Incluso el GLA, el modelo SUV más compacto de la gama, ha vivido un gran momento de apogeo desde su lanzamiento el pasado mes de marzo y su competidor, el Audi Q3, ya se ha visto amenazado. ¿Podrá el de Stuttgart con el superventas de Ingolstadt? Cuatro cilindros, dos litros de cilindrada, motores turbo de gasolina y 211 cv de potencia. Es la descripción del primero de los protagonistas de nuestra comparativa. Y también del segundo. Sacando los datos técnicos, también coinciden en su velocidad máxima, 230km/h, así que ambos modelos son casi iguales a priori.

Ambos modelos son plenamente identificables de un primer vistazo. El Audi cuenta con la conocida parrilla “singleframe” de la marca, amplios faros subrayados por luces diurnas por LED y pilotos traseros que enfatizan las líneas traseras. En el Mercedes, las luces diurnas rodean la parte superior de los faros, mientras el frontal se percibe mucho más musculoso y la zaga es manifiestamente más agresiva.

Más SUV

Sin embargo, a pesar de su aspecto más rudo, el Audi A3 consigue despertar mayor sensación de vehículo SUV. Esto se debe principalmente a su altura, ya que con 1,60 metros ofrece mucha diferencia con respecto a su rival, al cual sólo le falta un centímetro para llegar a los 1,50 metros. En comparación con los modelos compactos de la gama, el GLA es sólo 6 cm más alto que un Clase A, pero el Audi A3 es 18 centímetros más alto que un Audi A3.  

El hecho de que el GLA sea un poco más bajo tiene también sus ventajas, ya que el umbral de carga es más bajo y más cómodo. Sin embargo, si hablamos de capacidad el Audi Q3 es claramente más favorable. Con 460 litros de capacidad inicial (hasta 1.365), los 421 del GLA (hasta 1.250) parecen muy escasos.

Diferentes interiores

Las diferencias en la altura de ambos vehículos también pasan factura cuando nos disponemos a comprobar el espacio disponible en los habitáculos. En la parte trasera no sólo hay menos espacio para la cabeza, sino que los asientos no son tan cómodos y que la visibilidad para el conductor es más reducida por culpa del gran pilar C. En este sentido, el GLA tiene mucho más recomendada la opción de un asistente de aparcamiento.

En la parte delantera, el espacio es muy similar para conductor y acompañante y ambos ofrecen muy buena sujeción lateral y sensación de confort. Al igual que ocurre con la carrocería, el puesto de conducción del Audi revela la tendencia al orden y a la sencillez y muestra una instrumentación de fácil lectura y una pantalla plegable en la consola central. En el GLA la pantalla central parece más bien una tablet y, aunque su visibilidad es muy buena, cuenta con un exagerado marco que podía haberse aprovechado para dar más milímetros a la pantalla. Donde gana el GLA es en la sensación de deportividad gracias a las salidas de aire redondeadas y a la instrumentación alojada en un cuadro de mandos tubular. El espacio también han sabido aprovecharlo mejor, ya que la palanca de cambios va situada en el volante y eso ha permitido ofrecer un gran espacio de almacenamiento en el túnel central.

Capacidades similares

Los dos coches de esta comparativa cuentan con cambio de marchas automático de doble embrague y con siete velocidades. El rendimiento, al ser sus motores casi idénticos, son muy similares, aunque las transmisiones manejan diferentes cantidades de par. En el caso de Mercedes el par es de 350 Nm, mientras que en el Audi es de 300 Nm, y se entregan una vez alcanzadas las 1.200 y 1.800 vueltas respectivamente. Esto hace que el Mercedes-Benz consiga demostrar su poderío de una forma más uniforme y cubra un espectro de velocidad más amplio a la hora de recuperar.

El GLA es capaz de firmar un cero a cien en tan sólo 6,5 segundos, mientras que el Q3 necesita cuatro décimas más para realizar la misma maniobra. A esto también contribuye la diferencia de pesos de ambos modelos, que es de aproximadamente 135 kg a favor del Mercedes. Sin embargo, una vez lanzados la velocidad máxima que pueden alcanzar ambos SUV es idéntica: 230 km/h. A esta velocidad pudimos circular brevemente por carreteras alemanas y comprobamos que el sistema de amortiguación adaptativa del Q3 es más favorecedor para este tipo de conducción, ya que puede absorber las altas velocidades con mucha más comodidad.

Consumos dispares

A pesar de contar los dos con llantas de 18 pulgadas, la comodidad está asegurada. La tracción de los dos SUV se realiza a las cuatro ruedas, aunque esto tampoco hará que sus propietarios abandonen el asfalto para explorar terrenos abruptos  o caminos de arena especialmente complicados. Más bien la tracción integral garantizará un paso por curva más confiado en asfalto para los amantes de las sensaciones fuertes. En este punto, la dirección del GLA es más directa y devuelve un poco más de confianza al conductor, aunque el Audi es un coche muy fácil de llevar sin cometer fallos.

Donde uno y otro difieren de forma manifiesta es en los niveles de consumo. Las especificaciones de fábrica del GLA aseguran un consumo de 6,5 litros cada cien kilómetros, mientras que Audi no ha podido reflejar en su ficha técnica nada mejor de 7,7 litros. En nuestra prueba y a igualdad de condiciones, el GLA mostró un consumo mixto de 9 litros mientras que el Audi se quedó a tan sólo una décima de llegar a los diez litros.

Conclusión

El Q3 2.0 TFSI Quattro de 211 cv con cambio S Tronic está disponible desde algo más de 41.000 euros, mientras que el Mercedes-Benz GLA con tracción 4MATIC y cambio automático 7G-DCT cuesta unos 5.000 euros más. Es una diferencia importante que puede invertirse en mucho equipamiento extra en el caso de Audi, como sistemas de asistencia a la conducción, techo panorámico, navegación Premium así como sistemas de sonido surround.

En definitiva, el GLA y el Q3 se parecen mucho más de lo que pensamos, aunque tras nuestra toma de contacto creemos que el Mercedes encaja con un público más dinámico mientras que el Q3 puede contentar quizás a quien busque mejor tecnología y más espacio de carga. En el apartado de consumo el Mercedes es claro vencedor.