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Prueba: Audi A5 Sportback 3.0 TDI – Distinguida originalidad

Elegancia y deportividad son dos términos que pueden, y deben, ir cogidos de la mano.

La segunda generación del Audi A5 Sportback ha sabido mantener dicha combinación, rodeándola además de soluciones tan vistosas como el motor diésel que probamos aquí: el 3.0 TDI de 286 CV que se sitúa en lo más alto de la gama. Una vez que Walter Da Silva trazó la última línea de diseño del primero Audi A5 Coupé lo catalogó como “su creación más bella”. No es para menos, sus rasgos enamoraban a todo aquel que lo veía por primera vez, mientras sus rivales le miraban con recelo al no disponer en su gama de un vehículo tan atractivo. Una fórmula que funcionó durante casi una década (restyling mediante) hasta que, como suele pasar con cualquier ámbito de nuestra vida, se queda desfasado. Por eso, en 2016 surgió su segunda generación de la que te hablamos en diferentes artículos relacionados con él (incluyendo la prueba del super RS5 Coupé) para llegar hasta la prueba que capitaliza este artículo y que viene protagonizada por el que probablemente sea el motor diésel más interesante de la gama.

Polivalente

Nos referimos al 3.0 TDI V6 de 286 CV que viene combinado con la carrocería Sportback (la de cinco puertas, cinco plazas y 480 litros de maletero) para completar un conjunto sencillamente excepcional. Bloque que se posiciona como el tope de gama dentro de las motorizaciones de gasóleo en donde se encuentran los 2.0 TDI de 150 y 190 CV así como el también 3.0 litros de 286 CV para brindarnos un coche elegante, distinguido, rutero y con cierto toque deportivo... vamos, lo que viene a ser la definición de un A5 Sportback.

Este propulsor, con arquitectura V6 y turbo, destaca sobre todo por su versatilidad. Como decimos, sirve tanto para afrontar una larga ruta por carretera como para divertirnos por un sinuoso tramo de montaña. En el primer escenario, bastará con seleccionar los modos Comfort y Efficiency del Audi drive select para obtener lo más parecido a una berlina de representación. El motor es imperceptible y el consumo brilla especialmente al ofrecernos un dato de solo 6,5 l/100 km.

Por contra, si buscamos un poco más de marcha, solo hará falta elegir el modo Dynamic y comprobar el excelente rango de actuación del que hace gala. Únicamente hay que rozar el acelerador para sentir cómo los 620 Nm de par máximo (una auténtica barbaridad) entran en juego casi instantáneamente ya que se mantienen constantes desde las 1.500 y hasta las 3.000 rpm. Casi inmediatamente después, a 3.750 vueltas, es decir, sin tiempo para que desfallezca, harán aparición los 286 CV de potencia. Como decimos, un amplísimo rango de actuación que se traduce en un empuje constante y sin vacilaciones.

Todo ello gestionado por la siempre bien calibrada transmisión tiptronic con convetidor de par y ocho relaciones (el 3.0 de 218 CV se combina con una S tronic), cuya rapidez en el tránsito entre marchas sigue sorprendiendo a todo aquel que la prueba. No obstante, quien prefiera hacerse con los mandos, siempre puede optar por el funcionamiento secuencial negociándolo a través de las levas situadas tras el volante.

En marcha, los 4,73 metros de carrocería no parecen tantos gracias al buen trabajo de un chasis bien calibrado, de la tracción quattro, del diferencial deportivo trasero, de la dirección con asistencia variable o de los amortiguadores activos DCC que varían su dureza en función del programa escogido. Un conjunto sensacional que permite a su conductor trazar curvas con una facilidad pasmosa olvidándose de la comentada longitud y de un peso total que roza los 1.800 kilos. No es que tengamos entre manos un deportivo de pura cepa pero si lo catalogamos como berlina deportiva, sí tendremos una de las más eficaces del mercado. Ahora bien, realizando este tipo de conducción, la única pega que encontraremos será el consumo, que se disparará rozando los 10 litros (en ciclo mixto el dato fue de unos más que notables 8,1 l/100 km).

Alta calidad… alto precio

Llegados a este punto, pude surgirnos una duda en cuanto su adquisición, más si tenemos en cuenta que por 3.620 € menos hay un A4 con el mismo bloque (con 14 CV menos eso sí), espacio interior y maletero… pero sin ese toque deportivo y exclusivo que desprende nuestro A5 Sportback. Unidad que parte de los 57.210 € (el de 218 CV lo hace desde los 52.730 €) y que puede ascender hasta los 78.185 € si añadimos todos los extras de los que hacía gala.  

Porque como suele habitual en los fabricantes Premium germanos, sus modelos poseen multitud de extras a precios algo elevados. Cierto es que el A5 Sportback parte de serie con multitud de elementos como las llantas de aleación de 17 pulgadas, faros de xenón, luces diurnas y ópticas traseras LED, climatizador automático, acceso y arranque sin llave, Audi drive select, sensores de luz y lluvia, limitador de velocidad, freno de estacionamiento eléctrico y equipo de audio con Bluetooth, 8 altavoces y pantalla central de 7 pulgadas… Pero si queremos que nuestro A5 Sportback parezca casi un A7 tendremos que preparar el talonario.

Si has hecho la cuenta rápida, verás que son casi 21.000 € de extra los que hemos añadido a nuestra configuración y que se reparten en nada menos que 20 opcionales. De ellos, los más costosos son las espectaculares llantas de 20 pulgadas de cinco radios firmadas por Audi Sport y acabada en titanio mate (2.685 €), los faros delanteros Matrix LED con intermitentes dinámicos delanteros y traseros (2.320 €), la tapicería de cuero milano (2.200 €) o el paquete exterior S line (2.030 €).

Otros elementos que sobrepasan los ‘mil’ y que permitirán que tu A5 Sportback luzca con otra planta serán los asientos deportivos climatizados (1.400 €), el sistema de sonido 3D de Bang&Olufsen (1.390 €), las inserciones en carbono RS Audi Exclusive (1.530 €), el Head-up Display (1.195 €) o el paquete de asistentes a la conducción City (1.270 €). Todo ello completado por otros elementos como la carga inductiva Audi phone box (415 €), el paquete de estilo exterior Audi Exclusive en gris/negro (675 €), el sistema de luz ambiente interior (120 €) o la radio digital (430 €).

Ficha Técnica Audi A5 Sportback 3.0 TDI 286 CV quattro tiptronic

Motor: Diésel, seis cilindros en V, turboalimentado

Cilindrada: 2.967 cm3

Potencia: 286 CV entre 3.750-4.000 rpm

Par: 620 Nm entre 1.500-3.000 rpm

Velocidad Máxima: 250 km/h

0-100 km/h: 5,3 seg.

Consumo (urbano/extraurb./mixto): 6,3 / 4,9 / 5,4 l/100 km

Emisiones CO2: 141 gr/km

Dimensiones: 4.733 / 1.843/ 1.386 milímetros

Maletero: 480 litros

Peso: 1.775 kg.

Cambio: Automática, con convertidor de par, ocho velocidades

Depósito: 58 litros

Precio: 57.210 euros

Precio ud. probada: 78.185 euros

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