Esa indecisión con el color que alguna vez hemos sentido al comprar un coche está a punto de desaparecer para siempre. Al menos, es lo que pretende BMW con su última invención: la carrocería que cambia de color a antojo del usuario. Como supondréis, por el momento se trata de un prototipo que han querido estrenar en el cuerpo del nuevo iX eléctrico (iX Flow), pero bien podría tratarse de una solución que llegase dentro de no mucho al mercado. Si bien es una técnica complicada y cara, seguro que tendría su nicho de clientes dispuestos a pagar por ella.
Cómo funciona la carrocería de BMW que cambia de color
El proyecto dirigido por Stella Clarke se basa en cubrir el exterior del modelo en cuestión con láminas de tinta electrónica monocromáticas a las que se añade luego un revestimiento transparente. De esta manera, las láminas cambian a cualquiera de los tonos preconfigurados con solo dar la orden.
En el prototipo de muestra vemos cómo la carrocería pasa de gris oscuro a blanco y viceversa mediante un proceso que se antoja hipnótico. Por supuesto, el margen de desarrollo que tiene este proyecto es brutal. Imaginad las opciones de personalización que se podrían conseguir optimizándolo: carteles, paletas multicolores, imágenes, retratos... podríais forrar vuestro coche con todo aquello que imaginéis.
Ahora la duda es la siguiente: ¿veremos pronto este sistema en el catálogo de extras de la marca bávara? El precio sería un buen hándicap, pero no olvidéis que ya existen tonos opcionales que cuestan una barbaridad.