Está claro que la marca se está replanteando el futuro del modelo del segmento B y hasta la quinta generación la electrificación no va a llegar al Fabia. El adiós al diesel ya no extraña tanto, sobre todo en coche de ámbito ciudadano. Lo que sí sorprende es que los pequeños ciudadanos crecen y crecen, ya se va casi a los 4,11 metros de largo, y su espacio interior, siendo bueno, no es nada comparado con un pedazo de maletero de 380 litros, récord entre sus rivales.
Referencia urbanita venida a menos
Skoda quiere seguir siendo la referencia en los coches urbanos. Sin embargo, los precios ya no son tan atractivos como antes. Piensa que antes por 9.000 euros te llevabas cualquier segmento B de 4 metros y ahora, “desde” 15.900, financiando, accedes a uno terríblemente básico de estos con 80 CV. El nuestro, de 110 CV, se va ya a los 23.250 euros. Es una locura lo de los precios, de verdad, no sé cuándo se darán cuenta los que mandan de que esto no se puede aguantar durante mucho tiempo.
Volviendo al pequeño ciudadano checo, su mirada ahora es mucho más pulida, su parrilla más grande y robusta, más afilado en cuanto a aerodinámica, un poco coupé con la cintura que apunta hacia arriba casi llegando a la zaga, con unos pilotos traseros que parecen robados al primer Karoq y que no me terminan de convencer, impersonales.
Los no iniciados en esto del motor tendrán algún problema en diferenciar el nuevo del anterior, y por dentro poco más o menos. Es cierto que las pantallas hacen su labor, aunque tenga el virtual cockpit más básico del grupo y la pantalla del navegador no cuente con navegador. Pero es cierto que visualmente todo funciona y mucho, con detalles de diseño que nos han gustado. La tactilidad es buena, el ordenador de a bordo marca de la casa… poco que criticar aquí.
El interior sigue estando optimizado: Simply Clever
Los asientos envuelven como si fuera un deportivo y atrás a todos nos gustaría contar con más espacio. Sin embargo, es en el maletero donde todo cobra sentido y pone a cualquier rival en su sitio, es decir, por detrás. La tela es áspera y no es grata al tacto. Imaginamos que se podrá lavar bien al menos.
A nivel dinámico me ha gustado bastante todo lo que he notado a sus mandos. Es cierto que con 110 CV y el tricilíndrico a todo lo que da no podemos permitirnos muchas alegrías, pero la célebre y súper utilizada por el grupo plataforma MQB A0 se muestra como una buena base para casi cualquier coche, y con 2,56 metros de batalla muestra una estabilidad y una agilidad que pide a gritos motores con más chicha. Y eso que este “tri” se ha pulido y suena poco, pero bastante mejor que los probados hasta ahora. Aún así, vamos muy cortos de potencia, de aceleración y de par motor. Lo hemos estirado hasta más allá de las 6.000 rpm, pero no hay mucho que rascar en ningún régimen… y los consumos se disparan.
Consumos OK, pero no tanto.
Los consumos no están mal en cualquier caso, pero la lógica me dice que deberían ser aún mucho más aquilatados. Homologa 5,6 l/100 km, pero la realidad se queda muy, pero que muy lejos. Es cierto que hemos hecho bastante ciudad, donde podrás hacer medias de 8 litros si cuidas un poco el acelerador. En autovía no es muy difícil bajar de 5,5 a velocidades legales, la verdad… pero es difícil acercarse a ese combinado WLTP que homologa, la verdad.
Es un coche cumplidor, sencillo, que no simple, con el equipamiento justo y un precio tan alto que, hace dos años y poco, por menos dinero te podías comprar un monovolumen de 4,5 metros, 140 caballos, cambio automático de doble embrague, navegador y equipamiento a full. Es de locos que si huyes de Dacia y su calidad justita con seguridad activa y pasiva por debajo de la media, tengas que irte a más de 23.000 euros con un motor que supera por poco los 100 CV. De verdad que esta dinámica es una locura que tiene que acabar en algún momento.
En la escala ‘Me lo compraría’, la nota del nuevo Skoda Fabia es 7,0. Como decimos, es un coche cumplidor. Lo que pasa es que hemos pasado de desembolsar 12.000 euros por un utilitario para el día a día sin pretensiones a tener que sacar de la billetera más de 23k y encima sin un mínimo navegador, y eso es algo que, en tan poco tiempo, no nos podemos terminar de explicar. Hay muchos segmento B, pero el precio de todos es muy similar y al final se trata casi de gustos, aunque elegir un motor decente y poco gastón debe ser clave, y aquí ya es más difícil acertar.
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