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No hay nadie como él

El segmento C aguanta el tirón de los SUV, y lo hace a base de ofrecer modelos como este Skoda Scala. Erigido sobre la base de un utilitario ofrece el dinamismo de un compacto y el espacio de carga de una berlina tiene todo lo necesario para poner muy difíciles las cosas a los pesos pesados.

Skoda es, junto con KIA y Hyundai, una de las marcas que más ha evolucionado en cuanto a calidad en los últimos años. Un claro ejemplo de ello es el Scala que ponemos a prueba en estas líneas y que ha superado, con creces a su predecesor, el Spaceback.

Cierto es que al primer golpe de vista la evolución estética no parece haber sido demasiado profunda, pero a poco que nos fijemos bien veremos cómo los diseñadores checos han dotado a este Scala de una silueta muy sugerente. No en vano, estrena innumerables detalles que ya han empezado a implantarse en el resto de modelos de la firma.

Imagen muy elaborada

Nos referimos, entre otros, a la colocación del emblema Skoda en el portón, dotándole de un aire más refinado. El frontal también adquiere un nuevo matiz. Heredado del que se mostró en el Vision RS, destaca su aspecto afilado gracias al montaje de una parrilla baja y ancha y de unos grupos ópticos alargados, con un diseño en punta de las luces diurnas y tecnología Full LED en los acabados más altos.

La zaga es igual de sugerente y quizá es la parte que más nos recuerda al Spaceback, sobre todo gracias al portón acristalado. Los pilotos traseros afilados se encargan de darle ese halo elegante mientras que el conjunto se completa, en el caso de nuestra unidad equipada con el acabado Sport, con un atractivo color Gris Steel y con unas llantas de 19 pulgadas (18 de serie).

Conjunto que, todo dicho sea de paso, se presenta bajo unas dimensiones compactas con 4,36 metros de largo, 1,79 de ancho y 1,45 de alto. Cotas que le sitúan justo en el corazón de un segmento C que sigue estando muy disputado pero que ve cómo sus ventas se siguen reduciendo en post de los SUV de similar tamaño y que confirman lo aprovechable que resulta la nueva plataforma MQB A0 del Grupo Volkswagen.

Plataforma de utilitario…

Sí, ha leído bien. Este Skoda Scala, con su silueta y cotas de compacto se sostiene sobre la misma base que ha dado forma a los SEAT Arona, Volkswagen Polo o Audi A1 Sportback, es decir, vehículos que superan por poco los 4 metros de largo.

¿Qué implica esto? Muy sencillo, abaratar la tarifa de un modelo que, con los descuentos aplicados, parte de los 13.990 €, situándole como una alternativa más que atractiva frente a los Ford Focus, Opel Astra, Peugeot 308, entre otros. Cualidad que también tiene aspectos negativos, sobre todo a la hora de valorar la seguridad, pues pese a ir muy bien equipado en este aspecto, entendemos que esta plataforma acepta menos sistemas de lo que lo hará, por ejemplo, el futuro SEAT León.

…espacio de compacto

Ahora bien, quizá lo que más sorprenda es su habitáculo. No solo por estrenar un nuevo lenguaje de diseño sino, principalmente, por el espacio que atesora. Cierto es que Skoda nos tiene mal acostumbrados a ofrecernos modelos muy amplios, pero este Scala ha dado un paso evolutivo más. Los 2,64 metros de batalla le sitúan en la media de su segmento, perfecto, pero hay que recordar que un SEAT Ibiza o un Volkswagen Polo, erigidos sobre la misma base cifran su distancia entre ejes en los 2,56 metros, es decir, 8 cm menos.

En la práctica, esto se traduce en una zona trasera muy espaciosa, con nada menos que 77 cm de hueco para las piernas con un conductor de 1,80 situado delante. La cota de altura también es buena y en nuestro caso nos han sobrado casi otros 10 cm para tocar con el techo. La anchura es, quizá, su punto más débil ya que tres pasajeros lo pasarán regular para acomodarse.

Y por si eso no fuera suficiente el maletero hace gala del Skoda que es al cubicar, atención, 467 litros. Para ponernos en contexto de nuevo, decir que el León o el Golf cubican 380 litros cada uno, mientras que el resto de sus principales rivales no sobrepasa los 400 litros (a excepción de los 478 litros del Civic, líder absoluto) y en el caso de los Ibiza o Polo, esta se queda en 350 litros.

Capacidad que acompaña de unas formas cuadradas, de una boca de carga amplia, de un umbral bajo y de un portón eléctrico. Si requerimos más espacio, siempre podremos abatir los asientos y gozar de los 1.400 litros disponibles aunque sin piso plano.

Calidad de primera

Como decíamos antes, el puesto de conducción estrena un nuevo lenguaje de diseño, el cual ya se ha implementado por ejemplo en el Kamiq. A destacar, claro está, la pantalla central de 9,2 pulgadas de nuestra unidad (de serie viene con una de 8) correspondiente al sistema Amudsen, con una resolución excepcional y un manejo ultra intuitivo.

Junto a este monitor, el Scala se suma a la moda de los cuadros de instrumentos digitales que, en este caso concreto, con sus 10,25 pulgadas resulta muy sencillo de manejar. Sí destacamos la inclusión de un freno de mano tradicional en lugar de uno eléctrico que hubiera dado más amplitud a la consola central, pero es una de las penalizaciones de utilizar esta plataforma.

Por su parte, tanto el confort de marcha como la calidad de fabricación son excelentes. Los asientos de corte deportivo son extremadamente cómodos mientras que los ajustes ofrecen un nivel elevadísimo, sin fisuras y con unos ensamblajes muy notables. Además, la zona frontal del salpicadero está recubierta de un plástico mullido y aunque nuestra configuración no era muy llamativa, el modelo sí permite molduras decorativas bastante atractivas.

Equilibrista

Un puesto de conducción desde el que manejaremos un vehículo construido para el confort. Cuando en su momento probamos los Ibiza o Polo ya alabamos el excelente trabajo del Grupo Volkswagen en la fabricación de esta plataforma. Sin llegar a ser vehículos de corte muy deportivo, sí transmiten unas sensaciones muy buenas, con una pisada firme y estable así como una precisión en los giros muy elevada.

Cualidades que se extrapolan igualmente a este Scala. Ya decimos que prima el confort, está claro, con una suspensión suave que filtra las irregularidades del terreno pero que, a su vez, no mueve demasiado la carrocería en tramos sinuosos. Hecho que se mitiga con el montaje de los amortiguadores activos de nuestra unidad y que ofrecen dos configuraciones, Normal y Sport.

Un conjunto que se acompaña de una dirección precisa (su dureza también varía en función del programa de conducción escogido) y de unos frenos que cumplen con solvencia. Todo secundado por un motor, el 1.5 TSI EVO de 150 CV que parece tener más fuerza que cuando lo probamos en el SEAT Tarraco. Es normal, mientras que en aquella ocasión debía arrastrar casi 1.800 kilos de SUV, en este caso se queda en unos exiguos 1.265 kilos de Scala, lo que facilita y mucho su empuje.

Se le nota ligero desde las 1.800 rpm llegando hasta más allá de las 4.000 rpm sin perder fuerza. La transmisión DSG de siete relaciones es una buena compañera para realizar trayectos tranquilos, pues en zonas reviradas se le nota algo lenta a la hora de realizar retenciones o de rebajar la marcha para salir con contundencia una vez hemos hundido el pie derecho.

En lo que a economía de combustible se refiere, gracias al sistema de desconexión de cilindros, el gasto medio obtenido durante la prueba fue bastante correcto, con 6,3 l/100 km conseguidos realizando todo tipo de trayectos.

En resumidas cuentas

No cabe duda de que Skoda ya no es lo que era y el Scala llega para demostrárnoslo una vez más. El fabricante checo no solo ha sabido aprovechar al máximo la plataforma MQB A0 sino que propone un producto muy redondo para competir en un segmento ultracompetido y todo ello sin olvidar un precio de derribo.

Si bien la gama arranca en los 16.990, para optar por nuestra unidad deberemos ya tener un colchón económico cercano a los 26.000 €. Pero como suele ser habitual en Skoda, si aplicamos todos los descuentos posibles, no es descabellado tener un Scala como el nuestro, sin opciones (que tiene muchas), por algo más de 20.000 €.

Ficha Técnica Skoda Scala 1.5 TSI EVO 150 CV DSG Sport

Motor: Gasolina, cuatro cilindros en línea, turbo

Cilindrada: 1.498 cm3

Potencia: 150 CV entre 5.000-6.000 rpm

Par: 250 Nm entre 1.500-3.500 rpm

Velocidad Máxima: 219 km/h

0-100 km/h: 8,2 seg

Consumo (urbano/extraurbano/mixto): 4,2/6,4/5 l/100 km

Consumo (mixto en prueba): 6,3 l/100 km

Emisiones CO2: 113 gr/km

Dimensiones: 4.362 / 1.793/ 1.471 milímetros

Maletero: 467-1.400 litros

Peso: 1.265 kg

Cambio: Automática, de doble embrague, de siete velocidades

Depósito: 50 litros

Precio: 26.000 euros

Precio ud. probada: 32.645 euros

¿Preparado para lo siguiente?

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