En el M5, la parrilla no sólo luce los mismos contornos del Serie 5 2013, sino que incorpora unas nuevas varillas cromadas y un pequeño distintivo con el logo de esta versión. El M5 cuenta con todos los cambios sufridos por los grupos ópticos del Serie 5, como la posibilidad de montar faros con diodos LED en vez de los bixenón que lleva de serie, y el rediseño de los pilotos traseros. Los nuevos colores entre los que elegir -Plata Metalizado, Marrón Pirita, Azul Congelado...- completan las modificiaciones exteriores. Por dentro, son nuevas las tapicerías Beige Cachemira y Nuez Moscada. El M5 monta un volante de tres radios.
Para conseguir 575 CV de potencia en el M5, el cliente deberá solicitar el Paquete Competición. De lo contrario, seguiremos adquiriendo un M5 con el motor 4.4 V8 de 560 CV. El M5 necesitaba esta opción para competir contra el Mercedes E 63 AMG que, en su versión S-Model, alcanza los 585 CV. Si el M5 normal acelera de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos, el M5 con el Paquete Competición lo hace en una décima menos, llegando a los 200 km/h dos décimas más pronto que la versión estándar -12,8 y 13 segundos, respectivamente-.
El M5 con 575 CV tiene una velocidad máxima de 305 km/h. El Paquete Competición también comprende llantas de aleación de 20 pulgadas, una altura al suelo rebajada en 10 mm, diferencial activo M, escape deportivo... Este pack también llegará más adelante al M6 Coupé. El equipamiento incluye el sistema Driving Assistant, con asistente de mantenimiento del carril, luces antideslumbramiento, sistema de pre-colisión con inicio automático de frenada en caso de necesidad... Dentro, el sistema iDrive incorpora ahora una pantalla táctil con la que poder escribir directamente sobre ella. Con los servicios ConnectedDrive, el conductor recibe información como el estado del tráfico.
