Volvo lanzó el S90 en 2016 para reemplazar a un obsoleto S80, cuyas ventas no funcionaban como los nórdicos deseaban. Cuatro años más tarde, en 2020, este buque insignia recibió una primera actualización para mantener su competitividad frente a la ofensiva germana de Audi, BMW y Mercedes en el segmento E con sus A6, Serie 5 y Clase E, respectivamente. Ahora, el modelo en cuestión vuelve a recibir un lavado de cara estético y tecnológico, más hondo de lo habitual, para no perder cuota de mercado, si bien continúa lejos de las alternativas alemanas.
Claves para conocer los cambios del S90 2025
En esencia, las modificaciones anunciadas por Volvo para el S90 2025 tienen que ver con su diseño y su equipamiento. Por tanto, sigue siendo un gran sedán con 4,97 metros de longitud por 1,88 de anchura y casi tres de batalla, lo que garantiza una segunda fila de asientos muy amplia, sobre todo por espacio para las piernas.
Tampoco cambia su gama de motorizaciones, relativamente ecológicas y eficientes, que continúa contando con un sistema de propulsión de gasolina microhíbrido y otro híbrido enchufable con potencias máximas en torno a 200 y 450 CV respectivamente, salvo sorpresa (no han sido confirmadas), siendo la autonomía eléctrica teórica del PHEV de unos 80 kilómetros, que ya es una cifra muy normal en esta categoría.
Las alteraciones en el plano del aspecto vienen de la mano de los parachoques, el capó, las aletas, la parrilla frontal, las ópticas, el portón, los juegos de llantas y la paleta de colores para la carrocería en el exterior, pues son total o parcialmente nuevos, y de la tapicería y algunos elementos de ornamentación (como el selector de transmisión) en el interior, que no sacrifica elegancia, funcionalidad y ergonomía en pro de una apariencia más moderna o sofisticada.
Aquí también se encuentran novedades de índole tecnológica, como un sistema multimedia operado por Android Automotive con un procesador de última generación y una pantalla central táctil de 11,2 pulgadas a la que acompaña otra, tras el volante, que hace de cuadro de instrumentos digital. Es un equipo similar al del nuevo ES90, su equivalente 100% eléctrico.
Por último, Volvo ha mencionado que ha mejorado la insonorización del habitáculo con base en distintas acciones que no han trascendido. Este incremento del aislamiento acústico podría reforzar la sensación de calidad y hermeticidad de un vehículo destinado a clientes que buscan el prestigio que concede conducir un S90, cuya actualización comenzará a comercializarse en primer lugar en China, donde su llegada está prevista en verano. El resto de países habrá de esperar a finales de 2025 o principios de 2026, según el caso, para recibir unidades. Como referencia, en España, el anterior S90 aún está a la venta desde algo más de 60.000 euros.