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Prueba: Nissan Qashqai 2.0 150 cv 4x4 – ¿Qué soy?

Parece un SUV, de manera opcional dispone de tracción a las cuatro ruedas, por lo que parece apto para corretear por el campo. Nosotros hemos descubierto cuales son las aptitudes del Nissan Qashqai con un motor diesel de 150 CV y tracción a las cuatro ruedas.

Este japonés irradia desde su exterior el auténtico encanto de un SUV sin resultar molesto o basto. Y es que, a pesar del todo, el Qashqai destaca entre las multitudes. El número de matriculaciones no hacen más que confirmar que Nissan debe valer la pena. ¿Pero hay algo más allá del atractivo aspecto de este cuatro ruedas compacto?

Como en un trono

Como cabe esperar en un SUV, la entrada al vehículo es alta,lo cual resulta cómodo. Con el equipamiento Tekna probado, el habitáculo recibe al conductor con asientos terminados en cuero. No obstante, llama la atención que este material natural no tenga pinta de ser realmente de calidad. En los asientos delanteros, las personas de gran tamaño perciben que, a pesar de que el equipamiento sea europeo (el Qashqai ha sido diseñado en Europa y fabricado en Inglaterra), sus dimensiones corresponden más bien a las de los asiáticos. Respaldo y banqueta son demasiado cortos. La zona superior de los hombros no tiene donde apoyarse y los laterales no son nada ergonómicos. Es perdonable el hecho que el copiloto no disponga de ajuste de altura.

El interior no recuerda en absoluto al de un todoterreno sino más bien a una berlina compacta normal y corriente. Hay que recordar que el Qashqai es realmente un vehículo compacto: mide poco más de 4,30 metros (apenas un palmo más que el Opel Astra). Así que no sorprende que la oferta de espacio sea la acertada. Tanto en la parte delantera como en la trasera se dispone de espacio suficiente para la cabeza, los hombros y las piernas.

Arranque del motor sin llaves

El manejo es sencillo a la par que lógico, pero lamentablemente el sistema de arranque del motor sin llave resulta molesto. Si no se pisa el freno, el interruptor giratorio (situado exactamente donde se suele encontrar la llave) no gira y, para pararlo, se debe pulsar adicionalmente un botón. Un extra muy útil es el navegador con visión trasera, que por otro lado cuesta adicionalmente 3.150 euros. Dicho navegador queda muy bien en el panel de instrumentos y está conectado a una cámara de marcha atrás que permite aparcar con precisión milimétrica.

En principio no hay nada que objetar en lo que respecta al acabado, nadie espera que el nivel sea superior. Así uno perdona que los expulsores de aire laterales, al estilo del Dacia Logan, parezcan de mala calidad y que el plástico alrededor del navegador y del embellecedor de las aletas no esté perfectamente desbarbado. Lo que no es perdonable es que el ángulo de abertura del portón trasero sea tan reducido, lo que supone todo un calvario para personas que midan más de 1,80 m. Por otro lado, el maletero da cabida a un volumen superior a 400 litros y, aprovechando el volumen de carga al máximo, caben más de 1.500 litros. Cifras que igualan las del Golf Variant, que mide 25 cm más.

Gran depósito

El depósito del Qashqai convence al igual que el maletero. Al contrario que otros vehículos de tamaño similar, el depósito da cabida a 65 litros de combustible. En nuestro circuito de consumo el motor diesel se conformó con 6,7 litros. Durante las pruebas, casi exclusivamente sin todoterreno, por el conducto del Common Rail pasaron 8,0 litros: un valor nada despreciable para un vehículo zanquilargo de 1.700 kg y con 150 CV.

Presentación convincente

El motor accionado por cadena y con una potencia de 320 Nm impresiona por su gran suavidad de marcha y su excelente comportamiento de respuesta. Solo se deja oír con fuerza cuando se arranca en frío. Tras meter las primeras 3 marchas, el motor 2.0 dCi precisa de poco más de 10 segundos para superar el límite de los 100 km/h. Nissan señala que la velocidad máxima es de 190 km/h. Aquí es donde se hace notar la altura del vehículo y la amplia superficie frontal: se quiera o no, por autopista el Qashqai lleva pegado a su trasero un Seat Ibiza con 105 CV.

Pero este Nissan no ha sido concebido para ir a todo gas. Para ello, los japoneses cuentan en su gama de productos con el 350 Z y el GT-R. El Qashqai se pretende destinar más bien para viajar de forma relajada, a lo que contribuye la amortiguación, aportando aún mayor confort. ¡Gracias Nissan! Y es que este tipo de vehículo no se merece un chasis con el que se pueda salir disparado. Así también se va seguro. Vale, la valoración no está totalmente exenta de crítica: transmite los baches acanalados cortos sin vergüenza alguna a los pasajeros, pero eso es todo.

Apto para largos recorridos

El bajo nivel de ruido contribuye asimismo a que este vehículo resulte ideal en los largos recorridos. El viento empieza a silbar a partir de los 160 km/h, cuando de todos modos se deja de percibir el motor. La caja de cambios permite cambiar entre las 6 marchas de forma nítida y precisa pero, no obstante, no disimula el retardo que presenta el turbo. Asimismo, tras cada cambio rápido de marcha, esta combinación se puede permitir una breve pausa para recuperar el aliento y establecer de nuevo la presión de admisión. El que desee seguir coqueteando con la idea del confort, deberá hacerse con un sistema automático (1.500 euros adicionales). Pero ¡ojo!, con dicho sistema la capacidad de remolque se reduce de 1.400 a 1.200 kg.

Mientras el botón giratorio en el túnel central se encuentre en la posición 4WD, este vehículo tendrá tracción para dar, tomar y regalar. De este modo se logra más dinámica en las curvas puesto que se reduce la tendencia del subviraje. Los frenos de 296 milímetros prometen una detención segura del eje delantero que, combinados con los neumáticos Dueller de Bridgestone 215/50 R17 frenan el Qashqai en seco en menos de 40 metros.

Hacia Pernambuco

Las ruedas se convierten en un problema cuando uno se decide viajar por terrenos tortuosos. Para descubrir sus límites no es necesario desplazarse hasta Pernambuco: en los alrededores de Munich existen posibilidades suficientes para comprobar que sus características todoterreno dejan mucho que desear. Que quede bien claro: la tracción a las 4 ruedas de láminas con distribución variable de la fuerza resulta divertida sobre un suelo suelto. Con el programa electrónico de estabilización desactivado se puede disfrutar derrapando sobre la parte trasera mientras que la tracción se manifiesta de forma majestuosa. Este "rallye" se ve limitado en primer lugar por los neumáticos de carretera y, en segundo lugar, porque el vehículo es un tanto bajito. Así pues, repetimos que es más bien un monovolumen familiar con tracción a las 4 ruedas que un SUV. Mejor así puesto que, de todas formas, poca gente viaja a campo traviesa.

Garantía de 3 años

Excelente es asimismo la garantía de 3 años. No tan positivo resulta el inflexible intervalo de inspección cada 20.000 kilómetros, o bien una vez al año. Lo que sí nos parece aceptable es el precio de nuestro coche de prueba. El Nissan Qashqai 2.0 dCi 4x4 en la versión lujosa Tekna cuesta al menos 28.550 euros, con un equipamiento de a bordo de, por ejemplo, los monofaros xenon, techo de cristal panorámicio y llantas de 17 pulgadas. ¿Extras en el equipamiento superior Tekna? ¡Ninguno! La lista está vacía, apenas incluye el sistema de navegación con cámara de marcha atrás. La versión más económica del Qashqai (sin tracción a las 4 ruedas) es el Visia 2.0, con un motor de gasolina de 140 CV a un precio de 18.650 euros. Por el mismo importe, se puede optar por la calefacción de estacionamiento auxiliar.

En resumen

El Nissan Qashqai 4x4 es un cowboy de la metrópoli que también desempeña un buen papel más allá del asfalto. La versión con tracción a las 4 ruedas vale la pena solo si se va a viajar sobre carreteras muy nevadas o si se remolcan a menudo hasta 1,4 toneladas. Es decir, para la mayoría basta con la variante de tracción delantera que cuesta 2.000 euros menos. Se recomienda el excelente 2.0 dCi. Por lo demás, el Qashqai constituye un automóvil estable y potente. El que no mida más de 1,90 metros podría llegar a ser feliz con este coche.

¿Preparado para lo siguiente?

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