La industria del automóvil en Europa se ha fijado como fecha límite 2030 para reconvertir la mayor parte del catálogo comercial en 100% eléctrico y muchas marcas han anunciado ya que a partir de ese año o incluso un poco antes solo venderán modelos de cero emisiones. Una de ellas es Opel, que ya bien asentada bajo el paraguas de Stellantis pasará a ser una firma totalmente eléctrica en 2028.
Pese a que a algunos os pueda parecer que todavía queda mucho tiempo para eso, lo cierto es que la fecha está a la vuelta de la esquina, y el mejor ejemplo de ello es la transición que desde hace meses ya han iniciado los de Rüsselsheim con el lanzamiento de modelos como el Corsa-e, el Mokka-e, el pequeño Rocks-e que está a punto de llegar a los concesionarios o los nuevos Astra y Grandland híbridos enchufables. Además, tal y como también han hecho los otros fabricantes del antiguo consorcio PSA, la gama de comerciales ha sido igualmente electrificada.
La gama Opel de bajas emisiones seguirá creciendo
A los recién llegados les seguirán muy pronto otras futuras versiones ecofriendly, como el Insignia PHEV de próxima generación, el inédito Manta-e o el esperado Vivaro-e Hydrogen de pila de combustible, que ofrecerá en torno a 400 km de autonomía con solo 3 minutos de repostaje... y todo ello emitiendo solo vapor de agua.
Como queda patente, la lucha contra el cambio climático, al menos en lo que respecta al sector de la automoción, va en serio y así se está evidenciando últimamente en el mercado. La marca alemana de Stellantis sirve de perfecto reflejo con opciones disponibles para todos los públicos: desde quien busca un cero emisiones del segmento B con 136 CV y todo el carácter que implica el apellido Corsa hasta quien necesita un PHEV para viajar y al mismo tiempo entrar sin ningún problema al centro de una gran ciudad o quien precisa de una alternativa profesional para sus empresas.