En menos de tres lustros de vida, el Nissan Qashqai suma ya más de cinco millones de unidades vendidas en todo el mundo. De ellas, más de tres millones se entregaron en Europa y casi 400.000, en España. Un dato que juega muy a su favor es que, además, el 90% del parque sigue en funcionamiento hoy por hoy. Con más de una década de liderazgo indiscutible entre los SUV compactos, es hora de conocer ya cómo es esta tercera generación del Nissan Qashqai, que llega para continuar por el sendero del éxito y para seguir alargando su reinado en el mercado de los crossovers.

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Novedades, sí... pero solo las necesarias

El exterior del nuevo Qashqai no supone ninguna revolución. ¿Para qué cambiar en exceso algo que ya funciona...? Las novedades se ciñen solo a lo justo y necesario. Así pues, encontramos una cara mucho más moderna gracias a la nueva forma de las ópticas -con tecnología led de serie-, una parrilla más amplia, unos paragolpes más agresivos y aerodinámicos, nuevos colores de carrocería y nuevos diseños de llantas cuyo tamaño llega ahora hasta las 20 pulgadas.

También apreciamos ciertos detalles que evidencian un salto en lo que a calidad percibida se refiere, como la insignia de Qashqai plasmada en las aletas delanteras o el hecho de que los retrovisores estén colocados en los propios paneles de las puertas, en lugar de en las proximidades del pilar A.

Todo en conjunto, sumado a unas nervaduras más marcadas tanto en el capó como en el perfil, proporcionan al nuevo Qashqai una imagen más dinámica que la de su antecesor.

Un Qashqai más espacioso y tecnológico

En el interior notamos un mayor espacio, sobre todo en las plazas traseras, debido al uso de la nueva plataforma CMF-C de la Alianza. De hecho, ganamos cotas para las rodillas y para los hombros, porque también es algo más ancho. El acceso, además, es inmejorable, ya que las puertas se abren en 90º. Asimismo, es notoria la utilización de materiales más nobles al tacto y a la vista en el salpicadero, consola central y paneles de puertas.

Por supuesto, la tecnología va un paso más allá. Los asistentes a la conducción han evolucionado (se nota mucho la mejoría, por ejemplo, del sistema ProPilot), pero es que también vemos nuevas pantallas y de mayor tamaño. Hay hasta tres: una de 12,3 pulgadas para la instrumentación digital (de serie desde el acabado N-Connecta), un Head-Up Display de 10 pulgadas (de serie en el nivel Tekna) y una pantalla central táctil de 8 o 9 pulgadas, dependiendo del acabado.

Gama mecánica del nuevo Qashqai 2021

Y llegamos a la madre del cordero: la gama de motores. El nuevo Qashqai continúa con el 1.3 de gasolina que tenía en su anterior modelo, pero en este caso aparece en escena la microhibridación. Todas las opciones van acompañadas de una red eléctrica de 12 voltios que en concreto añade 22 kg al conjunto y que le permite lucir la etiqueta Eco de la DGT.

• 1.3 de 140 CV con caja de cambios manual de seis relaciones y tracción delantera.
• 1.3 de 158 CV con caja de cambios manual de seis relaciones y tracción delantera.
• 1.3 de 158 CV con caja de cambios automática XTronic de variador continuo y tracción delantera.
• 1.3 de 158 CV con caja de cambios automática XTronic de variador continuo y tracción total.

A ellos se unirá el año que viene un Qashqai e-Power con un 1.5 de gasolina que actuará como generador de corriente para un motor eléctrico de 190 CV que será el encargado de mover las ruedas. Esta tecnología no llega a catalogarse como híbrido convencional ni como eléctrico de autonomía extendida, por lo que todavía no está confirmado qué etiqueta medioambiental llevará.

En cuanto a la transmisión XTronic, el centro técnico de Barcelona ha trabajado en adaptarla más al gusto europeo, dotándola de una mayor suavidad para conducción normal y de una mayor viveza para conducción deportiva.

Nueva plataforma para un coche mucho más ágil

Para explicar el comportamiento dinámico del nuevo Qashqai hay que hablar de la nueva plataforma CMF-C. Y es que este esqueleto ha permitido hacer un coche hasta 60 kg más liviano y hasta un 41% más rígido. Eso sí, conviene aclarar que, aunque sí es bastante más ágil, no ha perdido el confort necesario en todo compacto a la hora de viajar o circular por ciudad.

La suspensión lleva por lo general un eje rígido trasero que, como decimos, ya ofrece una buena relación entre comodidad y estabilidad. No obstante, también hay disponible un eje Multilink que está supeditado a las unidades con llantas de 20 pulgadas o a la versión 4WD. Aunque todavía no ha llegado al catálogo, la marca nos ha confirmado que en un futuro no muy lejano podría añadirse a las opciones una suspensión adaptativa que brindaría aún más versatilidad a los clientes del Qashqai.

Con respecto a la dirección, ha ganado -y mucho- en precisión. Según los ingenieros, se ha reducido el ratio y se ha colocado el motor de asistencia en la cremallera, en vez de en la columna, para obtener una respuesta más directa y deportiva. El tacto, no obstante, sigue siendo muy del gusto de los usuarios del Qashqai con un peso muy ligero para facilitar las maniobras urbanas.

El precio del Nissan Qashqai 2021 parte de los 25.650 euros, con un salto de 5.600 euros más para el acabado intermedio N-Connecta, que será la opción más vendida, según las previsiones de la marca.