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Prueba: Honda Accord 2.4 Executive – La antesala del Premium

El sector Premium de los automóviles en Europa sigue mirando muy de reojo a las berlinas que poco a poco llegan desde las marcas asiáticas. Éstas son cada vez más competitivas en precio, tienen buenas garantías y cada vez ofrecen más posibilidades de equipamiento a los conductores.

Es un momento para que las marcas confiadas empiecen a preocuparse, y con razón, porque vienen pisando fuerte.   Este sedán con motor 2.4 gasolina de 190 cv es el tope de gama Accord de cuatro puertas. Nosotros lo hemos podido probar, entre otras cosas,  con navegador, techo solar, asientos calefactables de regulación eléctrica y control de crucero adaptativo. Casi todo de serie. Un equipamiento de lujo que responde al acabado Executive y que está disponible por alrededor de 34.000 euros.

Muy ágil en carretera, mejorable en ciudad.

Teniendo en cuenta que hablamos de un coche de prácticamente 200cv, es normal que nuestra exigencia de sensaciones esté muy por encima de lo habitual, es decir, pretendamos un carácter deportivo y una respuesta en aceleración muy acorde con este rango de potencias. Este motor de 4 cilindros en línea tiene una cifra de par motor moderada (223 Nm) que funciona en un margen muy alto de revoluciones (a partir de las 4.500). Algo parecido al modus-operandi de Mazda, mucha fuerza, buen y alto sonido del motor y revoluciones a diestro y siniestro. Bien.

Esto hace evidentemente que el consumo sea elevado y que la sonoridad llame la atención hasta meter cuarta velocidad. Es para tenerlo en cuenta aunque no los considero del todo inconvenientes (sí las emisiones, por el contrario). Hay que pensar que un motor gasolina con este par tan elevado nunca bajará de los diez litros, y que el ruido es en todo momento algo que hay que disfrutar y no criticar si se busca la raza del coche.  

La aceleración responde a una entrega muy progresiva del par. Quizá demasiado, ya que hemos echado en falta ciertos matices propios de un coche de 190 caballos, que ya deben romper la linealidad de un motor prudente. El empuje es mas suave y apagado de lo normal a bajas revoluciones, pero a pesar de esa cierta “pereza” en salida, el Accord sale más rápido que coches más potentes y de seis cilindros como el Jaguar X-Type 2.5 (8 segundos frente a 8,4).

En general el equilibrio general del coche está bien conseguido, es estable, bastante más silencioso en carretera (gracias a larga y tenue sexta marcha) y con una agradable rodadura a pesar de no llevar neumáticos excesivamente grandes (225/45 R17). Las suspensiones son secas (que no incómodas), con un recorrido algo corto pero capaces de absorber con soltura las irregularidades leves del terreno.

La transmisión es de tipo manual con una caja de 6 desarrollos. En el Accord 2.4 se puede montar la automática de cinco relaciones, una opción que puede resultar interesante ya que la variación del consumo apenas sería significativa (las cifras homologadas hablan de 9 litros para el manual y 9,4 para el automático). La palanca está situada en muy buena posición, sobre todo en altura y cuenta con un buen apoyo del reposabrazos. Es de recorridos cortos, algo duros, pero muy precisos sobre todo en primeras marchas.

Nos ha sorprendido también la buena visibilidad general al volante. El espejo retrovisor central abarca perfectamente la luneta trasera y, a pesar de llevar tres ocupantes detrás, no se perderá apenas campo de visión. El par de espejos laterales (no son plegables de forma automática) se controlan gracias a la pequeña consola situada en el reposabrazos. En nuestra opinión, un coche como este ya merecería tener reglajes simultáneos de asiento y espejos, y de ayuda al aparcamiento. Por lo menos, debería incorporar memoria de dos posiciones en el asiento del piloto.

El volante de tres radios y de poco grosor es prácticamente similar al de un Mazda 6; tiene buena regulación en altura y aunque cuenta con demasiados controles, no pierde ese cariz deportivo.  

Perfecta habitabilidad, sobre todo en plazas traseras

Dado que el tamaño del coche lo permite (4,66 metros de largo), el habitáculo responde bastante bien a la tan necesaria demanda de espacio. Sobre todo en la mitad trasera del interior donde, como decíamos, el quinto pasajero no sobrará si no es excesivamente alto.

El frontal no se ha pensado exclusivamente para el conductor, como ocurre en otras berlinas de alta gama. La orientación de los mandos permite un control de igual forma por parte del piloto que del copiloto. Aunque la guantera ofrece muy poco espacio (una carpeta para la documentación y algún cd) existen varios y generosos espacios portaobjetos distribuidos en la parte delantera. El conductor dispone además de otro hueco bajo el volante del tamaño de un paquete de tabaco y otro más en el reposabrazos de la puerta, para el móvil, llaves o alguna tarjeta de parking.

El acabado general y los materiales del coche son de una generosa calidad. Tiene terminaciones en madera por todo el habitáculo y a simple vista no tiene defectos en los anclajes. La tapicería que hemos probado (color crema) es muy agradable en tacto pero algo sucia visualmente, ya que requiere excesivo cuidado y mimo para conservarla en buen estado. Con muy poco uso perdería ese brillo tan elegante del color “beige”, por lo que creemos que una piel negra o al menos mas oscura iría mejor en este acabado Executive.

Tiene maletero suficiente para una carga moderada de 5 personas  y, aunque tiene mucho más fondo que altura, la maniobra es de fácil acceso. Son 460 litros de capacidad con superficie plana, una altura adecuada y un portón de apertura automática. Es aceptable, aunque es menos capacidad de la que tienen otros sedanes de su talla, que suelen rondar los 500-550 litros).

Mucho equipamiento, la mayoría de serie.Casi nada puede se le puede añadir a éste acabado porque ya lo incorpora de serie y a un precio realmente competitivo. Es la alta gama del Accord y su precio base es inferior a 30.000 euros.  Los extras son el Control de Crucero Activo (por 2.000 euros), el navegador y el control por voz (los dos por algo más de 4.500 euros). Aunque en principio son opciones algo caras y secundarias, son dignas de tener en cuenta.

En especial la primera de ellas, el ACC, una opción controlable desde el volante y que hace mas segura las distancias en carreteras evitando las consecuencias de un ligero despiste. La hemos probado en otras marcas como BMW y ésta también es de sencilla utilización. Además de aumentar la seguridad, también es divertida.

El resto de equipamiento consiste entre otras cosas, en pantalla táctil (que recuerda mucho por tamaño y forma a la de Lexus en acabados President), asientos calefactables, climatizador bizona, llantas de aleación, ordenador de viaje, sensor de lluvia y sistema bluetooth.

¿Preparado para lo siguiente?

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