Tras habernos dejado boquiabierto con el Eletre, Lotus vuelve a la carga y nos ha presentado la que sería su declinación Gran Turismo, es decir, una berlina de cuatro puertas que se situaría como su buque insignia. Y es que la firma británica vuelve tras tres décadas de ausencia al segmento de las berlinas, donde entre 1990 y 1992 comercializó el Omoda Carlton.
De momento tendremos que contentarnos con lo que aquí te contemos ya que la previsión es que su producción se inicie durante el año que viene por lo que aún queda para verle rodar. Pero cuando lo haga, seguramente sea uno de esos coches catalogados como ‘gira-cuellos’ ya que su diseño exterior es ciertamente atractivo. Así se percibe en unas líneas elegantes a la par que deportivas con un frontal agresivo y con mucha importancia al aspecto aerodinámico.
En este sentido vemos elementos que se han diseñado en post de ir a favor de viento como la parrilla y el splitter delanteros activos, un difusor trasero inspirado en el mundo de la competición, los tiradores de las puertas enrasados, los retrovisores digitales o un alerón posterior que varía la carga dependiendo de las necesidades del conductor.
Interior minimalista
Al acceder al interior lo primero que hay que hacer es sin duda hablar de la zona trasera pues es la gran diferencia con el Eletre del que deriva. Y es que además de tener dos puertas de generosa apertura, el Emeya cuenta con dos asientos individuales que aseguran el máximo confort a sus ocupantes. No se descarta que en el futuro haya opción de sumar una banqueta para tener cinco asientos pero de momento Lotus nos lo ha presentado con esta configuración tan exclusiva.
El puesto de conducción está completamente digitalizado. El foco se pone lógicamente sobre la enorme pantalla central que podría estar en torno a las 15” y que se convertirá en el cerebro de operaciones del coche. Está flanqueada por dos pantallas más pequeñas y delgadas, una para el cuadro de instrumentos y otra frente al copiloto mientras que en las puertas hay otros dos monitores destinados a los retrovisores digitales.
La la cabina se ha realizado con materiales reciclados entre los que está un hilo derivado de los excedentes del algodón procedentes del mundo de la moda. Elemento que no impide ofrecer otros materiales más habituales como el Alcantara o el cuero Nappa.
Todo un ciclón
En lo que a especificaciones mecánicas se refiere, el Emeya ha sido concebido para quitar el hipo. Su carta de presentación: el rendimiento pues cifra una potencia de 918 CV gracias a los dos motores situados cada uno en un eje por lo que hablamos además de un coche de tracción total. Le acompaña un par de 985 Nm lo que le permite además cifrar un 0 a 100 km/h de tan solo 2,8 segundos, convirtiéndole en uno de los coches más rápidos del mundo.
Pero como buen eléctrico hay que hablar igualmente de autonomía y para ello equipa una batería de 102 kWh de capacidad (112 kWh en el caso del Eletre) con la que debería poder homologar un recorrido superior a los 600 km, pues la firma no ha desvelado el dato aún. En este sentido sí conocemos también que gracias a la tecnología de 800 voltios podría admitir cargas en corriente continua hasta de 350 kW, lo que supone poder llenar el 80% en 18 minutos y recuperar unos 150 km en tan solo 5 minutos.
