Tras presentarse hace ya algunos meses bajo su versión puramente eléctrica, el Opel Mokka nos enseña ahora cómo se compondrá su gama de motorizaciones de combustión. Porque la segunda generación del SUV urbano de 4,15 metros de largo también estará disponible con mecánicas de gasolina y diésel, en unas estrategia similar a la que ha adoptado la firma del rayo con el Corsa.

Pero antes de entrar de lleno en dicha gama mecánica, seguramente te hayas percatado de lo deportivo que luce el Mokka en las imágenes, ¿verdad? Pues esto se debe a que el todocamino alemán también estrenará un acabado GS Line (de nuevo igual que el Corsa) que la verdad le sienta que ni pintado. Además de contar con una carrocería casi tricolor, con una zona inferior blanca, el techo y el capó en negros así como las molduras en rojo, equipa llantas de aleación de 18 pulgadas.

En el interior se mantiene esa digitalización del puesto de conducción al que se suma un ambiente más rácing con la incorporación de asientos deportivos con reposacabezas integrados, pedales en aluminio y molduras tanto en rojo como en imitación de fibra de carbono. El maletero, por su parte, mantiene los 350 litros que ya cifraba la versión 100% eléctrica.

Tres opciones

Entrando ya de lleno en las opciones mecánicas comentar que este Mokka estará disponible con dos motores de gasolina 1.2 Turbo de 100 y 130 CV así como con un diésel 1.5 D de 110 CV. La transmisión disponible será, en todos los casos, la manual de seis relaciones, aunque el gasolina de 130 CV también podrá combinarse opcionalmente con la automática EAT8 de ocho relaciones.

En lo que a prestaciones se refiere, estos Mokka de combustión cifran un 0 a 100 km/h de 11 segundos para el de 100 CV y 9,2 segundos para el de 130 CV, mientras que el campeón en eficiencia será el bloque diésel el cual homologa 3,8 l/100 km aunque, eso sí, bajo el ciclo de medición NEDC.