La familia Ruf nos tiene acostumbrados a la producción de auténticas joyas automovilísticas. Por medio de la utilización de chasis originales de Porsche y con la suma de componentes de elaboración propia, logran fabricar vehículos deportivos que pasan a los anales de la historia tanto por su exclusividad y rendimiento como por su diseño con cierto toque vintage. Este Ruf Bergmeister es un claro ejemplo más de ello, ya que para dar forma a su estética final los diseñadores de la compañía han decidido meter en una misma coctelera tres de los porsches de carreras más icónicos: el 909 Bergspyder de 1968, del que coge la mayor parte de su inspiración; el Adamowicz Trans Am 911 de 1971 y el 911 GT1 Evo de 1997.
El que por el momento es un ejemplar único (se desconoce si Ruf se plantea producir algunas unidades más para la venta) cuenta con una carrocería realizada de forma íntegra en fibra de carbono, así como un habitáculo tapizado casi al 100% en Alcantara. También equipa un sistema de iluminación full led que le aporta un carácter bastante moderno y un escape artesanal del que deben salir unos decibelios celestiales.
Un 993 para echar la vista atrás
A simple vista diríamos que el Bergmeister se basa sobre una versión correspondiente a la cuarta generación del 911 (993), aunque las modificaciones firmadas por Ruf lo hacen cobrar vida propia.
Si los cambios externos son grandes, los mecánicos lo son aún más. Hablamos de que este one-off recurre a un motor bóxer sobrealimentado de seis cilindros que declara la friolera de 450 CV y 599 Nm de par máximo. Aunque no hay datos oficiales que nos adelanten sus prestaciones, os podéis imaginar que vuela.
Para terminar de redondear el conjunto, el Ruf Bergmeister equipa una maravillosa caja de cambios manual con seis velocidades que hará las delicias de los más puristas.