Habrá quien piense que un sucesor directo del icónico alas de gaviota nunca debería haber incorporado electrificación en su apartado mecánico, pero lo cierto es que en Affalterbach no dan puntada sin hilo. Este nuevo Mercedes-AMG SL 63S E-Performance 2024 es el deportivo definitivo, tanto por su estética como -y sobre todo- por la configuración de su sistema de propulsión.
Motor del Mercedes-AMG SL 63S E-Performance
Hablamos de que al V8 biturbo de 4 litros y 612 CV se le une ahora un motor eléctrico trasero adicional de hasta 204 CV (disponibles durante un boost de 10 segundos), ubicado en el diferencial, para alcanzar la friolera de 816 CV de potencia conjunta y 1.420 Nm de par máximo. Estas cifras, como resulta lógico, lo convierten en el SL más potente de la historia. En materia de prestaciones, es capaz de completar el 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos y de rozar los 320 km/h de punta.
El Mercedes-AMG SL 63S E-Performance es un híbrido enchufable con etiqueta Eco
La batería de 6,1 kWh de capacidad es enchufable y permite recorrer hasta 13 km sin gastar combustible. Al no superar los 40 km de autonomía eléctrica, le corresponde la etiqueta medioambiental Eco, en lugar de la 0 Emisiones. Como veis, en este coche la parte eléctrica está pensada para aumentar al máximo el rendimiento y no tanto la eficiencia... vamos, que estamos ante un AMG con mayúsculas.
La tracción se reparte entre ambos ejes gracias al sistema 4Matic+ y a la caja automática AMG SPEEDSHIFT MCT-9G de nueve relaciones con embrague multidisco en baño de aceite. Además, como ocurre también en los GT 63S E-Performance o S63 E-Performance, la parte técnica añade particularidades para el sistema híbrido como una caja de cambios con dos velocidades para el motor trasero o una refrigeración directa con líquido de alta tecnología que circula por las 560 celdas de la batería enfriándolas de manera individual.
Inspirado en el Mercedes W14 de Fórmula 1
Como suele ser habitual en los deportivos de última generación firmados por Mercedes, el usuario puede variar la respuesta del coche en base a diferentes modos de conducción (Electric, Battery Hold, Comfort, Smoothness, Sport, Sport+, RACE e Individual) y configurar la frenada regenerativa con varios niveles.
En cuanto al chasis, el AMG SL sigue gozando del trabajo de la AMG ACTIVE RIDE CONTROL adaptativa, así como del eje trasero direccional y de un equipo de frenos carbocerámicos con discos de 420 y 380 mm de diámetro.
Desde luego, cuesta encontrar rivales para este SL 63S E-Performance... Quien pueda llevárselo a su garaje, tendrá una joya tan exclusiva como digna heredera del linaje SL.
