Estamos en la era de los restomods. Mitos como el Lamborghini Diablo o el Jaguar XJS traídos de vuelta a la vida por pequeñas empresas. Por no hablar de la multitud de Singer Porsche que copan las subastas millonarias cada año. Una industria que explota la nostalgia y la convierte en misiles capaces de superar con mucha diferencia las prestaciones de sus versiones originales. Diseño retro, pero por dentro, más modernos, y por supuesto, más rápidos.

La compañía neerlandesa Aerfal ha rebuscado un poco más a fondo en el catálogo de Porsche y ha decidido revivir a un mito bastante más desconocido que el 911, que habría sido lo fácil, y lo ha encontrado en el 904, popularmente conocido como Carrera GTS, que significó uno de los pasos decisivos de Porsche en la resistencia, antes de los poderosos 908 y 917 que elevaron a la marca de Stuttgart al olimpo del automovilismo.

De origen humilde

En el arte de los restomods, se busca unos pocos coches donantes y se reconstruyen siguiendo el diseño estético original, pero con mecánica y materiales modernos. En este caso, encontrar un 904 donante y someterle a ese cambio radical sería como profanar una obra de arte. Porsche únicamente fabricó 106 Carrera GTS para su homologación para la competición. Las unidades aún con vida son piezas de museo.

Por ello, en Aerfal han tomado prestado un Porsche mucho más terrenal, el Porsche 914. Este pequeño y arriesgado coupé nació de la colaboración entre Volkswagen y Porsche. Se trataba de hacer un deportivo de motor central accesible para el gran público, que terminó siendo un fracaso, pero del que se construyeron, entre 1969 y 1974 casi 120.000 unidades, que hoy día están bien cotizadas.

Con un Flat 8 bajo el capó

Sin embargo, el 914 contaba con un terrenal motor bóxer de 4 cilindros que en su versión más potente, de 2 litros, era capaz de dar únicamente 100 caballos. Muy lejos de las cifras del 904, con un flat 8 (no confundir con un bóxer), que desarrollaba 240 caballos y estaba derivado de la F1.

Y la versión nueva debe ser fiel al original y montar un flat 8 en posición central. Para ello han desarrollado un motor (se rumorea que junto a Cosworth) de 4 litros que puede desarrollar 400 caballos. Aunque, según la marca, “no se trata de perseguir cifras, si no de crear un motor que respira carácter, una banda sonora y unas sensaciones que conectan al conductor directamente con el legado de competición de Porsche”. Y como Porsche retro, siempre refrigerado por aire, y en este caso, de aspiración natural.

Exterior actualizado. Interior de competición

Un viejo chasis de un 914 no sería capaz de soportar tanta potencia. Para ello, Multimatic, la empresa que fabrica los chasis de los Porsche 963 de Le Mans ha modificado el chasis, y Tuthill ha estampado su firma en la suspensión y puesta a punto. También incluye frenos Brembo, neumáticos Michelin y llantas BBS.

El diseño exterior es responsabilidad del diseñador francés, que también ha trabajado en proyectos como el Kiska APG-1, con sus líneas inspiradas en el Lancia Stratos. Con llantas de aleación modernas, faros LED y entradas de aire actualizadas, el diseño es realmente fiel al original, con el mismo perfil inconfundible e incluso con el color plateado clásico de Porsche.

En el interior encontramos asientos tipo baquet forrados en piel, con cinturones de cinco puntos, con pocas concesiones al confort. En el salpicadero, indicadores y volante retro rematan un conjunto que recuerda a sus dos ocupantes que están dentro de un coche de carreras de hace 60 años.

Este es el Aerfal AE94, el enésimo restomod que querrás tener en tu garaje, No tan ostentoso ni extravagante como otras obras, pero que le robará el corazón a cualquier aficionado a la historia del motor.