
En los deportivos, la potencia suele reinar. Pero algunos coches demuestran que la emoción pura no depende solo de caballos, si no que la verdadera diversión y las sensaciones puras al volante provienen de la relación peso-potencia y una conexión directa con la carretera.

Se trata del modelo más básico de la gama de este pequeño fabricante inglés y tiene como objetivo 'conquistar' el garaje de los conductores menos pudientes... pero entusiastas de la sensaciones más puras. Con unas prestaciones respetables y un precio de poco más de 25.000 euros, ¿le dejas entrar?