El pasado otoño os contamos de primera mano todas las novedades que ofrecía el renovado Vitara, no está de más refrescar lo que más nos ha llamado la atención para, ahora, probarlo algo más en profundidad. Además de los estilizados y acertados retoques estéticos externos que le dotan de una figura más atractiva, lo que realmente nos llama la atención es la mejora en la calidad percibida de su habitáculo.

Materiales más blandos que recogen mejor a los ocupantes y nuevos elementos como la pantalla LCD de 4,2 pulgadas con mejor resolución y mayor número de informaciones (muestra los modos de conducción, la entrega de potencia y par o la navegación) son una buena prueba de ello. Además y en función del nivel de acabado, el Vitara ofrece detalles de máxima calidad como tapicería de cuero, reloj analógico en la parte superior central del salpicadero y una pantalla de hasta 7 pulgadas, exclusiva del acabado GLX.

En cuanto a la seguridad, el renovado Vitara trae como principales novedades el doble sensor de apoyo a la frenada, la alerta por cambio de carril, el detector de ángulo muerto, reconocimiento de señales y la alerta de tráfico cruzado trasero. Estas ayudas se suman a las que ya conocíamos en el modelo como el control de crucero adaptativo y el control predictivo de la frenada.

Apuesta por la gasolina

Antes de narrar la dinámica del Vitara (sin duda uno de sus puntos fuertes), es de obligado cumplimiento que nos detengamos brevemente sobre la oferta mecánica que Suzuki nos plantea. Tras eliminar por completo al diésel, la firma japonesa apuesta todas sus cartas a la gasolina.

Como motor de acceso aparece el 1.0 L tricilíndrico turboa de 111 CV a combinar tanto con la transmisión manual como la automática, ambas de seis relaciones, así como con la tracción delantera o total. Por encima se sitúa el bloque protagonista de esta prueba: el 1.4 Turbo de cuatro cilindros que genera 140 CV de potencia y 220 Nm de par máximo. En este caso, la oferta es igual de variada que en el 1.0, al comercializarlo con ambas cajas de cambios y tipos de tracción.

Los 140 CV mencionados resultan más que suficientes para mover sus escasos 1.195 kilos, mientras que los 220 Nm se están disponibles en un amplísimo rango de actuación, desde las 1.500 y hasta las 4.000 rpm. De esta forma, el Vitara se mueve con una ligereza abismal ya sea para ratonear por ciudad como para llevarnos por carreteras secundarias sin que, además, la carrocería nos castigue el confort de marcha. Mantiene el esquema McPherson para el eje delantero y la barra de torsión para el trasero, lo que supone un rendimiento excepcional para devorar kilómetros sin acumular fatiga.

Que tiemblen los rivales

¿Por qué deben temblar? Muy sencillo. Pese a que sus principales competidores, véase los Peugeot 2008, Renault Captur o SEAT Arona, indiscutiblemente le superan en fama, el Vitara ofrece un factor diferenciador que ninguno puede igualar.

Sin lugar a duda, el Vitara es, posiblemente, de los únicos B-SUV con unas aptitudes off-road reales. Durante la semana de pruebas hemos exprimido la versatilidad no solo dentro, sino sobre todo, fuera del asfalto. Y no hablamos únicamente de caminos arenosos con piedas sueltas, sino de acometer pendientes pronunciadas, llevarlo por zonas escarpadas e incluso vadear algún tramo con buen nivel de agua. Parajes en los que la inmensa mayoría de sus rivales, por no decir todos, se quedarían atascados, el Vitara salió con sencillez y exento de problemas.

La única duda que nos surge viene relacionada con el consumo. Pese a su progresividad y fuerza desde bajas vueltas, si alguno esperaba un gasto medio tirando a bajo… que vaya esperando sentado. Algo entendible teniendo en cuenta sus características: tracción total, nivel de acabado alto y los 140 CV que genera su motor.

Pese a todo, este Vitara nos sorprende para bien ya que los 7,8 l/100 km medidos durante nuestra prueba no distan nada de los 7,5 homologados por Suzuki tras entrar en vigor el ciclo WLTP. Chapó para los japoneses que lo han clavado. Cifra que, obviamente, sube al realizar únicamente tramos urbanos (hasta los 9 l/100 m) y que es capaz de rondar los 6 l/100 km si nuestro recorrido discurre únicamente por autopista.

Gama y precios

No podemos despedirnos sin antes desgranar su oferta comercial con los correspondientes precios. Si bien la gama arranca en los 17.240 € correspondientes al motor 1.0 Turbo con acabado GL, caja manual y 4x2, si queremos optar por nuestro 1.4 Turbo de 140 CV, manual con acabado GLX (el más alto) y tracción total, tendremos ya que desembolsar nada menos que 24.390 €. Entre medias, los 22.740 € del 1.0 Turbo GLE manual y 4x2, los 20.340 € del 1.4 Turbo GLE, manual y 4x2 o los ya extremos 26.500 € del 1.4 Turbo de 140 CV automático 4x4 que, eso sí, suma el techo solar como estándar.

Volviendo a nuestra unidad, el único extra que oferta Suzuki es la pintura metalizada (416 €) y únicamente la versión automática añade el techo solar de serie y su precio se dispara hasta casi los 26.500€.

Todo este compendio hace que el nuevo Suzuki Vitara sea una alternativa más que viable para el que busca un coche cómodo, con unas dimensiones recatadas y unas prestaciones dinámicas perfectas para todas las situaciones de conducción. Como decíamos al principio, Suzuki logra una vez más un producto sencillo, fiable, divertido y económico si lo comparamos con sus principales competidores.

Ficha Técnica Suzuki Vitara 1.4L VVT 4X4 GLX

Motor: Gasolina turboalimentado, cuatro cilindros en línea

Cilindrada: 1.373 cm3

Potencia: 140 CV a 5.500 rpm

Par: 220 Nm a 1.500-4.000 rpm

Velocidad Máxima: 200 km/h

0-100 km/h: 10.2 seg

Consumo (urbano/extraurb./mixto): 8,2 / 6,6 / 7,5 l/100 km

Emisiones CO2: 169 gr/km

Dimensiones: 4.175 / 1.775 / 1.610 milímetros

Maletero: 375-1.120 litros

Peso: 1.195 kg

Cambio: Manual de seis velocidades

Depósito: 47 litros

Precio: 24.390€

Precio unidad probada: 24.806€