El pasado verano pudimos ver por primera vez cómo iba a ser la nueva generación de un icono tan emblemático dentro del panorama automovilístico como es el Toyota Land Cruiser. En lo referente al diseño, las formas cuadradas típicas de un todoterreno puro seguían presentes, pero ahora con guiños vintage patentes tanto en su frontal como en la parte trasera, sobre todo en la versión 250 que evoca de forma muy directa al Toyota FJ. El caso es que Lexus, marca premium del grupo Toyota, a sabiendas de las buenas críticas que ha recibido el nuevo Land Cruiser, ha decidido incorporar a su gama el mismo modelo... vestido de etiqueta. Se llamará Lexus GX y no, desafortunadamente no llegará a Europa (al menos por el momento.)

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Lexus GX, lo disfrutarán en Norteamérica

A simple vista es fácil indicar las similitudes que guardan Land Cruiser y GX entre sí. La carrocería es prácticamente igual por diseño y cotas. Tenemos que fijarnos específicamente en aspectos de filosofía de diseño propia como la parrilla, los faros y los pilotos traseros con esa tira led horizontal que une ambos extremos para vincular este nuevo modelo a la marca premium de la matriz japonesa. Eso sí, mientras el Toyota adquiere un cierto aire retro, el Lexus se decanta más bien por la estética moderna y refinada.

Para presentar en sociedad al nuevo integrante, la firma se ha decantado por equiparlo con chucherías exteriores que le aportan todavía más carácter aventurero: baca superior, escalera trasera, equipaje adicional, planchas de desatasco, jerry can para combustible extra y otros menesteres que vienen muy bien para adentrarte a la diversión más absoluta en offroad.

No obstante, el interior apenas varía con respecto a lo que vimos de serie en el Land Cruiser: volante con distinta imagen y se supone que materiales más nobles... fin.

350 CV y Crawl Control para escalar paredes

Un 4x4 poderoso no solo tiene que parecerlo, por eso bajo el capó encontramos un 3.4 V6 Twin-Turbo que declara cerca de 350 CV de potencia. A él se asocia una caja de cambios automática con 10 relaciones y un sistema de tracción total con reductora que roza la perfección gracias a la última generación del sistema electrónico Crawl Control. Para asegurarse la máxima tracción en las peores condiciones, los usuarios pueden bloquear tanto el diferencial trasero como el central.

Con todo ello, estamos ante lo que cualquiera definiría como un todoterreno de los de siempre con la tecnología y los avances de la actualidad y con el pedigrí de una marca como Lexus... Menudo rival más interesante le ha salido al Clase G.