BMW 520

El rostro del primer BMW Serie 5, y poco después del primer BMW Serie 3, fue obra del diseñador francés Paul Bracq. Los faros dobles redondos y una fina parrilla de gran formato de BMW en forma de riñón determinaron el aspecto de las nuevas series de la casa. En la primavera de 1972 se presentó ante la opinión pública el BMW 520, el primer modelo de la Serie 5. En un primer momento, el BMW 520 se fabricó en la fábrica central situada en Múnich, aunque a partir de 1973 se comenzó a fabricar en la nueva fábrica de Dingolfing en versión sedán de 4 puertas y motor de 4 cilindros. El motor desarrollaba 85 kW (115 CV) y aceleraba hasta los 173 km/h. Ya desde el principio existía de forma paralela un modelo de inyección, denominado BMW 520i, con 130 CV y que alcanzaba una velocidad máxima de 183 km/h. Mientras el BMW 520i se mantuvo intacto hasta el año 1979, en 1977 el BMW 520 se equipó con un nuevo motor de 6 cilindros y 90 kW (122 CV). Gracias a este motor, el BMW 520 resultaba casi igual de rápido que el modelo de inyección.

Nueva tecnología de catalizador por primera vez en el BMW 520

A mediados de los años 80, BMW puso en marcha un nuevo planteamiento para la clase media superior cuyas prioridades se centraban en una mayor seguridad de conducción y un menor impacto medioambiental. Cuando se comenzó a fabricar la segunda generación de la Serie 5 (1981), el BMW 520 pudo encargarse por primera vez con frenos ABS. El año 1986 trajo consigo el primer catalizador para el BMW 520 que lograba reducir las emisiones de gases contaminantes hasta cumplir lo dictado por la normativa Euro1. Al contrario que los modelos anteriores, este BMW 520 funcionaba con gasolina normal.

El BMW 520 con reminiscencias de la clase superior

Bajo la batuta del nuevo jefe de diseño Claus Luthe, y a partir de 1987, el BMW 520 se rediseñó por completo siguiendo el ejemplo de los grandes Serie 7. El nuevo diseño quedó plasmado en una cédula de ocupantes más amplia con mayor espacio interior, aunque a partir de 1990 éste también se afectó a las motorizaciones. El BMW 520 se equipó entonces con un nuevo motor de 6 cilindros y 24 válvulas con una potencia de 110 kW (150 CV) que permitía llevar el vehículo hasta los 211 km/h y que se convertiría en uno de los motores más fiables y duraderos de la Serie 5. En 1990 el BMW 520 se lanzó al mercado por primera vez en versión familiar.

Nuevo chasis de metal ligero para el BMW 520

A partir de 1995 llegó a los concesionarios una nueva generación del BMW 520. En un principio sólo disponible en versión sedán, aunque a partir de 1997 también en versión touring, el BMW 520 estaba equipado con un chasis más ligero con componentes de aluminio que contribuyó a lograr una reducción del consumo medio de gasolina hasta los 9,6 litros (229 g/km CO2). Con la revisión realizada en el año 2000 hicieron su aparición nuevos motores de 125 kW (170 CV) que se montaron en las versiones sedán y touring. A partir de ese momento, y con la nueva generación, el BMW 520 comenzó a comercializarse también con motores diésel que desarrollaban 100 kW (136 CV).

El BMW 520 con nueva tecnología

Con la introducción de la nueva serie E60 en 2003, el BMW 520 se hizo con otra prestación de la clase superior. Así, la clase media superior se comenzó a equipar de serie con el sistema iDrive, gracias al cual se simplificaba el manejo del aire acondicionado, el navegador y el sistema de audio y se mejoraba la organización y claridad del salpicadero. En 2008, el fabricante reaccionó ante las nuevas exigencias impuestas a los automóviles de clase media superior con nuevos motores más económicos y con la función automática de arranque y detención Start/Stop. El BMW 520 más económico en cuanto a consumo era el equipado con motor diésel de 130 kW (117 CV) que presentaba un consumo medio de 5,1 litros y unas emisiones de CO2 de 136 g/km.