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Prueba: Nissan Qashqai DIG-T 163 CV Tekna+ – Sin rival

No importa cómo de numerosa sea la competencia o cómo haya crecido el segmento, que el Nissan Qashqai sigue intratable liderando su segmento.

Nosotros hemos probado la versión tope de gama, asociada al motor de gasolina más potente, el DIG-T de 163 CV y tras conocerle bien a fondo seguimos entendiendo por qué el crossover japonés sigue sin tener rival. ¿Quieres descubrirlo con nosotros? Sigue leyendo. ¿Conoces esa sensación en la que por mucho que lo intentes, siempre hay alguien que, incluso realizando el mínimo esfuerzo, sigue por delante de ti? Pues eso es lo que le pasa a todos los C-SUV de la actualidad con el Nissan Qashqai. No importa cuántos rivales aparezcan o lo difícil que se lo pongan, que el crossover japonés sigue liderando un segmento que él mismo creó hace diez años.

Sí, parece que fue ayer, pero ya ha pasado una década desde que Nissan revolucionara el segmento con la primera generación del Qashqai. Un vehículo que sorprendió a propios y extraños gracias a un diseño más robusto, a una carrocería elevada y a un habitáculo igual de amplio que los compactos del momento (grandes dominadores del sector). Un cúmulo de cualidades que le permitieron ganarse el cariño de la crítica y, sobre todo, del público, quien en poco tiempo le encumbró al número uno de la lista provocando, de paso, que la marca consiguiera salir del letargo en el que se había metido.

Ahora, el Qashqai ha alcanzado su madurez con una segunda generación que no solo ha superado a su predecesor, sino que ha provocado que otros modelos de la marca, como el X-Trail se reflejen en él mismo a la hora de renovarse. Y ya que mencionamos la renovación, Nissan ha decidido que ya era el momento de presentar esa actualización de gama que le sirva para estar vigente hasta que aparezca la esperada tercera generación.

Gana en ‘guapura’

Un restyling, el típico de mitad de vida comercial, que, como es obvio, ha afectado al diseño. De esta forma, el Nissan Qashqai que te traemos hoy aquí ofrece una cara ligeramente distinta, con un morro más perfilado y agresivo gracias al montaje de unos paragolpes más prominentes y de una parrilla V-Motion más agresiva. Los faros delanteros se estilizan y añaden la tecnología Full LED en las versiones más altas, como nuestro Tekna+. La tira lumínica diurna también cambia de forma, al igual que el capó, que gana en volumen.

Ficha Técnica Nissan Qashqai DIG

Motor: Gasolina, cuatro cilindros en línea, turboalimentado

Cilindrada: 1.618 cm3

Potencia: 163 CV a 5.600 rpm

Par: 240 Nm entre 2.000-4.000 rpm

Velocidad Máxima: 200 km/h

0-100 km/h: 8,9 seg.

Consumo (urbano/extraurb./mixto): 7,4 / 4,8 / 5,8 l/100 km

Emisiones CO2: 134 gr/km

Dimensiones: 4.394 / 1.806 / 1.590 milímetros

Maletero: 430-1.598 litros

Peso: 1.390 kg.

Cambio: Manual, de seis velocidades

Depósito: 55 litros

Precio: 32.000 euros

Precio ud. probada: 33.200 euros

En la zaga, los cambios son menos visibles aunque se observan nuevos grupos ópticos y un paragolpes con inserciones cromadas; mientras que la vista lateral gana en deportividad gracias al inédito diseño de las llantas de aleación  de 19 pulgadas que montaba nuestra unidad. Por último, los ojos más ávidos notarán que la antena pasa a ser ahora de tipo ‘aleta de tiburón’ e incluso habrá alguno que perciba que el Bronce Chesnut (este marrón suave) de la carrocería es nuevo, al igual que la opción de pintar tanto las carcasas de los retrovisores como las barras del techo en plata satinado (opción que solo está disponible en el acabado Tekna+).

Confort de primera

De puertas para dentro las modificaciones son sutiles pero las hay. Aparecen nuevos asientos (cambian desde el acabado N-Connecta) con una butaca más larga, un respaldo más envolvente y un tapizado en cuero más elegante. El volante también es nuevo y lo hereda del nuevo Micra. Tiene la parte inferior achatada, los mandos están mejor integrados en él y su diámetro es ligeramente más reducido. Por lo demás, lo más destacado es la mejora en el empleo de los materiales y en el ajuste de los mismos consiguiendo que el conjunto haya dado varios pasos hacia delante en lo que a calidad percibida se refiere.

Para finalizar con el interior del coche, ya que no cambian ni la zona trasera ni el maletero (con 430 litros y sin posibilidad de optar por un portón eléctrico), decir que aparece un nuevo sistema de sonido firmado por BOSE (es opcional y cuesta 600 €) al tiempo que el sistema multimedia Nissan Connect recibe ciertas mejoras que afectan a su interfaz y al navegador, haciéndolos más rápidos e intuitivos.

Bien protegido

En materia de seguridad, Nissan ha hecho los deberes y ha dotado al Qashqai de un mayor número de asistentes entre los que aparecen la alerta por tráfico cruzado trasero o el reconocimiento de peatones en el asistente de frenada de emergencia en ciudad. Dos sistemas que se unen a los ya conocidos, y aglutinados bajo el Safety Shield, como son la alerta por cambio de carril y por objetos en el ángulo muerto, el detector de fatiga o la cámara de 360º.

En los próximos meses, se añadirá la función ProPilot con control de velocidad de crucero adaptivo, asistente de conducción atascos y sistema activo de mantenimiento de carril, que permitirán al Qashqai gozar de cierta autonomía a la hora de circular, pero siempre con la atención del conductor puesta en la carretera.

Una opción a tener en cuenta

La gama mecánica tampoco sufre variaciones. Por eso, aunque somos conscientes de que las mecánicas diésel tienen mucha fuerza en este segmento, también sabemos que su tirón va decreciendo con el paso de los meses. De ahí que para esta prueba hayamos optado por escoger el motor más potente de la gama y que, precisamente, surge a partir de un propulsor de gasolina.

Se trata del bloque de cuatro cilindros y 1.6 litros, con turbo, que desarrolla nada menos que 163 CV. Una unidad que sobresale por su refinamiento y su excelente empuje desde un régimen de vueltas bajo, cercano a las 1.500 rpm. Apenas emite vibraciones y es una delicia ver cómo con una marcha larga engranada es capaz de mover los 1.390 kilos de peso (su reducido peso es otra de las ventajas del coche) sin remolonear lo más mínimo. El sonido que se percibe también es escaso, pero aquí parte de culpa la tiene la ganancia en el aislamiento del modelo, que monta cristales más gruesos que reducen la sonoridad.

Ahora bien, solo se puede combinar con la caja de cambios manual de seis relaciones y con la tracción delantera. Si por algún casual quisieras optar por la CVT Xtronic o por la tracción total, deberás irte al dCi de 130 CV, aunque eso sí, por separado ya que tampoco existe la opción de tener un Qashqai 4x4-i con Xtronic.

De esta forma, no solo las cualidades camperas del modelo se reducen (tampoco es que fueran a ser muy elevadas con un neumático con medida 225/45 R19), sino que también perderemos algo eficacia si circulamos sobre terrenos asfaltados pero resbaladizos. Sea como fuere, el conjunto mecánico es excelente, pues la transmisión manual destaca por ofrecer unos desarrollos bien escalonados, mientras que el consumo, aunque lejos del oficial (5,8 l/100 km) registró unos más que aceptables 7,2 litros en ciclo medio.

En el apartado dinámico, Nissan asegura haber revisado tanto la suspensión como la dirección. Del primero, notamos un mejor filtrado en tramos rotos y bacheados. Es muy sutil, pero sí se nota un conjunto más confortable que antes. Igualmente, para aumentar la estabilidad, se han instalado unas barras estabilizadoras algo más gruesas que antes aunque lo cierto es que en tramos revirados el Qashqai sigue situándose en la parte media de su segmento, muy lejos de los reyes del dinamismo como son el Ateca o el Kuga.

Por su parte, la dirección sí se nota más reactiva. La marca asegura que la ha mejorado añadiendo a su gestión electrónica una tecnología denominada control activo de recuperación, que no solo le hace ganar en rapidez sino que también mejora el retorno a su posición inicial. Aquí, pasa lo mismo que con la suspensión. Sí percibimos una mejora respecto a su predecesor, pero no lo suficiente para luchar de tú a tú contra los rivales antes mencionados.

En resumen

Hablar de Nissan es hacerlo del Qashqai y hablar del Qashqai es hacerlo de un best-seller que tiene todo a su favor para seguir marcando una época. Con esta actualización, el crossover japonés consigue fortalecer algunos de sus puntos débiles (todavía le quedan no os creáis) permitiéndole abrir todavía más brecha entre él y sus rivales más directos. Ahora bien, estas mejoras las consigue también a golpe de talonario, porque como te hemos dicho nuestra unidad iba asociada con el acabado más alto, el Tekna+ que parte de un precio, sin descuentos, de 32.000 €.

Si bien más allá de las mencionadas pintura metalizada Bronce Chesnut (500 €) y equipo de sonido BOSE (600 €) a los que se une la rueda de repuesto de emergencia (100 €), el listado de opcionales queda vacío dejándonos un modelo súper equipado al que, además, se añade un descuento comercial de 4.150 € con recompra de vehículo usado y financiación. No obstante, quien no disponga de dicha cuantía en el banco, siempre puede optar por un Qashqai Acenta, bastante menos equipado, por 20.100 € con los descuentos incluidos.

¿Preparado para lo siguiente?

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