El gigante automovilístico Stellantis ha depositado mucha confianza en la factoría de Vigo a la hora de producir uno de sus productos más importantes, el Peugeot 2008, y su variante 100% eléctrica, el e-2008.
La factoría de Stellantis Vigo es la más grande del grupo en cuanto a unidades producidas anualmente, con alrededor de medio millón de coches producidos en 2021 y camino de igualar esa cifra en 2022 pese a los numerosos parones obligados por la falta de componentes. Sin embargo, no ha sido éste el único factor tenido en cuenta para que finalmente se le otorgase un proyecto tan importante como la producción del SUV compacto de Peugeot, un modelo que estaba llamado desde el principio a ser uno de los pilares más importantes para la marca comercialmente.
Además de su productividad, el conocimiento, la experiencia, la calidad y factores como tener acceso a una vía marítima para la exportación a todo el mundo del Peugeot e-2008 también han sido decisivos.
Peugeot e-2008: saber hacer made in Spain
En su momento, la factoría de Vigo produjo los automóviles más sofisticados tecnológicamente que se fabricaban en España. Los Citroën CX y GS con su sistema hidroneumático eran mucho más avanzados en cuanto a concepción y tecnología que el resto de coches que se fabricaban en España. Esto deja claro que en esta factoría siempre han sido capaces de superar los retos planteados por el grupo desde hace décadas.
El Peugeot 2008 y el e-2008 son modelos con una gran carga tecnológica. Aunque en la fábrica viguesa ya se producían modelos eléctricos desde hace décadas, el Peugeot e-2008 sería el primero en producirse en gran serie, para lo cual se amplió una parte de la fábrica destinada al taller de montaje de los grupos de baterías, con capacidad para ensamblar 120.000 unidades al año.
Para afrontar un reto tan importante como la industrialización del Peugeot 2008 y e-2008 la fábrica de Stellantis Vigo no ha estado sola sino que ha contado con la colaboración del CTAG, el Centro Tecnológico del Automóvil de Galicia, un ente en el que trabajan 900 personas con una alta cualificación y que cuenta con buenos recursos tecnológicos para los ensayos necesarios a la hora de definir un nuevo componente o conjunto para un automóvil: cámaras climáticas, bancos de ensayo, catapultas para pruebas de impactos, etc.
Contar con el soporte del CTAG cerca de las instalaciones de Stellantis Vigo ha sido también un factor importante para decidirse por la producción de este modelo tan importante en la planta viguesa, hasta el punto de que se ha dejado en manos del CTAG la industrialización del Peugeot 2008 y e-2008.
Peugeot e-2008: primer coche eléctrico producido en masa en España
El 75% de la producción de Stellantis Vigo abandona las instalaciones por barco con destino a los distintos países. Esto es una gran ventaja teniendo en cuenta que muchos de ellos están en continentes fuera de Europa, y es que el Peugeot 2008 y el e-2008 son modelos con vocación global.
El Peugeot e-2008 inició su producción en 2020, lo que lo convierte en el primer automóvil eléctrico puro de gran serie fabricado en España.
El motor eléctrico del Peugeot e-2008 tiene una potencia de 100 kW y proporciona unas buenas prestaciones. Está alimentado por una batería de 50 kWh de capacidad con una autonomía que ronda los 350 km, más que suficiente para un vehículo de estas características, pensado principalmente para un uso urbano.
Gracias a su sistema de refrigeración líquida, las baterías del Peugeot e-2008 soportan bien las cargas ultra rápidas con corriente continua y hasta 100 kW de potencia, lo que permite recuperar hasta el 80% de la carga de la batería en unos 20 minutos.
Además, el Peugeot e-2008 se puede cargar en un enchufe doméstico de hasta 7,4 kW de potencia con corriente monofásica alterna o, si se pide la opción del cargador trifásico, hasta 11 kW, lo que significa que podemos cargar por completo la batería alrededor de 7 horas en el primer caso y menos de 5 horas en el segundo.
Peugeot e-2008: líder en su segmento
El Peugeot e-2008 es uno de los modelos más vendidos en el segmento de moda, el de los SUV-B. Su diseño moderno, su equipamiento y su relación precio/producto son decisivos en ese éxito.
Las diferencias estéticas entre el e-2008 y la variante de combustión son mínimas. Apenas los detalles en azul en los logos y la calandra delantera más cerrada para mejorar la aerodinámica en un modelo que no necesita tanta refrigeración son los cambios.
Lo que se pretende con ello es dejar claro a los usuarios que no tiene por qué haber diferencias entre lo que ya conocen y un modelo eléctrico, sobre todo en el interior, donde el Peugeot e-2008 no pierde ni capacidad de maletero ni espacio para los pasajeros, que se encuentran con el mismo habitáculo.
Las prestaciones del Peugeot e-2008 son buenas, con 136 CV y una entrega instantánea de par que mueven con soltura al vehículo. La ausencia de ruido mecánico y de caja de cambios hacen que su conducción resulte muy desestresante y fácil para cualquier persona. Lo que menos me ha gustado en la breve prueba realizada ha sido el tacto del pedal de freno, muy artificial y blando, lo cual hace difícil dosificarlo bien y acostumbrarse a él, además de que no siempre el mismo "pisotón" produce la misma deceleración en los frenos, que tienen que combinar la frenada regenerativa que recupera energía para las baterías y el freno hidráulico tradicional.
El interior tiene un diseño moderno y acogedor, con gadgets como la instrumentación con efecto 3D o la peculiar postura del diseño del puesto de conducción i-Cockpit exclusivo de Peugeot.
La calidad de acabados y ajustes es buena y el espacio está bien aprovechado, con un interior de los más amplios entre los modelos de su tamaño.
