Koenigsegg vuelve a subir el listón (más si cabe) con el Sadair’s Spear, un superdeportivo que fusiona tecnología de competición, herencia familiar y cifras escalofriantes. Concebido como homenaje personal a Jesko von Koenigsegg y a su caballo favorito, este modelo no solo honra el pasado de su empresa, sino que también empuja el futuro de la marca sueca a nuevas cotas. Y es que, por si no lo sabías, el padre de Christian von Koenigsegg, CEO y fundador de esta compañía, fue un apasionado del mundo ecuestre, llegando a competir como jinete en los 70.
Una ingeniería tan afilada como la mejor lanza
Con solo 30 unidades fabricadas (y ya vendidas), el Sadair’s Spear lleva el ADN del Jesko a un nuevo nivel. Por ejemplo, su aerodinámica activa se ha refinado con un enorme alerón trasero de doble hoja, un difusor rediseñado, canards más grandes y nuevos conductos de ventilación. El resultado: más carga aerodinámica, mejor refrigeración y un comportamiento dinámico “digno de un vehículo de competición”. Es brutal.
Bajo el capó posterior y en posición central late el conocido V8 biturbo de Koenigsegg, aunque ahora con hasta 1.625 CV si se alimenta con bioetanol E85. Esta demencial cifra, sumada a una reducción de masa de 35 kilogramos, permite al Sadair’s Spear superar la mítica proporción 1:1 entre peso y potencia, reafirmando a la firma nórdica como la única en lograrlo con modelos homologados para calle, como es el caso de esta nueva creación. ¿Dónde colocar su matrícula?
También en cuanto a la mecánica, una transmisión LST, sin volante de inercia, garantiza, según sus desarrolladores, cambios fulgurantes desde unas levas exclusivas. Todo está pensado para sacar el máximo rendimiento y llevar la experiencia de conducción a límites insospechados.
Otros aspectos que pueden resultar de especial interés son los frenos y la suspensión, que han sido optimizados y evolucionados para un uso mucho más exigente. Lo mismo ocurre con, por ejemplo, el sistema de refrigeración del impulsor o la masa no suspendida, con base en llantas de fibra de carbono un material muy abundante en la construcción de este increíble automóvil.
Este interior es un santuario de competición…
Dentro, en el habitáculo, el ambiente es radical. Asientos de carbono, consola minimalista y arneses de seis puntos refuerzan su enfoque de circuito, pese a ser un coche legar en vías abiertas al tráfico. Aun así, no renuncia a tecnologías de comodidad, seguridad y multimedia, que en su mayoría son originales de Koenigsegg.
De lo que sí se ha prescindido es de aislamientos y materiales innecesarios, ahorrando más de tres kilogramos únicamente en el habitáculo, pero sin restar confort ni conectividad, dos cosas esenciales en 2025 incluso para los más puristas.
Un debut que hace historia: el Koen más rápido
Su primera aparición pública fue discreta, pero sus resultados no. En las pruebas iniciales en el circuito sueco de Gotland Ring, batió el récord anterior (establecido por el Jesko Attack) por 1,1 segundos. Veremos que hace oficialmente en circuitos como Nürburgring, si es que acaba acudiendo allí. De momento, Christian von Koenigsegg lo tiene claro. Dice que representa “un equilibrio impecable entre potencia bruta, aerodinámica refinada y presencia imponente”. Un coche de récords, pero legal en una autovía…
