La __cuarta generación del Skoda Superb__ ya es un hecho. El buque insignia checo ha ido creciendo una barbaridad durante los últimos años, no solo en cotas, sino también en lo que a calidad se refiere... y seguirá con esa tendencia.
Un Skoda casi premium
El modelo que rivalizará con los 508, C4 X o Camry, entre otros, se ofrecerá en versión berlina y Combi o familiar, con una diferencia de maleteros de 645 y 690 litros, respectivamente. Los dos, eso sí, serán prácticamente calcados en altura (1,48 m), anchura (1,85 m) y longitud: 4,91 metros para el barlina y 4,90 metros para el Combi (unos 4 cm más largos que antes.)
Los cambios estéticos son ligeros, más allá de que equiparán unos faros Matrix led un 40% más potentes y de que se ha optimizado el coeficiente aerodinámico hasta el 0,23.
En el interior sí es más notorio el avance, con una pantalla nueva de 13 pulgadas, nuevos mandos para la consola central y tapicerías hechas a base de materiales reciclados. La digitalización, el confort, el espacio están asegurados.
Mayor carga electrificada
En cuanto a los motores, se mantendrá la alternativa híbrida enchufable aunque con suculentas mejoras que estarán enfocadas a la capacidad de la batería: asegura tener una autonomía eléctrica superior a los 100 km.
El resto de la gama comprenderá tres motorizaciones de gasolina (una Mild-Hybrid y otra 4x4)__ y dos diésel__, tracción delantera la menos potente y tracción total la superior. Lo que no habrá serán versiones manuales. Las potencias irán desde los 150 CV hasta los 265 del más prestacional.
Habrá que ver cuándo aterriza en España, aunque es más probable verlo ya con el nuevo año empezado. Será entonces cuando conozcamos sus precios.