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Primer contacto: Honda Civic – Más razonable

La novena generación del Honda Civic llega a las calles con casi 40 años de historia a sus espaldas. Este superventas cambió radicalmente de imagen en 2006 coincidiendo con la presentación de su octava generación.

Había llegado el momento de aunar una óptica futurista con un elevado nivel de dinámica de movimiento. Su actual sucesor parece haber imitado esta fórmula de éxito, aunque no en todos sus aspectos. Ahora, este japonés de aspecto individualista apuesta en mayor medida por el sentido común y el confort. Así las cosas, la despedida de su predecesor se nos antoja algo melancólica. Cuando Honda presentó su octavo Civic en 2005 una ola de dimes y diretes se extendió como la pólvora por todo el sector automovilístico. Con una vuelta de tuerca radical y atrevida se presentaba un automóvil con un enorme potencial emocional en un segmento –el compacto– caracterizado por una excesiva sobriedad. Poco después no nos quedó más remedio que reconocer que el espacioso Civic llamaba la atención y se hacía querer. Además, el experimento resultó todo un éxito y el coraje mostrado por Honda se vio recompensado por unas excelentes cifras de ventas.

Con la novena generación todos esperábamos que los japoneses volvieran a dar muestras de su inagotable osadía, pero nada más lejos de la realidad, puesto que la nueva versión del Civic ha perdido una parte de su naturaleza excéntrica. Si bien por un lado el nuevo Civic es bastante similar a su predecesor, por otro este compacto a día de hoy más plano y eficiente sigue de forma más clara la corriente generalista de la construcción de automóviles actual. Así, los pasos de rueda más anchos se realzan con finas y delicadas aristas, mientras que en el frontal resultan evidentes sus cambios con nuevas entradas de aire y la luz de conducción diurna tan de moda últimamente. Y para colmo los indolentes tubos de escape en forma de triángulo han desaparecido como por arte de magia.

Materiales más selectos

En lo que respecta al habitáculo, Honda ha vuelto a apostar por un aspecto futurista y una avalancha de información centrada en el conductor. Todo un patio de recreo para los amantes de las pantallas a todo color y los conductores obsesionados con las cifras y las escalas. Desde el otro lado de la balanza esta orgía de indicadores también podría considerarse algo exagerada y, además, poco práctica. Por suerte, una parte de toda esta representación colorista queda oculta a los ojos del copiloto.

Por el contrario, todos los ocupantes disfrutarán de unos materiales bastante más exquisitos. En este sentido, y en comparación con su predecesor, los japoneses han dado un gran salto cualitativo dado que la mezcla de materiales escogida es más variada y moderna y las superficies dan la impresión de ser de mayor calidad. Y con el increíblemente amplio equipamiento de confort opcional es posible conseguir un ambiente formidable.

Nuevas funciones para el ahorro de combustible

El botón de arranque del motor situado a la izquierda del volante en la octava generación del Civic ha cambiado su posición a la derecha y en su lugar se ha ubicado el nuevo botón «Eco». El modo de ahorro que se activa con este botón pone menos potencia a disposición del conductor y, de este modo, se registra un menor consumo. La iluminación del salpicadero cambia de verde a azul proporcionando al conductor información subliminal acerca de lo eficiente –o no– de su conducción en ese momento. Y al detenernos en el semáforo, el sistema automático de parada y arranque instalado de serie en todos los motores ayuda al nuevo Civic a mantener un comportamiento ecológico ejemplar.

El maletero del Civic constituye uno de sus principales atractivos, ya que gracias a un eje trasero de brazos acoplados más pequeño ofrece 447 litros de capacidad, toda una cifra récord en su segmento. Una vez plegado el respaldo del banco trasero hacia adelante, la superficie de asiento desciende automáticamente, lo que aumenta el volumen de carga hasta los 1.378 litros. Uno de los inconvenientes de este gran aprovechamiento del espacio es que el hueco para el equipaje se encuentra en una posición bastante baja y, puesto que no existe ningún piso intermedio a la altura del plano de carga, las maniobras para sacar la carga pesada resultan bastante aparatosas.

Sin embargo, una de las particularidades de este compartimento variable es que la superficie de asiento de las plazas traseras se puede levantar, lo que crea un espacio muy práctico entre el banco trasero y los asientos delanteros para objetos altos como, por ejemplo, bicicletas. Gracias a este concepto inteligente, el Honda Civic continúa siendo el rey del compartimento de almacenamiento dentro del segmento de los compactos. Aunque una de sus grandes virtudes sea precisamente esta enorme capacidad para transportar todo tipo de objetos, también existen inconvenientes. Así, la visibilidad hacia atrás es más bien escasa y la libertad de movimiento de los ocupantes de las plazas traseras a la altura de la cabeza y de las piernas es algo modesta a la vista de sus 4,30 metros de longitud.

Más potencia, menos consumo

El que resulta de todo menos modesto es el único diésel disponible por el momento. Al igual que su predecesor, la nueva generación cuenta con el propulsor 2.2 CDTi que aunque ha sido revisado en profundidad en términos técnicos y haber visto incrementada su potencia en 10 CV –hasta los 150 CV– destaca por su consumo homologado mejorado. Mientras que en el antiguo Civic el consumo alcanzaba los 5,3 litros, según Honda la nueva versión de este motor diésel no supera los 4,2 litros.

A pesar de esta marca tan baja, el nuevo compacto nipón se mueve casi al nivel del Golf GTD. El nuevo Civic alcanza los 100 km/h en 8,3 segundos y su velocidad máxima es de 217 km/h. En comparación, el que en su día fuera su predecesor más rápido se queda claramente por detrás con un tiempo de aceleración de 8,7 segundos y una velocidad máxima de 205 km/h.

Lagunas en la gama de motores

Al igual que en su predecesor, este propulsor combina a la perfección con el cambio manual, lo que permite manejar el 2.2 CTDi en ciudad sin necesidad de realizar apenas cambios y recorrer de forma relajada largas distancias. Además, este cambio presenta una excelente relación de transmisión y mima al conductor con una sensación de cambio agradable y ágil.

Pese a lo esquisto que pueda resultar el único diésel disponible, la gama del Civic echa en falta un propulsor diésel más pequeño y eficiente, algo que la propia casa reconoce en todo un alarde de autocrítica. Sin embargo, esta situación no tiene visos de cambiar, al menos a corto plazo. No será hasta finales de 2012 cuando por fin se haga efectiva la llegada de un propulsor de menor cilindrada (1,6 litros) y 120 CV de potencia con el que el consumo bajará por debajo de los cuatro litros.

Los gasolina de régimen elevado tampoco nos han parecido muy acordes con los tiempos que corren. En este sentido, el Civic cuenta con el propulsor de gasolina de 100 y 142 CV que ya conocíamos de la versión anterior. El más potente de los gasolina (1,8 litros) exigirá un intenso juego de pedales si se quiere aprovechar todo su potencial. Al fin y al cabo, la casa promete grandes sensaciones deportivas más allá de las 4.000 vueltas con un voluntarioso cuatro cilindros en la zona alta de revoluciones que registra un tiempo de aceleración de 8,7 segundos y en teoría debería conformarse con 5,8 litros de gasolina a los 100 km. Sin embargo, en la actualidad los que realmente llaman la atención son los motores sobrealimenados de cilindrada reducida, ya que estos son capaces de entusiasmar con un excelente empuje desde la zona baja de revoluciones y, en parte, presentan unos consumos homologados bajos. Con todo, la apuesta de Honda por los regímenes altos de revoluciones continúa teniendo un cierto atractivo.

El antiguo no se queda atrás

Durante la prueba de conducción también nos conquistó la octava generación del Civic con el antiguo 2.2 CDTi que Honda puso también a nuestra disposición en el marco de la presentación ante la prensa de la nueva reedición. A pesar de contar con unas prestaciones nominales algo peores, el antiguo diésel resultó incluso un poco más vibrante, trasladaba las órdenes del pedal de aceleración de forma algo más espontánea y su potente zumbido a la hora de acelerar ponía además la nota emocional al conjunto. Dicho zumbido resulta prácticamente inaudible en el nuevo y refinado motor diésel, el cual sigue transmitiendo su acústica diésel a los ocupantes, aunque de forma mucho más comedida.

También nos entusiasmó el chasis de configuración dinámica del antiguo Civic ya que en curvas rápidas resulta más preciso y se mantiene más asentado sobre el asfalto y su dirección ofrece una respuesta fantástica. Para esta nueva reedición Honda se ha decantado por una configuración comparativamente más razonable que en lugar de la antigua dirección asistida hidráulica presenta ahora una variante electromagnética que permite ahorrar combustible. Si bien en términos generales resulta agradable y ofrece la misma respuesta direccional, resulta un poco más sintética que la del antiguo Civic.

Asimismo, Honda ha dotado al chasis de una configuración claramente más confortable. De esta forma, el nuevo compacto rueda de forma prácticamente imperturbable por encima incluso de las irregularidades más pronunciadas de la calzada, sin transmitir en ningún momento la sensación de ser demasiado blando. Sin embargo, las juntas transversales más marcadas sí obtienen una clara réplica por parte del eje trasero. Con todo, aquellos que deseen rodar de forma especialmente rápida con el Civic disfrutarán con total seguridad del nuevo reglaje de su chasis. Quizá el antiguo entrara de forma más rápida en las curvas, pero con el nuevo se sale con mayor impulso.

Buenos extras y precios atractivos

Entre los avances más destacados del nuevo Civic se encuentra toda una serie de nuevos sistemas de asistencia a la conducción. Además de los habituales sistemas de control, el Civic ofrece un programador de velocidad con regulación de distancia de funcionamiento casi perfecto y extraordinariamente inusual en el segmento de los compactos e incluso un sistema de prevención y mitigación de impactos asistido por radar. En las versiones más altas, ambas virguerías tecnológicas están disponibles de forma conjunta con un navegador en un paquete cuyo precio asciende a 4.000 euros.

De esta forma, tanto los innumerables extras como el propio Honda Civic, ofertado en principio únicamente en versión cinco puertas, resultan bastante más baratos que el resto de los modelos de la competencia. La versión básica con motor de 100 CV y con un equipamiento bastante completo cuesta alrededor de 18.900 euros. La variante Sport equipada con el potente motor 1.8 y bendecida con multitud de extras tiene un precio de 23.700 euros. La lista de precios del diésel, que cuenta con multitud extras de serie, ofrece el motor de 150 cv en versión Sport por 24.200 euros . Quizá resulte algo caro a primera vista, pero hay que tener en cuenta que VW pide 30.000 euros por el Golf GTD.

Conclusión ## El redactor de AutoScout24 Mario Hommen opina:

El nuevo Civic de Honda se presenta más convencional que su predecesor, aunque continúa teniendo una presencia singular. Pese a una cierta extravagancia, este modelo compacto ofrece algunas ventajas concretas.  Entre los nuevos puntos fuertes se encuentra su chasis especialmente confortable y una mezcla de materiales de alta calidad en el interior. Una de sus antiguas ventajas es su enorme y versátil maletero que ahora es incluso más grande que el de su predecesor.

Además, el superventas del segmento S de Honda ofrece un motor diésel especialmente potente, y pese a todo comedido, que a pesar de sus impresionantes prestaciones resulta también sumamente eficiente. En general podría decirse que la relativamente escasa gama de motorizaciones carece de unos propulsores con reducción de cilindrada más acordes a nuestros tiempos.

Por el contrario, el Civic se muestra especialmente progresista en lo que respecta a sus sistemas de asistencia opcionales. Por ejemplo, el programador de velocidad con regulación de distancia y el sistema de prevención y mitigación de impactos son dos componentes completamente únicos en su segmento.

Si bien el que quiera un Civic potente y bien equipado deberá invertir una suma considerable, en comparación con la mayoría de sus competidores se tratará siempre de una alternativa interesante a igualdad de equipamiento.

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