Lo último de Hennessey es un monstruo de 1.000 CV que rinde homenaje a la historia de Le Mans
Hennessey Performance acaba de desvelar su última creación y no se trata de un modelo cualquiera, sino de un producto que combina una potencia desmedida con toques históricos. Hablamos del Cadillac Le Monstre, una bestia de 1.000 CV que eleva el listón de los super sedanes y que supone un homenaje al raro competidor de las 24 Horas de Le Mans de los años 50.
Basado en el Cadillac CT5-V Blackwing, este modelo especial rinde tributo al icónico Cadillac de los años 50 que compitió en las 24 Horas de Le Mans. Con solo 101 unidades planeadas, el Le Monstre se posiciona como una pieza de colección para los aficionados al motor que buscan exclusividad y adrenalina pura.
Revisión del "coche de carreras más feo de la historia"
Para entender el alma de este nuevo Le Monstre, hay que retroceder a 1950. En aquella edición de Le Mans, el millonario estadounidense Briggs Cunningham decidió desafiar el dominio europeo con dos Cadillac modificados. Uno de ellos, un Series 61 Coupé, fue radicalmente transformado por el ingeniero aeroespacial Howard Weinman. Con un cuerpo aerodinámico probado en túnel de viento, un tanque de combustible extra para alimentar su V8 y un diseño que los franceses apodaron "Le Monstre" por su apariencia tosca y abstracta, el coche original alcanzó velocidades superiores a los 200 km/h.
A pesar de partir desde la posición 24, terminó en el undécimo lugar, pilotado por Cunningham y Phil Walters, demostrando que la ingeniería americana podía competir en el Viejo Continente. Aunque su estética fue calificada por algunos como "el coche de carreras más feo de la historia", su rendimiento transformó las burlas en admiración.
Ahora, 75 años después, Hennessey revive ese legado con una interpretación moderna y extrema. El nuevo Le Monstre parte del CT5-V Blackwing, que de fábrica entrega 668 CV gracias a su motor V8 de 6.2 litros sobrealimentado. Pero Hennessey aplica su paquete H1000, que incluye un compresor de alto flujo, culatas portadas, un tren de válvulas mejorado, un árbol de levas personalizado, un sistema de combustible modificado y un escape optimizado. El resultado: 1.000 CV y un par motor de 1.309 Nm,
Estéticamente, el Le Monstre presenta emblemas en negro brillante, un exterior satinado, piezas de fibra de carbono teñidas en azul y un interior gris con acentos azules que evocan la elegancia muscular. Su carrocería aerodinámica, aunque no imita directamente el diseño cubista del original, incorpora elementos que rinden homenaje a esa herencia racing, como un enfoque en la eficiencia y la velocidad.
Hennessey lo describe como un "super sedán que redefine el segmento", capaz de brillar tanto en circuitos como en carreteras cotidianas, fusionando el lujo de Cadillac con la brutalidad de la marca.