Para muchos, el salto experimentado por Hyundai en lo que a calidad se refiere tiene su inicio en la puesta a la venta del i30. Si bien el Tucson es el modelo más apreciado por el comprador, el compacto surcoreano ha sabido ganarse el favor del público a base de apariencia, prestaciones (cómo olvidar el i30 N) y tecnología. Factores que ahora con esta actualización se ven ensalzados sirviendo además como prólogo perfecto para una esperadísima siguiente generación que llegue ya con la electrificación como gran abanderada.

Y eso que el i30 2020 que hemos tenido la oportunidad de conducir ya ha comenzado a meter algo de chispa en sus motores. Sí, porque la gran novedad de este restyling es la llegada de la microhibridación. Tecnología que está presente en toda la gama de gasolina y en el motor diésel más potente dejando como opciones ‘convencionales’ el también gasolina de acceso y el diésel de arranque.

Así que si quieres lucir la etiqueta ECO de la DGT deberás escoger bien el 1.0 T-GDI de 120 CV, el 1.5 T-GDI de 155 CV o el 1.6 CRDi de 136 CV. El nexo en común entre todos además del sistema mediante 48 voltios que permite ahorrar entre un 7 y un 10% de combustible es, sin duda, el asocie de la nueva transmisión manual inteligente de seis relaciones. Una caja de cambios que permite desacoplar el motor de la transmisión en determinadas circunstancias consiguiendo dicho ahorro.

Cómo va el Hyundai i30 2020

Durante la toma de contacto realizada por las inmediaciones de la Comunidad de Madrid comprobamos su actuación en el 1.0 T-GDI de 120 CV. Las transiciones son imperceptibles y el paso del motor al ralentí al funcionamiento normal no se nota. Cierto es que solo comprobamos que funcionaba con el modo Eco activado y en situaciones de velocidad constante. El motor nunca llegó a apagarse en marcha aunque este i30 2020 sí permite dicha función (se denomina Carretera) y solo comprobamos la bautizada como Neutral en la que el motor se sitúa al ralentí y aparece el mensaje de Punto Muerto en el ordenador de a bordo.

Con todo, el rendimiento de este motor apenas varía salvo, quizá, una mejora en la zona baja del cuentarrevoluciones donde antes era más perezoso. El consumo, por su parte, se mueve en unos valores similares a los de antes logrando durante nuestra toma de contacto un gasto medio de 6,3 l/100 km. Valor que puede llegar a estar por debajo de los 6 l/100 km si circulamos expresamente por autopista o superar con creces los 7,5 l/100 km si entramos en una carretera revirada y llevamos activo el modo Sport.

Dinámicamente la única diferencia la aporta el acabado N Line que montaba nuestra unidad y que endurece ligeramente el tarado de los amortiguadores. La dirección también es más precisa y eso es algo que se percibe en los primeros giros. El coche mantiene su nobleza en las reacciones pero ahora tiene un punto más de agilidad al afrontar tramos revirados.

Gana en atractivo

Además de la chispa mecánica, este nuevo i30 2020 también ofrece un atractivo visual elevado. Como buena actualización de mitad de vida luce un nuevo aspecto, determinado por un frontal más afilado y ancho en el que se observa una calandra más ancha. Los faros delanteros estilizan su figura equipando igualmente una luz diurna LED en forma de V. Los paragolpes se han revisado, aparecen nuevos juegos de llantas de aleación desde 16 hasta 18 pulgadas y en la zaga lo más llamativo es la inclusión de la tecnología LED en los acabados más altos.

Por su parte, el acabado N Line no solo ofrece elementos exclusivos que enfatizan el carácter deportivo del modelo tales como parachoques más prominentes, tomas de aire más grandes molduras en negro, difusor posterior o la doble salida de escape, sino que por primera vez pasa a estar disponible en la carrocería Wagon (familiar). Sí, porque el i30 2020 mantiene su triple opción de elección que se completa con el Fastback.

En el interior los cambios se ciñen a aumentar la calidad percibida del conjunto y, sobre todo, la digitalización. Desde el acabado Tecno está disponible con un cuadro de instrumentos pseudo digital con pantalla de 7 pulgadas y con el monitor central de 10,25 pulgadas. En este último, además de tener una interfaz completamente nueva y mucho más intuitiva, se integra el sistema multimedia BlueLink característico con múltiples funciones.

Si nos ceñimos a la habitabilidad, ningún cambio y el i30 2020 mantiene esa zona trasera apta para adultos y un maletero de gran capacidad que va de los 395 y 1.301 litros en el cinco puertas, de 450 a 1.351 litros en el Fastback y entre 602 y 1.650 litros en el Wagon. Antes de pasar a la gama y precios deciros que obviamente el interior de las versiones N Line está enfocado a la deportividad. Sobresalen los asientos deportivos con el logo bordado en el respaldo, las costuras en rojo, los pedales de aluminio o el pomo del cambio idéntico al del i30 N.

Ya a la venta

La nueva gama del Hyundai i30 2020 ya está disponible en la red comercial de la firma. Cinco son los niveles de acabado propuestos, Essence, Klass, Tecno, N Line y N Line X, siendo el segundo y el tercero los que aglutinarán casi el 70% de las ventas del mismo. En cuanto a los precios del Hyundai i30 2020, estos oscilan entre los 22.170 € y 33.275 € para el cinco puertas, entre los 23.060 € y 33.665 € para el Fastback y entre los 24.065 € y 34.065 € para el Wagon. Tarifas que no incluyen los jugosos descuentos que pueden asociarse y que pueden llegar a ser de hasta 8.000 € si además de la rebaja comercial (3.400 € en los gasolina y 4.000 € en los diésel), la de financiación (1.500 €) y la de entrega de coche (1.500 €) sumamos las ayudas gubernamentales (de entre 600 y 1.000 € en función de la versión).