Tras ser el referente híbrido por excelencia, por fin Toyota ha dado el salto a la total electrificación. El responsable: el nuevo bZ4X que acaba de presentar y cuyo desarrollo se ha llevado a cabo de manera conjunta con Subaru. No en vano, en pocos meses la firma nipona presentará su Solterra en lo que será el primo-gemelo del protagonista de estas líneas.
Como era de esperar, el bZ4X es un SUV que mide 4,60 metros de largo y se sostiene sobre la plataforma e-TNGA de la marca. Su cota le asemeja pues al actual RAV4 aunque de puertas para dentro ofrece nada menos que 16 cm más de distancia entre ejes, llegando a los 2,85 metros. Pero antes de entrar en el habitáculo, cabe mencionar el excelente trabajo realizado por los diseñadores nipones para ofrecer una silueta tan robusta como deportiva.
A destacar elementos como los faros finos, el capó abultado, los paragolpes sobredimensionados o las llantas de gran tamaño. En la zaga, el pilar C ligeramente inclinado da la sensación de ser un SUV coupé mientras que en la zaga el elemento más característico es sin duda la tira de LED que conecta los pilotos.
Gran pantalla
Ya en el habitáculo el puesto de conducción sobresale por su digitalización, con un monitor central de tipo flotante que se conecta con el túnel central. Suprime los comandos físicos eso sí y se complementa con un cuadro digital de 7 pulgadas colocado en un plano superior. La calidad parece ser elevada así como el espacio reinante.
No en vano, además de la comentada distancia entre ejes y de que las plazas traseras contarán con un piso plano, el maletero cubica 452 litros. Cierto es que en comparación con el RAV4 son 138 litros menos (68 menos si hablamos del RAV4 plug-in hybrid) pero eso demuestra que los diseñadores de Toyota se han preocupado más de los ocupantes que del equipaje.
Dos opciones mecánicas
A nivel mecánico, el nuevo bZ4X podrá escogerse con dos versiones, cada una asociada a un tipo de tracción. De inicio partirá con un tracción delantera que genera 204 CV y 265 Nm de par, necesitando 8,4 segundos para pasar de 0 a 100 km/h. Por encima se situará un bZ4X de tracción total que monta un segundo motor en el eje trasero aumentando el rendimiento hasta los 217 CV y el par máximo hasta los 336 Nm. Con él, la aceleración se rebaja hasta los 7,7 segundos.
En ambos casos la velocidad está autolimitada a 160 km/h mientras que la batería será de 71,4 kWh. Toyota todavía está en fase de homologar su autonomía aunque ya se habla de un recorrido cercano a los 450 kilómetros sin parar (entendemos que será para el 4x2). Pero cuando tenga que recargarse, el bZ4X podrá conectarse bien a una toma de corriente alterna de hasta 11 kW o de corriente continua de hasta 150 kW. En este segundo caso el tiempo de espera para obtener el 80% será de 30 minutos. Opcionalmente, podrá montar una placa solar sobre el techo para beneficiar la carga hasta el punto que según los cálculos de Toyota en un año se puede llegar a obtener energía para cubrir 1.800 km.
