Nissan Terrano II

Cuatro generaciones del Nissan Terrano II

El mítico Nissan Terrano, el segundo de los grandes todocaminos del fabricante nipón por detrás del Nissan Patrol, llegó al mercado 30 años después de este, sufriendo una profunda renovación en el año 1993 y dando como resultado el nacimiento del Nissan Terrano II.

El fabricante japonés desarrolló este vehículo en colaboración con Ford, dando como resultado el Ford Maverick, un todoterreno idéntico que nunca alcanzó su mismo éxito comercial y dejó de fabricarse en el año 1998. Ambos vehículos se montaban en la planta que Nissan tenía ubicada en Barcelona, hasta que el año 2006 Nissan sustituyó al Terrano II por el X-Trail.

Principales ventajas y desventajas

• Uno de los principales atractivos de este mítico todoterreno es su reconocible diseño exterior, musculoso y con líneas muy cuadriculadas, con la rueda de repuesto en el portón trasero.

• Su interior era bastante rústico, sobre todo en la primera versión que vio la luz, y es que no contaba de serie ni siquiera con elevalunas eléctricos, airbag o aire acondicionado.

• Sin embargo sí cuenta con una habitabilidad interior notable, con espacio suficiente para cinco ocupantes que podían llegar a ser siete en la versión Wagon de chasis largo.

• Pese a su gran tamaño, el maletero del Nissan Terrano II cuenta únicamente con 335 litros, siendo algo ajustado, aunque alcanza los 1.650 si se abaten los asientos.

• El Nissan Terrano II destacó durante toda su vida comercial por ser un vehículo que ofrecía unas sensaciones al volante muy agradables, sencillo de manejar y con buenas aptitudes off-road.

• Sus cifras de consumo, incluso para las versiones de propulsión diésel, son bastante elevadas, siendo complicado bajar de los 10 l/100 km.

• Su precio de salida, teniendo en cuenta las fechas de las que se están hablando, era algo elevado, superando incluso los 30.000 euros.

Características de sus motores

La primera generación del Terrano II contaba con dos mecánicas diferentes, una gasolina y otra diésel. En lo que respecta a la primera, se trataba de un 2.4 de 124 CV, mientras que la segunda era un 2.7 turbo y 100 CV.

Estos motores evolucionaron en su segunda generación, reduciendo su potencia el propulsor gasolina y pasando a entregar 116 CV, mientras que el diésel pasaba a añadir un intercooler con el que llegaba hasta los 125 CV, recibiendo el nombre de 2.7 TDi.

Para su última generación, la que dio comienzo en el año 2002, el fabricante japonés añadió una nueva opción diésel, un 3.0 Di de 154 CV que ya había probado anteriormente en su hermano mayor, el Nissan Patrol. Por su parte, el 2.7 cambió de nombre, pasando a conocerse como Di 2.7. En lo que respecta a la mecánica de gasolina, esta dejó de estar disponible.