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Prueba: Opel Mokka 1.6 CDTI 136 CV 4x4 – Agarrado al asfalto

Ponemos a prueba una combinación rara: SUV urbano y tracción integral. Así es, los todocaminos del segmento B no suelen destacar por ofrecer variantes 4x4, aunque todavía hay algunos fabricantes que apuestan por esta unión.

El Opel Mokka es uno de esos raros especímenes que se acuerda de los conductores más puristas o de aquellos que necesitan un plus de seguridad para circular por terrenos poco adherentes e, incluso, que no estén siquiera asfaltados.   Cuando estalló el ‘boom’ SUV allá por el año 2007, el segmento de los 4x4 se vio fuertemente agitado. Y es que a no ser que fuera un comprador un tanto ‘exquisito’, el cliente medio de este tipo de vehículos fue abandonando progresivamente la tracción integral. Una imagen más poderosa, un puesto de conducción elevado o un amplio espacio interior fueron las características que fueron desplazando al 4x4 hasta casi un número insignificante de modelos.

Una tónica que se incrementó, todavía más, con la llegada de los B-SUV, o lo que es lo mismo, los todocaminos urbanos. Con ellos, el cliente pareció olvidarse por completo de este sistema alimentado por las propias marcas, quienes, en muchas ocasiones lo han eliminado directamente de unos modelos que, todavía hoy, se venden como una alternativa a los tradicionales turismos gracias a la mayor altura libre que poseen.

Gana en versatilidad

Renault, Honda o Peugeot, son, por ejemplo, algunos de los fabricantes que han decidido prescindir de las variantes 4x4 en sus Captur, HR-V o 2008, respectivamente. En cambio, el modelo que aquí nos ocupa y que rivaliza directamente con esta terna, sí cuenta con este sistema de tracción. Se trata del Opel Mokka, un vehículo en el que Opel confío desde su nacimiento (en 2012) y que ha logrado ganarse el cariño del público… sobre todo si este busca un plus de seguridad o vive en zonas complicadas.

Allí será donde el Mokka despunte por encima de la terna antes mencionada. Y es que gracias a su sistema de tracción total, el SUV germano es capaz de lidiar con terrenos de baja adherencia saliendo airoso sin demasiados problemas. En condiciones normales el Mokka 4x4 funciona como un tracción delantera, con un reparto de fuerza de un 100% en el eje delantero, pero, pero cuando patina el eje posterior, el sistema, mediante un embrague automático de tipo Haldex, reparte la fuerza a partes iguales entre ambos ejes.

Es un sistema que funciona a la perfección aunque donde más ‘jugo’ se le puede sacar es fuera del asfalto, tal y como hicimos nosotros. En combinación con una altura libre al suelo de 17 cm, uno se ve lo suficientemente confiado como para afrontar un camino de tierra e ir un poco más rápido de lo que iría, por ejemplo, con un Corsa. Además, el Mokka cuenta con una ventaja, posee un sistema de control de descensos que se puede activar mediante un botón situado en la consola central. Al activarlo, se controla electrónicamente la inercia de coche frenándolo automáticamente cuando se afrontar bajadas pronunciadas, aunque sólo funciona hasta los 20 km/h.

Pero volviendo a su comportamiento, como decimos, la tracción integral nos permite contar con un extra de motivación para rodar algo más rápido por terrenos poco adherentes. Sin ser un portento del estilo de un Jeep, el Mokka se muestra con un vehículo cumplidor, sin dar síntomas de pérdida de agarre en ningún momento ya que el sistema aguanta todo, o casi todo, lo que le hacemos pasar. Una pega que encontramos, y que es un mal endémico de su segmento, es que monta unos neumáticos puramente asfálticos (con llanta de 18 pulgadas) aunque eso sí, con un perfil muy generoso. Además, en este caso en particular se sumaba una suspensión demasiado firme, que resulta excepcional para circular por carretera pero que en caminos rotos provoca que el habitáculo rebote demasiado.

La combinación perfecta

Una tónica muy normal es que este tipo de variantes siempre venga con alguna condición del estilo de poder asociarlo únicamente a un motor, con una caja de cambios…, en cambio, en el Mokka todo es transparente. Opel ha querido que el cliente pueda elegir el 4x4 con cualquiera de los dos motores que oferta: el gasolina 1.4 Turbo de 140 CV y el diésel 1.6 CDTI de 136 CV.

En nuestro caso, a sabiendas de que el diésel es el combustible de moda tanto en el sector como en este segmento en particular, nos decantamos por la segunda opción. Pero además, esta elección vino determinada, igualmente, porque este bloque de cuatro cilindros y 1.598 cm3 es la ‘joya de la corona’. La firma alemana ha ido renovando paulatinamente su gama de motores incluyendo unos más ligeros, eficientes y que cumplan la norma Euro6. En este sentido, el 1.6 CDTI se encargó de despedir al longevo 1.7 CDTI, mejorando tanto su potencia, gana 6 CV, como sus prestaciones y consumos.

Se trata de un propulsor suave y mucho más silencioso que su predecesor. Como te hemos dicho, genera 136 CV de potencia mientras que su par máximo, de 320 Nm, está disponible íntegramente desde las 2.000 rpm. No obstante, en marcha, el conductor nota ya cierto empuje a partir de las 1.700 vueltas, saliendo con fuerza incluso si en el interior viajan cuatro ocupantes.

En cuanto a consumos, este Mokka homologa 4,5 l/100 km de media, una cifra que ni por asomo llegaremos a conseguir pues durante nuestra prueba el gasto que obtuvimos fue de 5,6 l/100 km. Únicamente si circulamos siempre, y cuando digo siempre es exclusivamente, por autopista a velocidades por debajo de las legales, quizá logremos acercarnos a los 4,9 litros. Y es que gracias a los largos desarrollos de la caja de cambios manual de seis velocidades a la que está asociada, el Mokka permite tener un consumo más que aceptable.

Con lo justo

El Opel Mokka  1.6 CDTI de 136 CV está disponible con tres acabados diferentes, que son el Selective, el Excellence y el Color Edition. Con el más bajo de todos, el de nuestra unidad, ya contamos con un amplio número de elementos serie, como el ESP, seis airbags, sensor de presión de neumáticos, barras de techo, lunas traseras tintadas, elevalunas eléctricos, climatizador, control de velocidad, radio CD con Mp3, puerto USB, Bluetooth, volante multifunción, luces antiniebla delanteras, llantas de 17 pulgadas…, y todo por un precio de partida de 25.845 euros.

Aunque si tienes algo de dinero ahorrado y quieres aprovechar los casi 1.800 euros de descuento que te brinda la marca, puedes optar, como en nuestra unidad por el Opel OnStar, los sensores de aparcamiento, el navegador o la cámara delantera Opel Eye con lector de señales de tráfico, avisador de cambio involuntario de carril, etc.

¿Preparado para lo siguiente?

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