A grandes rasgos, el CLA es un Clase A de cuatro puertas que crece 34 cm de longitud pero que respeta los 2,70 metros de distancia entre ejes. Su mayor atractivo, sin duda, es su llamativa carrocería que, por cierto, obtiene una aerodinámica de récord: 0,23 Cx.

Las sinuosas carreteras de la localidad francesa de St Tropez son un escenario en el que el CLA debería lucirse. Para comprobarlo, hemos decidido probar la variante diesel de 170 CV –CLA 220 CDI– y la más potente de gasolina –CLA 250, que dispone de 211 CV–. Respecto a la variante de gasóleo, dispone del conocido propulsor 2.1 diesel de Mercedes que entrega 170 CV de potencia. Con él, acelera de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos, alcanza 230 km/h y se muestra especialmente poderoso a la hora de recuperar velocidad. La alternativa para los más exigentes es la variante de gasolina CLA 250, que emplea un motor 2.0 turbo de 211 CV con el que acelera de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos y alcanza 240 km/h. En cualquiera de los dos casos el cambio es obligatoriamente automático de siete velocidades –también hay uno manual de seis marchas, pero sólo para las versiones que están un escalón por debajo– y el consumo es bastante comedido: el diesel se conforma con 4,2 l/100 km en ciclo mixto y el de gasolina con 6,1 l/100 km. Además, según pudimos comprobar, en la práctica esas cifras siguen siendo asumibles: unos 6,0 l/100 km y 8,0 l/100 km respectivamente.

En la carrocería encontramos el mayor atractivo de este nuevo modelo, con una línea descendente en su parte trasera que lo hace francamente bello y con una zaga muy sugerente. Eso sí, del eje trasero hacia delante nada cambia respecto al Clase A, excepto el hecho de que las puertas posteriores son más bajitas... y que, por ende, aportan una accesibilidad al habitáculo mejorable. Por dentro, las diferencias con el Clase A siguen siendo escasas, pero eso es una noticia buena, ya que el Clase A dispone de un ergonómico interior, una buena calidad de materiales y una excelente postura de conducción. Eso sí, debido al diseño de la carrocería, la altura en la parte trasera es muy justa, tanto que a una persona de 1,80 metros de altura casi le roza la cabeza con el techo. Por supuesto, toda la tecnología disponible en el Clase A está presente en el CLA: asistente de aparcamiento, programador de velocidad activo, control de ángulo muerto, detector de cambio de carril, luces automáticas, conectividad con iPhone, etc. e incorpora, de serie, faros bixenón, llantas de 18" y una dirección deportiva que, tal y como pudimos comprobar posteriormente, resulta ejemplar.

En marcha, percibimos algo evidente: las similitudes con el comportamiento del Clase A son enormes, aunque el mayor voladizo trasero viene acompañado con una ligera menor rigidez de la carrocería que en el caso del Clase A. En cualquier caso, el aplomo y calidad de rodadura del CLA son muy buenos. Además, a pesar de que el CLA –al igual que el Clase A– 'traiciona' la configuración de tracción trasera característica de Mercedes –el CLA también es de tracción delantera–, conserva el tacto de conducción de la marca alemana. Además, la dirección deportiva le sienta francamente bien, pues es muy directa y dispone de un tacto exquisito, tanto que enlazar curvas con el CLA se convierte en algo adictivo. Por otro lado, conserva esa facilidad del Clase A para que el eje trasero copie la trayectoria del delantero con mucha facilidad.

En definitiva, el mayor argumento de venta del CLA es su exquisito diseño, pero además ofrece un tacto de conducción muy satisfactorio. En cuanto a sus motores, en gasolina está disponible con tres diferentes: CLA 180 de 122 CV, CLA 200 de 156 CV y CLA 250 de 211 CV. Por su parte, la oferta diesel está compuesta por las versiones CLA 200 CDI de 136 CV y CLA 220 CDI de 170 CV. En el segundo semestre de 2013 llegará la esperada versión CLA 45 AMG, que adaptará un motor 2.0 turbo de gasolina con 360 CV y tracción total 4Matic –este tipo de tracción también se ofrecerá en opción en el CLA 250 y CLA 220 CDI–.