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Prueba: Toyota Auris 2.0 D-4D 126 cv – Un diseño de interiores

En el competitivo segmento de los compactos, las marcas automovilísticas buscan constantemente el elemento que haga diferente y más atractivo a su coche.

En el Auris, Toyota ha apostado por el diseño, con un interior innovador en el que busca la máxima comodidad en la conducción con la ayuda de la última tecnología. Todo ello bajo una carrocería con unas líneas muy características de la firma japonesa.
Algo menos de 25.500€. Ese es el precio de un Auris cinco puertas con motor diesel 126CV, acabado Sol y las opciones de pintura metalizada, faros de Xenón, Bluetooth y navegador. Estas son las características de la unidad probada del modelo de Toyota que tiene la difícil tarea de sustituir al Corolla.   

Consola con forma de arco

El primer elemento que llama la atención de cualquier persona que se monte en la parte delantera del Auris es la consola central en forma de arco, que se prolonga desde el salpicadero hasta el espacio situado entre los dos asientos. Allí nace un original freno de mano, que orientado diagonalmente alcanza la palanca de cambios y los controles del navegador, el climatizador y la radio.

Esta curiosa configuración provoca una extraña sensación en la parte delantera del habitáculo, en la que no suele ser habitual un elemento tan elevado entre las plazas del conductor y el pasajero. La principal causa de la altura de esta consola central es la posición de la palanca de cambios, que según los ingenieros de Toyota está situada en la posición más adecuada ergonómicamente hablando. Sin embargo, a la hora de realizar constantes cambios de marcha en la conducción en ciudad, da la impresión de que la situación de la palanca es demasiado alta, seguramente debido a que a pesar de ser la mejor postura ergonómica, no se trata de la más habitual.

Moderna instrumentación

Algo que si se está haciendo cada vez más habitual es el arranque sin llave, que está incluido en el acabado Sol del Auris. Por ello, para poner en funcionamiento el motor hay que pulsar un botón situado entre la consola central y el volante, junto al que se encuentra el segundo punto más llamativo del interior del coche: la instrumentación. Las dos grandes esferas que informan sobre la velocidad y las revoluciones del motor, y los cilindros que emergen del interior de ambas con otros datos, son los responsables de su atractivo diseño, que está acompañado de una efectiva iluminación con tecnología LED que reduce el cansancio de la vista durante la conducción.

Desde el volante se maneja el control de velocidad de crucero y los mandos de la radio, que es difícil de utilizar si se tiene la opción del navegador. Y es que en ese caso, la pantalla de la consola central queda casi completamente ocupada por el GPS, haciendo complicada la visión de la información sobre el funcionamiento del equipo de audio. Se trata del inconveniente de disponer de un navegador con una pantalla táctil de gran tamaño, que permite orientarse echando un simple vistazo y facilita su uso al no tener que dirigirlo con otros botones.

En el interior también destacan el gran número de compartimentos que permiten tener guardados pero al alcance de la mano, una gran cantidad de pequeños objetos. La doble guantera, el espacio entre los dos asientos delanteros y el existente bajo el curioso freno de mano, son algunos ejemplos de estos prácticos elementos.    

Motor

El motor Toyota 2.0 D4-D es un diesel con sistema common rail que alcanza los 126CV a 3.600 rpm y que tiene un par máximo de 300 Nm entre las 1.800 y las 2.400 vueltas. Este último dato se aprecia perfectamente a la hora de pisar el acelerador del Toyota Auris. Hasta que el motor no alcanza las dos mil revoluciones, el coche no responde de una forma muy ágil, algo habitual en los motores diesel y que puede dificultar algunas aceleraciones, como en las incorporaciones a las autovías.

Por lo tanto, en la conducción en carretera es aconsejable cambiar de marcha cuando el cuentarrevoluciones se acerque a las tres mil vueltas, a pesar de que el indicador de cambio eficiente de marcha recomiende hacerlo antes. Esta es otra de las ayudas a la conducción que incorporan todos los Auris con cambio manual, y consiste en dos flechas situadas en el panel de instrumentos que se encienden cuando la gestión electrónica del motor cree que es el momento idóneo para cambiar. Se trata de un sistema que según Toyota tiene el objetivo de reducir el consumo y las emisiones de CO2, por lo que es un buen sistema para la conducción en ciudad, aunque parece poco efectivo en carretera.

Control de estabilidad de serie

El Toyota Auris incluye de serie la última tecnología en sistemas de ayuda a la conducción. El control de estabilidad y el control de tracción, denominados por la marca japonesa con las siglas VSC y TRC, vienen de serie en cualquier versión del Auris, al igual que el ABS, el distribuidor electrónico de la fuerza de frenada (EBD) y el asistente a la frenada de emergencia (BA).

Este completo equipamiento es uno de los responsables de que su precio no se encuentre entre los más baratos de los compactos. Los 25.420€ de la versión probada (teniendo en cuenta que la opción del navegador cuesta 2.500€), ponen al Auris a la altura del Volkswagen Golf, siendo su precio considerablemente superior al de otros compactos como el Mégane, el C4, el León.

Por lo tanto, se trata de un coche idóneo para aquellos que buscan la última tecnología y un buen equipamiento en un automóvil compacto, aunque para ello estén dispuestos a pagar un poco más.

(El Toyota Auris con motor D-4D 126CV tiene un consumo combinado de 5,4 litros por cada 100 kilómetros, y emite 144 gramos de CO2 por kilómetro. Este modelo ha conseguido las 5 estrellas EuroNCAP y la máxima calificación de su segmento en la seguridad de adultos)

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