Se le conoce como “La Bestia” y hace honor a su nombre gracias a su desproporcionado motor V12 de 27 litros de capacidad. Ahora, sale a subasta, después del fallecimiento de su creador, el ingeniero británico John Dodd, el pasado mes de diciembre.

Se trata de una creación única que es mitificada en el mundo del automóvil por sus especificaciones de otro mundo. Entre ellas se incluyen un motor de avión V12 Rolls-Royce Merlin de 27 litros, un peso de dos toneladas, una carrocería casi seis metros de larga y la dudosa capacidad de engullir tres litros de gasolina por minuto.

Consumo de 117 litros cada 100 km

Fue reconocido en su día como el coche más potente del mundo por el Libro Guinness de los Récords y tiene una velocidad máxima medida de 294,5 km/h. Esto hay que agradecérselo a un su motor atmosférico que se cree que  produce unos 750 CV, el mismo V12 sobrealimentado del famoso caza Spitfire y que declara un consumo de 117 l/100 km.

El coche nació en 1966 como un chasis rodante construido por Paul Jameson, un inventor de coches peculiares, con un motor Rolls-Royce Meteor de 27 litros extraído de un tanque de combate. A continuación Jameson, vendió el coche a John Dodd, especialista en transmisiones, quien encargó a Fibre Glass Repairs (que fabricaba carrocerías para coches de carreras) la construcción de una carrocería capaz de albergar el enorme propulsor y que colocó una parrilla Rolls-Royce en la parte delantera en honor a los orígenes del motor.

Por desgracia, un incendio a la vuelta de Suecia destruyó el coche, pero en lugar de desguazarlo, lo reconstruyó con una nueva carrocería, que seguía llevando la parrilla Rolls-Royce, y un nuevo motor, esta vez la famosa unidad Merlin que todavía utiliza. Como decimos, ahora se ofrece a subasta en el sitio web británico Car & Classic con apenas 17.195 km recorridos.