Que Audi venda un coche pequeño y relativamente barato no es algo nuevo.
No puedo empezar esta comparativa por otro aspecto que no sea el del precio.
El A1 de cinco puertas cuesta 730 euros más que su equivalente de tres, cuando sus rivales exigen, de media, 500 euros; ¿merece la pena pagar ese plus?
Cualquiera que vaya a preguntar por estos modelos obtendrá una sorprendente diferencia en el presupuesto de uno y otro: 1.000 euros. Pueden frotarse los ojos, parpadear varias veces e intentar leerlo de nuevo. El esfuerzo será en vano. Uno cuesta 18.600 euros y el otro 19.600.
Caro. Esto es lo primero que dicen muchos cuando se trata del Mini. En el caso del Audi A1 también ha salido a relucir este supuesto argumento en contra de su adquisición. Pese a todo, ambos se venden como rosquillas.