Con la Semana del Automóvil de Monterey como escenario, Rolls-Royce ha presentado su última creación, el La Rose Noire Droptail, un descapotable con techo duro que lleva los conceptos de lujo y exclusividad un paso más allá.
Las casi infinitas posibilidades de personalización que ofrece Rolls-Royce hacen que cada modelo de la marca sea prácticamente único. Sin embargo, el Rolls-Royce La Rose Noire Droptail es algo más, un coche de diseño exclusivo y creado bajo petición siguiendo las indicaciones de un cliente.
Este Rolls-Royce es el primero de una serie de cuatro descapotables (droptail) que lanzará Coachbuild, el departamento encargado de dar forma a los sueños de los clientes más especiales y responsable de los Rolls-Royce Sweptail de 2017 y Rolls-Royce Boat de 2021.
Aunque todo el diseño de la carrocería es inédito, es la parte trasera, que recuerda a la popa de un barco, la más novedosa, ya que es completamente distinta a los visto en cualquier otro Rolls-Royce hasta la fecha.
Un Rolls-Royce inspirado en una rosa
El Rolls-Royce La Rose Noire Droptail está inspirado en la rosa francesa ‘Black Baccara’, la flor favorita de la familia que ha encargado este coche.
Según la marca, es el trabajo “más complejo en la historia de Rolls-Royce”. La pintura, por ejemplo, tiene 150 capas y es el resultado de la combinación de dos tonos de rojo que, denominados True Love y Mystery, consiguen que a la sombra parezca casi negro y bajo sol luzca un rojo nacarado.
El trabajo de carpintería en el interior también ha sido muy laborioso. Según la marca, ha llevado más de dos años de trabajo y está compuesto por 1.603 piezas de madera de arce negro de Francia que, en el caso de las pintadas en rojo, representan los pétalos de una rosa al caer.
Otra de las peculiaridades de este Rolls-Royce tan especial es el mecanismo incrustado en el centro del salpicadero para dar cobijo a un reloj con esfera de 43 mm que, pulsando un botón, puede extraerse para llevarlo en la muñeca. Se trata de un Audemars Piguet Royal Oak Concept que tiene un precio cercano a los 200.000 eruos.
Otra de las peticiones de la familia fue un cofre para el champán diseñado a juego con el interior del coche que aloja copas de cristal soplado, una bandeja para servir y un vino de la bodega Champagne de Lossy creado en exclusiva para la ocasión.
Aunque Rolls-Royce ya ha presentado su primer coche eléctrico, el Spectre, en esta ocasión nos encontramos bajo el capó el conocido bloque V12 de 6,7 litros que desarrolla 602 CV de potencia y 800 Nm de par máximo.
La marca no ha comunicado el precio, pero suponemos que no se quedará muy lejos de los 23 millones de euros que se pagaron el Rolls-Royce Boat Tail.
