Porque el SUV más grande de la marca surcoreana es el encargado de corroborar el salto de calidad y la evolución no sólo de KIA sino también del segmento de los todoterrenos. Nosotros lo hemos comprobado de primera mano. Hace 13 años, KIA decidió que ya era hora de contar con un todoterreno de grandes dimensiones que le permitiera luchar contra los pesos pesados del segmento, al tiempo le servía para completar una gama off-road que, por aquel entonces, sólo contaba  con el Sportage como único representante. De esta manera nació el Sorento, un vehículo de 4,57 metros, con reductora y con un diferencial autoblocante trasero que le beneficiaba a la hora de salir del asfalto. (Todos los Kia Sorento de ocasión en AutoScout24).

Sin embargo, el segmento de los todoterreno ha variado muchísimo con el paso de los años y en estos casi tres lustros sus conductores han pasado de disfrutar del barro, de las roderas o de la naturaleza, a viajar cómodamente sin salir, casi, de la carretera. En este sentido, el fabricante surcoreano ha sabido amoldarse a la nueva mentalidad de los conductores cambiando por completo el concepto de su Sorento, hasta llegar a la tercera generación que protagoniza estas líneas. De hecho, si lo comparamos con el de primera generación, el modelo asiático sólo comparte el nombre.

Al estilo familiar

No obstante, lo cierto es que la radical transformación a la que hacemos referencia se dio en su predecesor, que data de 2010, un vehículo que sentó las bases del protagonista de esta prueba. Protagonista que vuelve a aumentar sus dimensiones para dejar su longitud en los 4,78 metros de largo (cifra que no sólo suponen 21 cm más que el primero sino también  10 cm más que su predecesor), con una anchura de 1,89 m y una altura de 1,69 m. Cotas que demuestran que este modelo ha pasado de ofrecer emoción fuera del asfalto a ser uno de lo más espaciosos de su categoría.

A ello también contribuye el contar con una distancia entre ejes de 2,78 metros, situándole por encima de rivales directos como el Nissan X-Trail, con sus 4,64 metros de largo y 2,70 m de batalla, o el Hyundai Santa Fe, con 4,69 m y 2,70 m, respectivamente. Bien es cierto que el Santa Fe ofrece una variante de batalla alargada, denominada Grand Santa Fe, en donde sus 2,80 metros le colocarían como el más habitable de todos; aunque para ello necesita estirar su carrocería hasta los 4,91 metros mientras que el Sorento no sólo aprovecha al máximo sus 4,78 metros, sino que además es 5 cm más ancho.Y por si eso no fuera suficiente, el KIA ofrece un maletero de 605 litros, a sólo 29 del Gran Santa Fe y muy por encima del Santa Fe o del X-Trail, con 516 y 550 litros, respectivamente.

Rivales que, curiosamente, también han ido ‘evolucionando’ para ir dejando de lado el campo en detrimento de una configuración más familiar. Una evolución que tiene como elemento principal una distribución interior pensada para transportar hasta siete ocupantes y en donde, de nuevo, el Sorento logra desmarcarse de sus competidores al contar con una tercera fila ‘real’. Sí, porque en ella no sólo podrán viajar dos adultos sino que lo harán casi igual de cómodos que los de la segunda fila. Prueba de ello es que incluso contarán con una rueda de climatización independiente para controlar tanto la temperatura como la intensidad. Además, para mejorar la habitabilidad de la tercera fila, cada butaca de la segunda puede desplazarse longitudinalmente así como regular la inclinación del respaldo.

Durante nuestra semana con él hicimos la prueba transportando a seis ocupantes más, con estaturas varias. Al bajarse, todos destacaron la comodidad de las dos plazas traseras que, actualmente, sólo logran modelos como el Seat Alhambra o el Volkswagen Sharan. Eso sí, no todo iban a ser cumplidos pues en su contra está que únicamente se pueda acceder a ella por la zona derecha del vehículo o que, si no eres demasiado alto, te dé la sensación de ir encajonado.

Si decides viajar en la segunda fila, allí no tendrás ningún tipo de problema relacionado con el espacio, ni en la zona de las piernas ni en el de la cabeza. La única plaza que puede resultar más incómoda será la central pero lo duro de su respaldo (que esconde un reposabrazos con dos posavasos) y lo estrecho de su butaca.

Por último, si prefieres ocupar la zona delantera, más concretamente en el puesto del conductor, además de estar sentado en unos cómodos y anchos asientos, estarás rodeado de un ambiente de calidad con una consola central voluminosa y muy limpia, presidida por una gran pantalla central de 7 pulgadas (hay otra más grande de 8”) que aglutina casi todas las funciones del vehículo a excepción del climatizador, ubicado justo bajo ella. La sensación que transmite el conjunto es la de un coche bien hecho, en el que se han cuidado al máximo todos los detalles.

Prima el confort

Una comodidad y calidad interior que también se percibe una vez se enciende el motor. Para evitar complicaciones, KIA ha optado por montar, en nuestro país, un único motor: el diesel de cuatro cilindros, 2.2 litros e inyección directa que entrega una potencia de 200 CV a 3.800 rpm y que cuenta con un par máximo de 441 Nm disponible desde las 1.750 rpm. Un propulsor muy elástico que responde muy bien desde un régimen bajo y que es capaz de mover con soltura los 1.700 kilos de carrocería toda vez que el cuentarrevoluciones sube de vueltas. Además, tanto al ralentí como a velocidades más altas cuenta con un refinamiento más que notable puesto que no percibiremos ni un excesivo ruido ni vibraciones que nos incomoden.

A él se le une una caja de cambios manual de seis relaciones (por 2.175 euros más hay una automática del mismo número de relaciones) muy precisa que dispone de unos desarrollos bien escalonados y de una sexta velocidad un poco más larga pensada para reducir el consumo de combustible. Un aspecto, este último, en donde el Sorento también destaca... aunque de forma más negativa ya que durante nuestra prueba, realizando una conducción normal, no conseguimos que el gasto medio bajase de los 7,8 l/100 km. Dato que aumenta a medida que el pie del acelerador se hunde un poco más y empezamos a circular a velocidades cercanas a los 140 km/h, obteniendo un consumo que supera con creces los 8,5 litros.

Este aspecto algo más negativo lo compensa con una dinámica de conducción excelente. Pese a su tamaño y peso, el Sorento destaca por su agilidad para moverse por cualquier tramo más enrevesado, ya sea por ciudad o por carreteras reviradas. Cuenta con un chasis y unas suspensiones bien ajustadas que permiten tener un comportamiento cercano al de un compacto. A ello también ayuda el tener una dirección muy directa que, además, cuenta con dos niveles de asistencia (Normal y Deportivo) para que el conductor pueda regular su comportamiento dependiendo de sus preferencias.

El cambio entre uno y otro se nota pero quizá hubiéramos agradecido que este reglaje se extendiera igualmente a otros aspectos como la respuesta del motor, el tarado de la amortiguación... y no únicamente al tacto de la dirección. De esta forma, el Sorento sería capaz incluso de hacerle la competencia a modelos de corte más Premium, principalmente si vamos a pasar la mayor parte del tiempo por autopista. En este sentido no es que el SUV coreano sea malo, pues su suspensión filtra perfectamente las irregularidades del terreno al tiempo que el habitáculo ofrece un grado de insonorización muy elevado, pero sí hubiera sido un punto muy a su favor.

¿Y en campo?

Como te comentábamos al principio de esta prueba, KIA ha cambiado por completo la filosofía de este modelo, hecho que también ha influido en el que tipo de conductor no sea el mismo que optó por aquella primera generación de principios de siglo. Con esto nos referimos a que la coreana no busca 'enganchar' a conductores que tengan predilección por el mundo off-road sino por usuarios que buscan amplitud, comodidad y seguridad.

Y eso que el Sorento también se ofrece con variantes de tracción a las cuatro ruedas (tiene un sobrecoste de 2.500 euros), que emplea un embrague multidisco, pero como la mayoría de los todocaminos de nueva factura su comportamiento fuera pista está verdaderamente limitado. Ahora bien, su sistema de tracción cuenta con un pulsador que permite bloquar el reparto de fuerza al 50% y que resulta muy útil para circular por carreteras nevadas o con hielo. Más allá de eso, los que busquen un modelo 'campero' deberán acudir a otras marcas.

Pero si, en cambio, estás pensando en un SUV para el día a día, amplio y con un bloque motor contundente, la opción más acertada será este Sorento. Y que no te asusten los más de 40.000 euros que puede costar el acabado Drive que nosotros equipábamos (las variantes 4x4 disponen de otro acabado superior denominado Emotion) y que trae todo lo que un conductor puede necesitar: climatizador bizona, navegador, medidor de presión de los neumáticos, faros de Xenón, lunas tintadas, llanas de 17 pulgadas... Pues KIA ofrece un superdescuento de casi 6.000 euros en su compra que puede ser incluso mayor si le añadimos el Plan PIVE y la financiación. ¿Necesitas más argumentos?

Ficha Técnica KIA Sorento 2.2 CRDi 200 CV

• Motor: Diesel, cuatro cilindros en línea
• Cilindrada: 2.199 cc
• Potencia: 200 CV a 3.800 rpm
• Par: 441 Nm entre 1.750-2.750 rpm
• Velocidad Máxima: 203 km/h
• 0-100 km/h: 8,7 seg.
• Consumo (urbano/extraurb./mixto): 6,9 / 4,9 / 5,7 l/100 km
• Emisiones CO2: 149 gr/km
• Dimensiones: 4.780 / 1.890/ 1.690 metros
• Maletero: 142-605-1.662 litros
• Peso: 1.763 kg.
• Cambio: Manual de seis velocidades
• Depósito: 64 litros
• Precio: 34.536 euros (incluye descuento de 5.954 euros de la marca)