El fabricante Rimac Automobili saltó a la fama hace ya casi una década con la producción del bestial Concept One, pero alcanzó el cielo con el lanzamiento del Rimac Nevera, el que es considerado como uno de los coches más rápidos del mundo.
Rimac, un estandarte de la electrificación
Hasta ahora, todas sus construcciones han tenido como protagonistas la propulsión 100% eléctrica, pero no solo eso. Además de los modelos con insignia Rimac, la compañía croata ha colaborado también en la creación de joyas como el Koenigsegg Regera, el Aston Martin Valkyrie o el Pininfarina Battista con el suministro de diferentes componentes eléctricos. Todo ello le ha valido que multinacionales consagradas de la talla de Porsche o Hyundai se hayan interesado en adquirir buena parte de su accionariado.
Mate Rimac le hace ojitos a los combustibles fósiles
El caso es que ahora esa máxima podría cambiar. El fundador de la marca, Mate Rimac, podría estar estudiando la seria posibilidad de dar el paso a la combustión interna en algunas de sus producciones. ¿Por qué haría algo así en plena transición de la movilidad global a las cero emisiones? Pues porque, según se rumorea, Rimac no estaría del todo contento con el sobrepeso que supone la instalación de varios motores eléctricos y de las correspondientes baterías en sus coches.
Eso sí, de todos modos, lo que parece seguro es que el combustible fósil -o incluso sintético- debería ser un complemento a la electricidad y no una alternativa. Solo de ese modo seguirían pudiendo obtener semejantes niveles de potencia y rendimiento. Desde luego, las declaraciones de Mate Rimac a la revista Autocar están lejos de desmentir este rumor: "Rimac no es exclusivamente eléctrica; hace lo que es más emocionante para el cliente en ese momento", decía.
Sea como sea, estamos 100% seguros de que los modelos Rimac continuarán siendo tan espectaculares y extraordinarios como nos tienen acostumbrados... con indiferencia de si son híbridos, eléctricos o hasta de si montan bloques de tres cilindros, como ya ha hecho el gran Christian von Koenigsegg en su Gemera.
