Porsche rompe las reglas del juego con el 963 RSP, un prototipo de competición adaptado para circular por carretera. Basado en el coche que compite en las carreras de resistencia como las 24 horas de Le Mans, este modelo, del que se ha fabricado un único ejemplar, rinde homenaje al mítico 917 del conde Rossi, replicando su espíritu purista, pero con una tecnología de última generación, sobre todo en cuanto a su sistema de propulsión, híbrido, y su seguridad general. Su habitáculo también ha sido muy actualizado.
Ojo, porque este no es un coche de homologación como el Porsche 911 GT1 Straßenversion de finales del siglo XX. Representa algo aún más exclusivo y que, probablemente, sólo se pueda contemplar de ahora en adelante en el museo de la firma germana, sito en Stuttgart. Es más, su conducción en vías públicas (y, claro, abiertas al tráfico) sólo es posible en Francia gracias a una autorización especial que Porsche obtuvo de las autoridades galas. ¿Qué locura es esta?
RSP: inspiración histórica, alma de competición
La idea de crear un Porsche 963 legal para carretera surgió como homenaje al viaje del 917/30 del conde Rossi en 1975, que unió Zuffenhausen con París. El nuevo RSP replica esa filosofía con materiales de primer nivel, pintura exclusiva Martini Silver y un interior completamente rediseñado en pos de la comodidad, aunque sigue equipando un único bucket con arneses. Por cierto, esas iniciales hacen alusión a Roger S. Penske, el fundador del Team Penske y toda una leyenda de las competiciones estadounidenses de IndyCar y de Nascar, cuya colaboración con Porsche se remonta al 1972. ¡Más de 50 años!
A diferencia de los modelos de competición decorados con vinilos, este 963 luce una pintura integral especialmente fina sobre una carrocería de fibra de carbono y Kevlar, lo que exigió un trabajo altamente meticuloso, según asegura Porsche. El exterior incluye elementos fabricados en negro satinado, como las bisagras o uniones de la carrocería, y una inscripción “963 RSP”.
Por dentro, el cuero marrón y el Alcantara sustituyen a la austeridad de la cabina de un coche de competición. El asiento monoplaza de carbono está tapizado y climatizado, acompañado de un soporte para auriculares y volante, espacio para un portátil y hasta un casco personalizado. Incluso se ha añadido un portavasos impreso en 3D y una caja de herramientas a juego. Existen también dos pantallas, pero no son multimedia.
Impulsión híbrida: ingeniería de circuito adaptada
El Porsche 963 RSP está propulsado por un motor V8 biturbo con 4,6 litros de cubicaje, el cual deriva del RS Spyder de principios de siglo, capaz de entregar unos 680 CV. Utilizado también en el 918 Spyder, este bloque incorpora un cárter plano, carrera corta y dos turbocompresores Van der Lee de baja presión, ubicados en el “lado caliente” para, según la marca, optimizar la respuesta del acelerador. De hecho, afirma que el 80 % de sus componentes coinciden con los del motor del 918, un superdeportivo que ya se está revendiendo por varios millones de euros.
La parte híbrida corre a cargo de los socios técnicos del programa LMDh: Bosch y Williams. El sistema combina una batería de iones de litio de 1,35 kWh, capaz de suministrar entre 22 y 37 CV de potencia extra en aceleración, con un motor-generador eléctrico (MGU) situado entre el V8 y la caja secuencial Xtrac de siete velocidades.
Para adaptarlo a la carretera, el equipo suavizó los amortiguadores Multimatic DSSV y elevó la distancia al suelo discretamente. También se reconfiguraron los controles para habilitar unos intermitentes laterales, luces convencionales y claxon. Aunque el motor térmico mantiene su arquitectura original, fue igualmente recalibrado para funcionar con gasolina estándar, un reto considerable según han declarado los responsables técnicos de este desarrollo. El MGU, por su parte, se programó para entregar su rendimiento en condiciones de tráfico real, de forma más suave. Obviamente, los pasos de rueda y neumáticos Michelin se han modificado para el caso.
Con matrícula especial francesa y apoyo del Automobile Club de l’Ouest, este prototipo puede circular legalmente en vía pública, pero no está homologado para producción. Se trata de una pieza de colección “one-off” que se presentará en Le Mans 2025 y viajará luego a Goodwood.