Al margen de algunos SUV híbridos enchufables y eléctricos, el todocamino más potente del mundo con motor de combustión puro sigue siendo inglés. Hablamos del Aston Martin DBX, el cual estrena en 2025 una nueva versión más prestacional, denominada S. Esta configuración no sólo supera los 707 CV del DBX 707, sino que queda incluso lejos de rivales tan alucinantes como el Ferrari Purosangue, el Lamborghini Urus Performante, el Audi R8 Q8 Performance, el Range Rover Sport P635 SV, el BMW X6 Competition o el Mercedes-AMG GLE 63 S, entre otros.
Aston Martin DBX S: más potencia y menos peso
El Aston Martin DBX S recibe el mismo motor V8 biturbo de gasolina con 4 litros de cilindrada que conocíamos hasta ahora, pero con el mayor rendimiento hasta la fecha: hasta 727 CV de potencia y 900 Nm de par. Se asocia siempre a una transmisión automática con 9 relaciones y a un sistema de tracción total muy avanzado en términos dinámicos, más sobre el asfalto que fuera del mismo. Gracias a esta combinación, este misil puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y alcanzar una velocidad punta de 310 km/h a pesar de medir más de 5 metros de longitud y superar las 2,3 toneladas de masa en orden de marcha. “Bestial” se queda corto.
El propulsor anteriormente citado es de origen Mercedes-AMG. Entre sus curiosidades está el hecho de que tiene turbocompresores más grandes, un sistema de escape menos restrictivo (con colas verticales) y una centralita que puede desconectar automáticamente la mitad de los cilindros cuando la carga del acelerador es baja. Igualmente, la caja de cambios se ha revisado para que las transiciones entre marchas sean más rápidas y agresivas en modos de conducción deportivos, como los llamados Sport y Sport Plus.
Este SUV con cinco amplias plazas, maletero de 491 litros y depósito de 87 (razón por la que es práctico e indicado para viajar en familia siempre que un consumo real de casi 20 l/100 km no sea un problema), también dispone de una puesta a punto del chasis específica. Ocurre algo similar con su aspecto, el cual puede detallarse con elementos ornamentales fabricados en fibra de carbono, algunos de los cuales tienen efectos sobre la aerodinámica a ritmos elevados.
Como curiosidad, este material, tan liviano que puede llegar a reducir sensiblemente el peso del conjunto, también se usa para la íntegra construcción del diferencial trasero, el cual está controlado electrónicamente para distribuir el par de forma óptima en función de la situación. Pero a diferencia de multitud de piezas exteriores, como el techo, ese componente mecánico está aligerado de serie. En tal línea, cabe mencionar igualmente unas llantas de 23 pulgadas hechas de magnesio (ahorran 18 kilogramos) o un juego de enormes frenos carbocerámicos. En el interior, las modificaciones son más escasas.
Aston Martin comenzará con las entregas de esta versión a finales de 2025 por un precio que, por ahora, no ha trascendido, aunque bien podría superar el medio millón de euros, impuestos incluidos. Eso sí, hablamos de una tarifa aproximada de acceso, ya que será un automóvil muy personalizable con sobrecoste. Como estándar, incluye tres nuevas pinturas para la carrocería, nueva tapicería y varios emblemas con la letra S.