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Freno de mano

Qué es un freno de mano y cómo funciona

Un freno de mano, o freno de estacionamiento, es la parte auxiliar del sistema de frenado diseñada para mantener inmóvil un vehículo parado o estacionado.

También se utiliza para guardar estabilidad en las cuestas o bajadas pronunciadas, para frenar un coche en marcha si existe un fallo del freno principal y para abordar curvas cerradas en vehículos deportivos de tracción trasera. En la mayoría de los turismos, el freno de estacionamiento se acciona con la mano, levantando la palanca situada entre los asientos del conductor y del pasajero delantero. En coches deportivos el freno manual puede ubicarse entre el asiento y la puerta del conductor, para que el pasajero no accione su palanca de forma accidental.

Sin embargo, existe un gran número de coches en los que el freno de estacionamiento se acciona con el pie mediante un pedal. Por regla general, se trata de vehículos con transmisión automática, como es el caso del Toyota Crown, en los que el pedal del freno de estacionamiento se encuentra cerca de los pies del conductor, pero apartado del resto de los pedales. Hoy en día esta ubicación de freno auxiliar es ampliamente utilizada por los fabricantes de automóviles estadounidenses y japoneses, sobre todo en vehículos diseñados para conducir por la derecha. En algunos coches antiguos, como es el caso del modelo soviético GAZ-21 Volga, la palanca del freno de mano está situada justo al lado del volante.

Frenado mecánico de las ruedas traseras

En la mayoría de los turismos, la palanca del freno manual tiene dos posiciones, ""abierto"" (palanca bajada) o ""cerrado"" (palanca levantada) y acciona sobre las ruedas traseras conectándose con su sistema de frenado mediante uno, dos o tres cables de metal flexibles y recubiertos de acero inoxidable. Al subir la palanca, los cables transmiten la fuerza aplicada por el conductor a las varillas de presión que, a su vez, actúan sobre las ruedas traseras haciéndolas parar. Si se ajusta la palanca del freno a distintos niveles y se deja en la posición deseada, es posible regular la intensidad de la frenada, aumentando o bajándola.

Este ajuste se realiza mediante deslizamiento paulatino de la uñeta a lo largo de los dientes del trinquete, unido a la palanca por medio de un cable. Para desbloquear las ruedas traseras, el conductor del vehículo debe alzar ligeramente la palanca de freno de mano, presionando el botón situado en su extremo, bajándola hasta colocarla en su posición inicial (""abierto""). Es importante utilizar el sistema de freno de mano con regularidad, ya que de lo contrario sus cables de metal pueden oxidarse y perder toda su funcionalidad. Además, por motivos de seguridad se recomienda revisar el tensado de los cables por lo menos una vez cada 30 días.

Freno de mano eléctrico

Cada vez más coches modernos vienen equipados con el sistema de freno manual eléctrico, donde es el propio motor el que interactúa directamente con los mecanismos de frenado. En este caso, para parar o estacionar el vehículo, su conductor solo debe pulsar un botón situado en el salpicadero y, acto seguido, las ruedas traseras del coche se frenarán de forma automática. La principal ventaja de este tipo de freno es que con él no hay necesidad de subir con fuerza la palanca para inmovilizar el vehículo o ir moviéndola de una posición a otra para no perder la estabilidad en subidas o bajadas pronunciadas.

De todas estas y otras acciones se ocupa el propio sistema eléctrico del coche, ajustando automáticamente la intensidad de la frenada o evitando posibles movimientos del automóvil al estacionarlo en un terreno con desnivel. Controlado por ordenador, el freno manual eléctrico no solo se activa de forma automática cuando el conductor estaciona el coche y apaga el motor, sino que también desbloquea las ruedas traseras cuando el conductor vuelve a subir al vehículo, cierra la puerta, abrocha el cinturón y pone el motor en marcha.

Además, esta asistencia electrónica puntera permite arrancar el coche en subidas pronunciadas sin tirones o caídas involuntarias en retroceso. De esa forma ya no será necesario apretar con fuerza el pedal o la palanca del freno para retener el vehículo durante el ascenso. Esta función proporciona una mayor seguridad en carretera, pues el conductor ya no deberá preocuparse en accionar de forma sincronizada sobre el embrague y acelerador, pudiendo incorporarse a la marcha vial sin distracciones y con total seguridad de no caer en retroceso.

Frenos de mano hidráulicos

En función del tipo de vehículo y las exigencias de su diseño, se emplean diferentes sistemas de frenado manual que ayudan a asegurar la inmovilización del automóvil ya parado o estacionado. Así, la mayoría de los coches modernos están equipados con frenos de mano hidráulicos que destacan por su sencillez y alta fiabilidad a la hora de frenar. A diferencia de un freno manual mecánico, su equivalente hidráulico no funciona a través de los cables, sino a base de un cilindro hidráulico. No obstante, su estructura conserva el mismo mecanismo de trinquete y el botón de bloqueo que una palanca de freno tradicional. El funcionamiento de un freno manual hidráulico se basa en la transmisión de la fuerza con la que el conductor tira de la palanca, a un líquido prácticamente incompresible que fluye a través de un cilindro metálico y se expande de forma homogénea en todas las direcciones, actuando sobre las ruedas traseras y obligándolas a frenar.

La principal ventaja de un freno manual hidráulico es la ausencia de cables (no hay necesidad de revisar de forma periódica su nivel de tensado), la facilidad de mantenimiento, el uso de frenos de discos (son más seguros que los frenos de tambor asociados al freno de mano mecánico) y la misma presión en toda la línea hidráulica, lo que permite a ambas ruedas frenar de manera uniforme, mejorando con ello la calidad del frenado. Por otro lado, su desventaja puede ser la descompresión no controlada de toda la línea hidráulica, lo que podría conducir a un fallo completo del freno de estacionamiento. Sin embargo, no hay que olvidar que los cables en un freno de mano mecánico también pueden romperse.

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