El coche que democratizará la movilidad eléctrica dentro del grupo Volkswagen no llevará un número, sino un nombre histórico. El Volkswagen ID. Polo será el encargado de sustituir espiritualmente al utilitario que lleva 50 años en nuestras carreteras, y lo hará con una apuesta técnica y estratégica muy clara: producción española, precio de acceso que la marca pretende fijar desde los 25.000 euros y una plataforma específica para maximizar el espacio interior.

Este modelo es la punta de lanza de una ofensiva eléctrica sin precedentes, siendo el primero de los cuatro nuevos modelos compactos del grupo (junto a versiones de CUPRA y Skoda) que aterrizarán a partir de 2026.

Fabricado en Martorell: corazón español para el gigante alemán

Uno de los puntos clave de este lanzamiento es su ADN industrial. Aunque el diseño ha salido del centro de Wolfsburg bajo la nueva filosofía "Pure Positive" de Andreas Mindt, el ID. Polo es un proyecto liderado por SEAT & CUPRA dentro del Brand Group Core. Su producción se llevará a cabo en la planta de Martorell, consolidando a España como el HUB europeo de los eléctricos pequeños del Grupo Volkswagen.

No se trata solo de ensamblaje; la planta española también integrará la producción de paquetes de baterías, una pieza fundamental para controlar costes y logística en un vehículo donde el margen de beneficio es crítico.

Plataforma MEB+ y tracción delantera

A diferencia de sus hermanos mayores como el ID.3 o el ID.5, que son propulsión trasera, el ID. Polo estrena una evolución de la plataforma modular eléctrica denominada MEB+, diseñada con tracción delantera. Este cambio técnico es vital para el segmento B, ya que permite eliminar componentes, reducir peso y liberar espacio en la zona trasera.

Gracias a esta arquitectura, el ID. Polo ofrece cotas de habitabilidad interesantes. Con 4,05 metros de largo (similar al Polo actual) y una batalla de 2.600 mm, consigue ofrecer un maletero de 435 litros, un 24% más que su homólogo de gasolina.

Gama mecánica: baterías LFP para contener el precio

La oferta mecánica se ha estructurado para cubrir tanto la necesidad de un coche urbano asequible como la de un vehículo capaz de viajar. El ID. Polo estará disponible con tres niveles de potencia iniciales y dos químicas de batería diferentes:

Acceso (116 CV y 135 CV): estas versiones montarán una batería de 37 kWh con química LFP (litio-ferrofosfato). Es la clave para lograr el precio de partida de 25.000 euros, ofreciendo una autonomía que rondará los 300 km y carga rápida a 90 kW.

Rango Extendido (211 CV): dará el salto a una batería NMC (níquel-manganeso-cobalto) de 52 kWh netos, con la que homologará hasta 450 km de autonomía y admitirá cargas de 130 kW.

Polo GTI Eléctrico: confirmado para finales de 2026, el ID. Polo GTI entregará 226 CV, recuperando las siglas míticas para la era eléctrica.

Interior digital y asistentes de clase superior

En el habitáculo, Volkswagen promete un salto cualitativo con un manejo intuitivo (una crítica recurrente en los primeros ID). El coche integrará sistemas de asistencia propios de segmentos superiores gracias a la nueva arquitectura electrónica, incluyendo un Travel Assist mejorado capaz de realizar cambios de carril asistidos en autopista y, por primera vez, reconocimiento de semáforos y señales de Stop.

¿Qué pasa con el Polo de gasolina?

La llegada del ID. Polo no supone la muerte inmediata del modelo de combustión. La estrategia de Volkswagen contempla una convivencia temporal. El Polo actual (basado en la plataforma MQB A0) seguirá en el mercado recibiendo actualizaciones para mantenerse vigente en los países donde la electrificación avanza más despacio, actuando como escalón de acceso a la gama por debajo de esos 25.000 euros.

Con el ID. Polo, Volkswagen intenta cerrar la brecha de precio que hasta ahora frenaba la adopción masiva del coche eléctrico, y lo hace jugando la carta de la nostalgia con un nombre que es historia viva de la automoción, ahora con pasaporte español.