tanto del Scala como del Kamiq. Detalles que se observan en un frontal más afilado que dice adiós a la firma lumínica partida, o con un portón más estrecho presidido por grupos ópticos más afilados (LED) y por el nombre inscrito en él. Hablando de iluminación, el Octavia es el primer Skoda en montar los faros Matrix LED adaptativos, aumentando así el haz de luz y la seguridad. Llantas hasta de 19 pulgadas o una paleta de colores amplísima completarán su diseño exterior.
Salto de calidad
El habitáculo es otro aspecto revolucionario del Octavia. No solo porque se ha incrementado la calidad del mismo, superando incluso al del actual Superb, sino porque estrena varios elementos que lo hacen único. Empezando por el volante de dos radios que da la sensación de flotabilidad y siguiendo con la pantalla central hasta de 10 pulgadas (8,25 de serie) que en su parte baja monta una barra táctil desde la que manejar funciones como el climatizador. Este monitor cuenta con control gestual y con un inédito asistente vocal que recibe el nombre de Laura y con el que podremos interactuar de manera fluida.
El cuadro de instrumentos puede ser igualmente digital al tiempo que estrena (aquí también es el primer Skoda en hacerlo), un Head-up display proyectado en el parabrisas. Los asientos han mejorado en agarre y confort al tiempo que ahora incluyen funciones como el masaje para los delanteros. Entre su equipamiento opcional aparece por primera vez la antena de televisión.
Entrando de lleno en la habitabilidad, hablar del Octavia es hacerlo, al igual que en otros muchos Skoda, de un baúl con ruedas. Los 2,68 metros de batalla que ofrece son idénticos a los de su predecesor, sin embargo Skoda ha conseguido aumentar en 78 mm el hueco para las rodillas de los pasajeros traseros. Estos, además, contarán con opciones como la climatización independiente o los asientos calefactados.
Si nos ceñimos al maletero, su capacidad también crece. En la berlina cubica ahora 600 litros, mientras que en el Combi la cifra aumenta hasta los 640 litros. Con 10 y 30 litros más que antes, respectivamente, el Octavia se coloca como el auténtico rival a batir dentro de su segmento.
Elige tu combustible
Ahora bien, si por algo destaca este nuevo Skoda Octavia es por su pluralidad de mecánicas. La berlina checa mantiene los eficientes motores de gasolina, diésel así como la versión de gas natural comprimido (GNC). La novedad llega de la mano de la electrificación, pues no solo hará uso de versiones micro-híbridas sino que por primera vez se incluirán versiones híbridas enchufables. Sí, hablamos en plural porque habrá para elegir nada menos que dos.
Bautizadas como iV la de acceso se integrará dentro de la gama ‘convencional’, mientras que la más potente irá asociadas en exclusiva a las sigas RS. Una jugada similar a la establecida por SEAT y CUPRA en el nuevo Leon. Ambas combinan el motor 1.4 TSI de 150 CV con otro motor eléctrico y con una batería de iones de litio de 13 kWh de capacidad que le reporta una autonomía cero emisiones de 55 km. La diferencia entre una y otra reside en la potencia final generada: 204 CV en el básico y 245 CV en el RS iV. Los dos lucirán la etiqueta CERO de la DGT y la más potente será capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos.
La micro-hibridación únicamente podrá combinarse con los motores de gasolina 1.0 TSI de 110 CV y 1.5 TSI de 150 CV, aunque estos también estarán disponibles sin el sistema eléctrico mediante batería de 48 V, pero no lucirán la etiqueta ECO de la DGT. Siguiendo con los motores de gasolina, también habrá disponible un 2.0 TSI de 190 CV asociado a la transmisión automática DSG de siete relaciones y a la tracción total.
En diésel la oferta está formada por un único bloque, el 2.0 TDI de cuatro cilindros que podrá escogerse con tres niveles de potencia: 115, 150 y 200 CV a combinar con las transmisiones manuales de seis relaciones o automática de siete. Solo el más potente podrá hacerlo además a la tracción total. Por último, el Skoda G-TEC alimentado por gas natural equipa el 1.5 TSI modificado para funcionar con GNC generando 130 CV y ofreciendo una autonomía solo con gas de 523 km gracias a los tres depósitos de gas. A ella se suma un depósito de gasolina de 9 litros que da para otros 278 km. En estos casos, el maletero se reduce a 455 litros en la berlina y 495 litros en el Combi.
Ya a la venta
A falta de poder conducirlo (algo que deberíamos de haber hecho a finales de marzo de no haber aparecido el COVID-19), decir que dinámicamente propondrá cuatro opciones de chasis: una standard, otra deportiva que rebaja 15 mm la altura, la conocida Rough Road que la aumenta en 15 mm y una adaptativa DCC con control de amortiguación variable que variará la dureza de los amortiguadores en función del programa de conducción escogido.
Con una dotación de seguridad ampliada hasta cotas elevadísimas, Skoda ya ha puesto a la venta el nuevo Octavia en nuestro país. Dos serán los acabados disponibles: Ambition y Style. El más básico ya contempla una amplísima dotación de serie: climatizador bizona, virtual cockpit con pantalla de 10,2 pulgadas, pantalla de 8 pulgadas, asistente de luces, control de velocidad de crucero Tempomat con limitador, sensores de aparcamiento delantero y trasero.
El Style, por su parte, ya suma los faros Matrix full LED, iluminación ambiental LED, sistema multimedia Columbus con pantalla de 10 pulgadas con control por voz, SmartLink+ inalámbrico e Infoentrenimiento Online gratuito durante un año, llantas de 17 pulgadas o acceso y arranque sin llaves KESSY FULL. En ambos se podrán sumar numerosos paquetes de equipamientos opcionales, que permiten que cada conductor personalice su vehículo de forma fácil y cómoda.
Mientras que el Ambition está disponible en toda la gama mecánica que inicialmente se pondrá a la venta en nuestro país, el Style solo se combina con los motores de 150 CV. Más adelante se irá completando la gama con las versiones de acceso, el TSI de 190 CV o las más destacadas, las híbridas enchufables, iV. Sea como fuere, aquí están los precios de los nuevos Skoda Octavia y Octavia Combi:
- Skoda Octavia 1.5 TSI 150 CV Ambition: 26.650 €
- Skoda Octavia 1.5 TSI 150 CV Style: 28.950 €
- Skoda Octavia 2.0 TDI 115 CV Ambition: 27.550 €
- Skoda Octavia 2.0 TDI 150 CV DSG7 Ambition: 30.550 €
- Skoda Octavia 2.0 TDI 150 CV DSG7 Style: 32.850 €
- Skoda Octavia Combi 1.5 TSI 150 CV Ambition: 27.350 €
- Skoda Octavia Combi 1.5 TSI 150 CV Style: 29.650 €
- Skoda Octavia Combi 2.0 TDI 115 CV Ambition: 28.250 €
- Skoda Octavia Combi 2.0 TDI 150 CV DSG7 Ambition: 31.250 €
- Skoda Octavia Combi 2.0 TDI 150 CV DSG7 Style: 33.550 €.
