La espera ha terminado. Tras dos años de comercialización en Estados Unidos, por fin el nuevo Ford Bronco ya está en Europa. Se trata de la sexta generación de un modelo nacido en 1966 y abandonado en pro del Expedition, más grande y más confortable, a finales de los 90. El caso es que, más de dos décadas después, Ford nos deleita resucitándolo y convirtiéndolo en un todoterreno más capaz que nunca para plantar cara a la genial tríada formada por los Jeep Wrangler, Mercedes Clase G e Ineos Grenadier. Todos ellos, a partir de ahora, tienen en el Bronco un hueso duro de roer... Te contamos por qué en el siguiente vídeo.

Para ser imbatible en 4x4, el nuevo Bronco se basa sobre un chasis de largueros y siete travesaños y se escuda en un sistema de tracción total conectable con reductora que, en la versión Badlands (la tope de gama), añade un mecanismo para simular el funcionamiento de un diferencial central.

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Dos versiones: Outer Banks y Badlands

Además, este Bronco Badlands incorpora de serie doble diferencial bloqueable, desconexión de la barra estabilizadora delantera para ganar recorrido de suspensión, amortiguadores Bilstein, neumático BFGoodrich TT de 33 pulgadas en llanta 17'' y mejores cotas offroad: altura libre al suelo de 261 mm, ángulo de ataque de 40,6º, ángulo ventral de 23,6º, ángulo de salida de 33,3º, altura de vadeo de 800 mm y batalla de 2,95 metros. Todo ello explica la diferencia de precio con el Bronco Outer Banks que abre la gama (86.900 frente a 91.500 euros.) Para que lo entendáis mejor, el Outer Banks sería el equivalente a un Wrangler Sahara y el Badlands, a un Wrangler Rubicon.

Pero también el pariente del nuevo Ranger Raptor es un coche que sorprende sobre asfalto. De hecho, se desmarca de los Grenadier y Wrangler apostando por una configuración de eje trasero rígido y suspensión delantera independiente para ganar agilidad y confort en la rutina o en viajes por autovía. En este sentido, es una configuración muy parecida a la del Mercedes Clase G. Lo cierto es que la dirección se muestra bastante precisa en todo momento y, aunque encontramos derivas propias de un coche de 4,8 metros y 2.500 kg, son mucho más controlables de lo esperado.

Lo único que nos incordiará a alta velocidad será el ruido aerodinámico. A la enorme superficie frontal se suma el hecho de que tanto el techo como las puertas se pueden desmontar para dejar un coche prácticamente descapotable, y esto se nota en el ruido que penetra al habitáculo a partir de los 90-100 km/h.

V6 bajo el capó: burro grande para que ande

Para nuestro mercado, el nuevo Bronco llegará con una única variante de cinco puertas y con un único motor V6 Ecoboost turboalimentado de 2,7 litros, 355 CV y 563 Nm de par. Hablamos de en torno a 40 CV y 70 Nm más que lo que ofrece el Ranger Raptor, aunque en este caso con 300 cc menos. Las prestaciones son formidables y, eso sí, el consumo no lo será tanto... Las medias rondarán los 15 l/100 km en la mayoría de los casos.

Toda esa fuerza se transmite al suelo por medio de una caja de cambios automática de 10 velocidades que nos permite circular a alta velocidad en bajo régimen y obtener la máxima motricidad posible cuando buscamos las cosquillas en campo a este Bronco. Además, para facilitar las cosas cuando más se complican, el coche dispone de varios asistentes para el 4x4 como el Trail Control (un control de crucero para superar obstáculos a velocidad lineal -hasta 31 km/h-), el Trail Turn Assist (frena la rueda trasera interior para reducir el radio de giro hasta en un 40%) o el Trail One Pedal (el conductor puede acelerar y frenar con un solo pedal.)

Junto a ellos, el selector de modos de conducción nos permite variar y adaptar la respuesta de la mecánica a cualquier situación: hay modos exclusivos para asfalto (Eco, Normal, Resbaladizo y Sport -este último, en el Outer Banks-) y modos específicos para campo (Arena, Barro, Rocas, Baja -estos dos, para el Badlands-, Nieve...)

Tecnología de última hornada

Ahora bien, no por ser un genio del todoterreno rehúsa a la conectividad. De hecho, en el interior es protagonista una enorme pantalla central táctil de 12 pulgadas con sistema de infoentretenimiento SYNC 4 que es auténtico referente en el mercado, tanto por resolución como por funcionamiento y servicios. En la instrumentación, destaca un velocímetro analógico y una pantalla de 8 pulgadas para todo lo relacionado con la información de a bordo.

En términos generales, estamos ante un lanzamiento como los que ya casi no se hacen... Potente, capaz, tecnológico, seguro y bonito como solo puede ser un coche tan icónico y tan fiel en lo estético al original. En los tiempos que corren, los fanáticos del TT solo podemos dar las gracias.