Prueba: Suzuki Alto GL – Anti-crisis

Con un precio de partida de 6.995 €, el cual puede verse reducido como poco a unos 5.500 € si aplicamos las ayudas del Gobierno del Plan 2000E, el Suzuki Alto nos deja gratamente sorprendidos… No se le pueden pedir peras al olmo y, en casos como el que no ocupan, hay que tener muy claro el tipo de automóvil que vamos a adquirir y ser consecuente con sus limitaciones. Borren de su mente cualquier pensamiento relativo al lujo, las prestaciones, la electrónica más sofisticada o la deportividad. El Alto, al igual que muchos de sus rivales como, por citar algunos, el Chevrolet Matiz, el Citroën C1, el Peugeot 107 o el Nissan Pixo, son automóviles pensados por y para la ciudad, con dimensiones reducidas, buena maniobrabilidad y motorizaciones sencillas que rondanun gasto de combustible de tan sólo 4,5 litros de media cada 100 kilómetros.

Imagen desenfadada

Aunque para muchos, sobre todo los jóvenes, sea prácticamente un desconocido, lo cierto es que en otros mercados el Alto tiene a sus espaldas nada más y nada menos que siete generaciones. En Asia su nombre más conocido es el de Maruti-Suzuki A-Star y ha gozado siempre de un altísimo éxito fundamentalmente en Japón y países como Pakistán, India y China.

Así, la esencia de su diseño proviene del país del sol naciente pero la firma asegura que diversas fases de su desarrollo se han llevado a cabo en Holanda, Francia, Italia y Gran Bretaña para ajustar y adaptar diversos parámetros estéticos al gusto de los clientes del viejo continente. Podrá convencer o no pero su imagen viene marcada por la frescura y la simpatía. Destaca su silueta desenfadada y original y, sobre todo, un frontal alegre y expresivo. Suzuki sigue siendo toda una especialista en fabricar modelos de tamaño pequeño (el Splash es un claro ejemplo de ello) pero el Alto se lleva la palma; sus medidas (3,5 m de largo, 1,6 de ancho y 1,5 de alto) son idóneas para callejear por las grandes ciudades.

Más amplio de lo que parece

Este “pequeñín” es un coche que engaña. Engaña por dentro y engaña por fuera, pero para bien. Como anécdota, comentarles que cuando una buena amiga se disponía a acceder a las plazas traseras, sin pensárselo dos veces se lanzó a intentar reclinar el respaldo de uno de los asientos delanteros, sin percatarse de que estaba ante un modelo de cinco puertas (única configuración con la que se comercializa el Alto). Con la consiguiente carcajada de los allí presentes, diremos a su favor que era de noche y apenas se veía, por lo que sin haber tenido la ocasión de repetir este imprevisto “experimento”, estamos seguros de que más de uno podría cometer el mismo error y asociarlo a un vehículo de 3 puertas por su tamaño.

Dentro, el espacio es relativamente amplio para las dimensiones del coche. El puesto de conducción es satisfactorio, aunque echaremos en falta algo sitio para las piernas. El volante sólo se regula en altura y el asiento, además de desplazarse hacia delante o hacia atrás, sólo permite regular la inclinación del respaldo. En las plazas traseras pueden ubicarse dos adultos de más de 1,80 sin que lleguen a tocar el techo y el espacio para las piernas, siempre que los asientos delanteros no estén muy retrasados, es suficiente. Eso sí, recordemos que este vehículo está homologado únicamente para cuatro ocupantes.

Acabado y maletero

El aspecto interior es muy simple y los materiales empleados no son de calidad. Abundan plásticos y detalles que delatan el precio del Alto. Independientemente de ello, tampoco faltamos a la verdad si decimos que el ajuste general de todas las piezas es bueno y que los mandos son sencillos de accionar y tienen buen tacto, al contrario de lo que en un principio podríamos imaginar. Hay algunos huecos repartidos por el habitáculo para depositar objetos, pero éstos son muy pequeños. La guantera tampoco es demasiado grande y su mayor pero reside en que carece de tapa, por lo que todo lo que depositemos en ella quedará a la vista.

En cuanto al maletero, no cabe duda, es pequeño. En posición normal tiene una capacidad de 129 litros, una cifra que puede aumentar de forma moderada hasta 367 si abatimos los asientos posteriores. En líneas generales, hay espacio para guardar la compra y poco más. También es cierto que gracias a su peculiar forma rectangular, en la práctica resulta más aprovechable de lo que parece. Debajo encontramos la rueda de repuesto que es de emergencia y sólo para uso temporal.

Mecánica e impresiones en marcha

El Suzuki Alto equipa un voluntarioso motor de 3 cilindros y 68 caballos de potencia. Es el mismo que llevan el Nissan Pixo, el Opel Agila o el Suzuki Splash aunque con 3 CV más (el Pixo también iguala esa potencia pero sólo en su versión manual). Gracias a esta motorización, nuestro pequeño urbanita alcanza una velocidad máxima de 155 Km/h y realiza la maniobra del  0 a 100 Km/h en 14 segundos; con el cambio automático las prestaciones se sitúan en 150 Km/h y 17 s respectivamente. Dicha mecánica empuja con fuerza suficiente al Alto, se muestra resolutiva para practicar una conducción apacible y tranquila y llama la atención por su peculiar sonido a “molinillo” (muy característico de los tricilíndricos).

Sin duda, uno de sus mayores defectos es que vibra notablemente a ralentí. Por lo demás, permite que nos movamos con total soltura por recorridos urbanos y se defiende de forma aceptable por autovías, siempre que no encontremos pendientes muy pronunciadas o queramos adelantar con rapidez. Nuestra unidad estaba asociada a una caja de cambios manual de cinco velocidades, la cual presenta unos desarrollos excesivamente largos que están pensados para reducir al máximo el consumo. Precisamente ése es el punto fuerte de este coche, que logra un gasto medio de combustible de 4,4 litros a los 100 Km con unas emisiones de CO2 de tan sólo 103 g/Km, por lo que estamos exentos del impuesto de matriculación.

En marcha, se percibe desde el primer momento la filosofía del vehículo. Es muy sencillo maniobrar con él y gracias a sus dimensiones, nos facilitará tremendamente la tarea de sobrevivir a la “jungla” de la ciudad. Fuera de ella, olvídense de buscarle las cosquillas y sacar su vena más deportiva intentando practicar una conducción rápida o exigente. La carrocería balancea excesivamente en los cambios de apoyo, la dirección es blanda y poco precisa y a más de 80 Km/h su estabilidad no transmite demasiada confianza al afrontar tramos revirados o curvas pronunciadas. Obviamente, no es un coche pensado para esto.

Precio y equipamiento

La versión básica del Suzuki Alto (GA) se comercializa en España desde 6.995 euros. Su equipamiento es básico y en él destaca una preinstalación de altavoces y radio con antena, los anclajes Isofix, los airbags delanteros y el ABS. Por 1.000 € más, 7.995, tenemos la versión GL correspondiente a nuestra unidad de pruebas, que añade airbags laterales, radio CD con MP3 integrado, elevalunas eléctricos, cierre centralizado y aire acondicionado. Únicamente con este acabado se puede incorporar un paquete opcional con un sobrecoste de 915 € llamado “Safety pack”, el cual consideramos muy conveniente porque incluye airbags de cabeza delanteros y traseros, faros antiniebla y, sobre todo, el control de estabilidad (lamentablemente no está integrado de serie).

Datos técnicos

En España no está disponible pero en otros mercados existe una tercera opción de equipamiento (GLX), que añade elementos como las llantas de aleación o el cuentarrevoluciones. Sí, han leído bien, los modelos a la venta en nuestro país no pueden equipar tacómetro. Así, tal y como hacíamos en algunos vehículos de antaño, debemos afinar nuestros oídos y cambiar de marcha cuando por el sonido consideremos que el motor así lo pida. Por último, si optáramos por el cambio automático de 4 velocidades, el precio del Alto alcanza los 10.410 €.