Skoda cumple 130 años en la flor de la vida
130 años dan para mucho: Tres siglos distintos con dos guerras mundiales, una guerra fría, varios cambios de sistemas económicos, y Skoda ha conseguido sobrevivir a todas esas circunstancias. Repasamos algunos de los mejores momentos de una marca que no siempre se llamó Skoda y que, además, no siempre se dedicó a construir coches.
De las dos a las cuatro ruedas
Porque no, en sus inicios Skoda no construía coches. De hecho ni siquiera se llamaba Skoda. Y sus creadores distaban mucho de ser ingenieros. Vaclav Klement, un librero de la ciudad de Mlada Boleslav, montó un servicio de reparación de bicicletas junto a Vaclav Laurin, un aprendiz de mecánico, tras la mala experiencia del primero al gestionar una avería de su bici con la fábrica alemana de la que provenía.
En 1895, crearon su primera bicicleta, y, siguiendo el orden natural de las cosas, en 1899 pusieron motor a una de esas bicicletas para construir su primera moto. El éxito llegó, y para el año siguiente ya subieron la producción a 150 motocicletas, exportadas al Reino Unido. En 1905 iniciarían su andadura en el mundo de los coches.
Laurin & Klement conocen al señor Skoda
Por entonces, la empresa aún no tenía el nombre actual, si no que tomaba el de sus creadores: Laurin & Klement. Su primer coche, el Voiturette A vio la luz en 1905, y en los años 20 del siglo pasado, llegaron a incluir en su catálogo coches, motocicletas y camiones. En 1924, las cosas empezaron a torcerse, y tras unos malos resultados económicos, Laurin y Klement vieron en un empresario metalúrgico sueco la ayuda que necesitaban. Su nombre, Emil Skoda.
Skoda buscaba expandirse en distintas ramas de la industria metalúrgica, por lo que asociarse con Laurin y Klement parecía una buena idea. Así, la compañía cambió su nombre a Skoda Works, y lanzaron modelos al mercado como el Skoda Popular o el primer Skoda Superb, una berlina de lujo con un V8 bajo el capó, en los años 30.
La guerra fría
Tras la segunda guerra mundial, Checoslovaquia quedó al otro lado del telón de acero, y Skoda fue nacionalizada, lo cual no fue obstáculo para el nacimiento de algunos de los modelos más célebres de la marca, como el sedán Octavia o el pequeño coupé descapotable bautizado como Felicia, nombres que volverían a florecer durante los 90.
Durante los 70, otros modelos míticos de la marca nacerían, como el 110 R, un sencillo coupé que fue tremendamente popular en rallies por su ligereza, y que tuvo varias evoluciones, como el 110 RS y su variante del Grupo 5, el RS A5, con su extrema aerodinámica.
Los años 80 trajeron consigo una expansión de la marca. Skoda empezaba a crecer gracias entre otras cosas a una estrategia orientada a la competición internacional, donde llamó la atención el 130LR. En 1987, dos años antes de la caída del Muro de Berlín, Skoda presentaba el Favorit, con diseño de Bertone y desarrollado en colaboración con Porsche, con un motor propio de 1.4 litros y tracción delantera, significó un punto de inflexión para la firma por entonces checoslovaca.
Absorción de Volkswagen
En 1991 la guerra fría acababa de terminar. Fue un año importante para la firma que vio cómo los alemanes de Volkswagen absorbían la compañía. De este modo, se beneficiaban de los recursos del gigante alemán y ampliaban sus horizontes.
En los 90 aparecieron modelos míticos de la marca, como el Felicia y el Octavia, que compartían plataforma con modelos de Volkswagen y Seat, también integrada en el grupo VAG. A partir de entonces, una mayor visibilidad de la compañía hizo que se diversificara la gama con el Fabia, que entró a sustituir al Felicia, y el Superb, que rescataba uno de los nombres clásicos de la marca, una berlina un escalón por encima del Octavia.
Más tarde aparecerían nuevas carrocerías, como el monovolumen Roomster y el primer SUV, el Yeti, que anticipaba la tendencia actual del mercado.
Movilidad eléctrica
La última incorporación a la gama de Skoda son los eléctricos, un mercado en el que los checos han irrumpido con fuerza, primero con el utilitario CitiGo, en 2012, que compartía plataforma con el Seat Mii y el Volkswagen Up!.
Actualmente Skoda tiene dos eléctricos en el mercado, el Elroq y el Enyaq, dos SUVs familiares, el último de ellos con carrocería coupé. Son los últimos modelos en la calle de una marca que va camino de cumplir un siglo y medio, que se encuentra aún en la flor de la vida, y que es capaz de mostrar diseños tan llamativos como el Vision O Concept, en el que el reciclaje y la sostenibilidad tienen un papel importante.