Mercedes-Benz CL 55 AMG

Como cuatro plazas con motor delantero y tracción trasero, con todas las mecánicas de gasolina, compitió con el Aston Martin DB9, el Bentley Continental GT y el Ferrari 612 Scaglietti..

Dos nuevas mecánicas en un gran turismo puramente deportivo

El modelo que nos ocupa se desarrolló entre 1999 y 2002. Incorporaba un motor de gasolina de 360 CV de potencia y otro de 500 CV, tracción trasera y transmisión automática de 5 velocidades. Tenía una velocidad máxima de 250 km/h que estaba limitada de forma electrónica, una aceleración de entre 4,8 y 6 segundos (dependiendo de la motorización) y un consumo de entre 13,4 y 13,2 litros cada 100 km (dependiendo igualmente de la generación escogida.

La primera generación, que precede a la del CL 55, estaba compuesta por 8 modelos con su correspondiente mecánica, siempre de gasolina, que iba desde los 279 CV de potencia hasta los 394. En el 99 llegaría la segunda generación, en la que se inserta el 55 AMG y otros interesantes modelos como el 500, el 600 y el 65 AMG, entre otros. Posteriormente (desde el 2006 y hasta el fin de su producción en 2013) llegaría la tercera generación, que venía a mejorar la anterior con modelos mejorados de la segunda y sobre todo a adaptar los automóviles para que cumplieran la normativa anticontaminación Euro 4 y Euro 5, impuesta por la Unión Europea.

Se fabrica en las instalaciones alemanas que AMG tiene en Affalterbach. Esto los distingue de los del resto de modelos de la gama, pues cuenta con bajos de carrocería más pronunciados, llantas creadas expresamente para cada modelo, cuatro salidas de escape en la zaga y un equipamiento eminentemente deportivo. El volante cuenta con botones para accionar el cambio automático y revestimientos interiores fabricados en piel napa de tres colores diferentes.

Principales ventajas y desventajas

• Diseño exclusivo de los para goles y entradas de aire más grande para el intercooler.

• Interior tremendamente deportivo con volante AMG y asientos con reglaje eléctrico.

• Su larga batalla alberga un habitáculo interior agradable, cómodo y espacioso.

• Amplio maletero con una gran boca de carga. Hasta 450 litros de capacidad de carga en su interior.

• Conducción muy buena, similar a la del Clase S, es decir, estabilidad y gran comodidad.

• Dos motores ensamblados por un único mecánico de 360 y 500 CV de potencia.

• Precio elevado aunque justificado por sus grandes prestaciones: por encima de 130.000 euros.

Diferentes motores y precios de salida

Cuenta con un motor de gasolina de 5.439 centímetros cúbicos, 8 cilindros dispuestos en uve y una potencia máxima de 360 CV. Se encuentra disponible por 135.750 euros.

El modelo CL 55 K AMG ofrece 500 CV de potencia y se encuentra disponible por 150.700 euros.

Equipamiento de serie disponible

Los Mercedes, y en especial los CL, se han caracterizado siempre por contar con grandes niveles de equipamiento. El 55 AMG cuenta con airbags frontales para conductor y pasajeros, airbags laterales delantero, antibloqueo de frenos (ABS), control de crucero y de estabilidad (ESC), control de tracción, faros antiniebla y dirección asistida eléctrica. Los faros se pueden regular en altura y el volante dispone de ajuste vertical.

De manera opcional se puede equipar con asientos delanteros calefactables, limpiaparabrisas con sensor de lluvia, mando de apertura a distancia, llantas de aleación de 17 pulgadas (Corsa), tapicería de piel Abarth y paragolpes con el color de la carrocería, entre otras cosas.

¿Por qué comprar un Mercedes-Benz CL 55 AMG?

Es cierto que, al ser un modelo que cuenta con suspensión ABC (Active Body Control), es un vehículo caro de mantener. Pero las prestaciones con las que cuenta lo compensan con creces. Tampoco es un vehículo barato de adquirir, siempre por encima de 130.000 euros, pero el precio está justificado. Adentrarse en su interior es adentrarse en el lujo y en la deportividad. El nivel de detalle está cuidado al máximo, cuenta con materiales de buena calidad y asientos eléctricos de diseño deportivo y fundas de piel. Cada motor está ensamblado por un único mecánico, por lo que el montaje perfecto está asegurado. Tiene una velocidad máxima de 250 km/h (aunque el velocímetro marque hasta 320 km/h, está limitado de forma electrónica). Para un coche de su tamaño y su peso, sus cifras asustan: es capaz de acelerar de 0 a 100 en 4,8 segundos (en su variante más potente) y de 0 a 200 en apenas 16,3 segundos. Sin duda una de las opciones a seguir muy de cerca si se busca un turismo con las mayores prestaciones.