A estas alturas de la vida creo que poco o nada se puede añadir del Porsche Cayenne. El denominado tercer Porsche fue el encargado de sacar a la marca de la ruina. Basta decir que hace 3 años de su línea de montaje salió la unidad 1 millón, necesitando la mitad de tiempo que el 911 para llegar a tal mágica cifra. Pues bien, ahora con los ecos de una cuarta generación que será 100% eléctrica, nosotros hoy en Autoscout24 nos hemos venido hasta el Tirol austríaco para conocer la renovación de la tercera generación.
Tras cuatro años en el mercado, la tercera generación del Cayenne pasa por la típica actualización de mitad de vida comercial justo antes, como te decíamos, de que Porsche la electrifique por completo… una actualización de mitad de vida comercial que mantiene el mantra de, si algo funciona, mejor no tocarlo.
Decimos esto porque los cambios en su exterior son muy nimios y se centran en unos paragolpes de nueva factura, faros con tecnología Matrix LED HD, seis inéditos colores para la carrocería o juegos de llantas de aleación que van de las 20 a las 22 pulgadas, con diseños exclusivos para versiones específicas como la híbrida enchufable, con un aspecto semicarenado. Por cierto, todas estas modificaciones afectan tanto a la carrocería de tipo SUV como a la deportiva de corte coupé que a mí, personalmente, me parece mucho más bonita.
Influjo del Taycan
De puertas para dentro, los cambios son algo más sencillos de comparar con el modelo saliente pues van enfocados a emparentarlo con el Taycan. Estrena cuadro de instrumentos digital con monitor curvo de 12,6 pulgadas con innumerables visualizaciones. Justo delante, tenemos el volante heredado del 911 con el selector de modos de conducción incrustado en él.
También es nuevo el selector del cambio que tiene un aspecto minimalista lo que nos permite tener una mayor sensación de amplitud y sobre todo haber rediseñado la consola central, con comandos físicos de corte háptico que son bastante accesibles. Si volvemos a la digitalización en el centro del salpicadero tendríamos un monitor central pasa a ser de 12,3 pulgadas e integra un sistema multimedia similar al de un smartphone con un manejo preciso e intuitivo así como apps instaladas como Spotify o Apple Music.
Pero sin duda la gran novedad es la pantalla que hay frente al copiloto. Tiene 10,9 pulgadas y no temas por la seguridad porque desde allí no se ve, por eso me he venido aquí porque en Porsche han logrado utilizar la misma tecnología de los protectores de privacidad que se usan en los móviles y los ordenadores. De esta forma, el acompañante puede reproducir vídeos en streaming en marcha e ir entreteniéndose, cosa que dependerá de la oferta de servicios que exista en el país. Porsche dice asimismo que desde la central también se pueden ver vídeos, pero sólo cuando el Cayenne está parado.
Del resto no hay cambios significativos salvo las nuevas tapicerías y molduras que no hacen sino sumar un buen puñado de euros a los innumerables extras que trae el coche. Por habitabilidad, nada varía dejando intacto los 2,89 metros de batalla que se traducen en un enorme espacio, incluida la carrocería coupé con una ligera caída del techo o en un maletero que va de los 627 litros en la versión phev y llega a los 772 litros de las restantes, es decir, un volumen enorme.
Los últimos de combustión
Pero antes de entrar en la conducción esperad que os comento los motores que trae este renovado Cayenne y que serán los últimos de propulsión. Son tres:
- Un V6 de 2,9 litros que rinde 353 CV y 500 Nm mejorando en 13 CV lo anterior necesitando 6 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y consumiendo 10,5 l/100 km.
- Un phev que combina dicho V6 con otro motor eléctrico que ha subido de 136 CV a 176 CV para dar conjuntamente 470 CV y 650 Nm, necesitando 4,9 segundos para pasar de 0 a 100 km/h. A ello se suma una batería más grande que pasa de 18 a 26 kWh mejorando así la autonomía eléctrica hasta aproximadamente los 90 km.
- Por ultimo, la joya de la corona, el V8 biturbo de 4,0 litros que vuelve para animar al Cayenne S y con el que se generan 475 CV y 600 Nm para pasar de 0 a 100 km/h en 5 segundos y alcanzar los 273 km/h de punta.
Traza líneas
Pero estos no son los únicos cambios sino que también hay mejoras en el apartado dinámico pues se ha revisado el sistema de suspensión de serie. Los nuevos amortiguadores con tecnología de 2 válvulas y, por tanto, etapas separadas de compresión y extensión, permiten, según la marca, mejorar el confort a baja velocidad, la agilidad en curva, el control del cabeceo y el de balanceo. De forma opcional, Porsche ofrece una nueva suspensión neumática adaptativa con tecnología de dos cámaras y dos válvulas. A ello se suma el eje trasero direccional y un sinfín de ayudas a la conducción. Todo con el objetivo de tener todo un traza líneas.
Así nos lo demostró durante la toma de contacto realizada por austria pues como hasta ahora, el Cayenne sobresale por su contundencia. No importa por dónde circulemos que estaos ante un SUV que no parece un SUV sino un 911 elevado. En vía rápida parece una berlina de representación por lo bien que filtra las irregularidades mientras que en carretera secundaria es donde saca a relucir todo su arsenal tecnológico comandado por un modo de conducción Sport y por el siempre excelente comando Sport Response que durante 20 segundos nos da todo lo que tiene el motor. Hablando de motor, a destacar de manera muy sobresaliente el sonido del V6, más ronco y deportivo incluso que el del V8.
Pero si hay una versión que nos ha sorprendido es el E-Hybrid, sobre todo en lo que a eficiencia se refiere ya que pudimos cubrir un trayecto de 88 kilómetros sin encender el motor de gasolina más que unos metros para saber que empuja como un demonio. Un valor muy a tener en cuenta pues homologa cerca de 90 km y eso nos permitirá tener una bestia con un consumo de 0 l/100 km, siempre y cuando nuestra media diaria sea como la europea, de 50 km. Además, cuando la batería se descargue se puede conectar en tomas de corriente altera de 11 kW.
Por último, también tenemos un coche perfectamente apto para el off road porque además de la tracción total disponible en todas las versiones hablamos de una altura libre al suelo de 21,2 cm en lo dos de propulsión así como de unos ángulos de ataque, salida y ventral de 25,2 22,1 y 18,9 grados.
En definitiva
Llega la hora de decir adios a este contacto del nuevo Cayenne y con él comienza también la cuenta atrás para despedirnos del modelos tal y como lo conocemos pues su cuarta entrega ya será cero emisiones y sentará un nuevo paradigma en la marca. Hasta entonces este renovado Cayenne demuestra que no hay que cambiar mucho para seguir siendo uno de los referentes en deportividad. Porque ya no nos chirría eso de hablar de un Porsche SUV. Lo que tampoco ha variado es la cuantía de sus versiones pues la firma de Stuttgart pide 103.371 euros por el Cayenne, 107.327 euros por el Cayenne E-Hybrid y 124.593 euros por el Cayenne S. Tarifas que sufren un sobre coste de entre 3.000 y 5.300 euros para la carrocería coupé