Esta nueva etapa de Santana Motors devolverá la producción de vehículos a la planta de Linares (Jaén), una fábrica que fue durante décadas un emblema del desarrollo industrial andaluz y que llevaba más de una década sin fabricar coches.
Santana Motors, fundada en 1956 en Linares, se especializó durante décadas en la producción de vehículos todoterreno bajo licencia de marcas como Land Rover y Suzuki. Tras su cierre en 2011, su legado industrial parecía condenado al olvido. Sin embargo, la marca renace ahora con la vista puesta en el futuro, aunque sin olvidar sus raíces en el 4x4.
Zhengzhou Nissan, por su parte, es una filial del gigante Dongfeng, uno de los cuatro grandes grupos automotrices estatales de China. Especializada en vehículos comerciales ligeros y SUV, aporta al proyecto su experiencia en producción a gran escala y su tecnología contrastada.
Anhui Coronet, menos conocida en Europa, es un fabricante chino con experiencia en el desarrollo de plataformas modulares y trenes motrices electrificados, clave para el desarrollo de nuevos modelos con motorizaciones sostenibles.
La fábrica de Santana podría generar entre 700 y 1.000 empleos directos
La planta de Linares, que en su día llegó a tener más de 3.000 empleados, será de nuevo el centro neurálgico de la actividad. Allí se ensamblarán los modelos fruto de esta colaboración, con una previsión inicial de unos 30.000 vehículos al año, que podrían escalar hasta los 50.000 si la demanda responde. La factoría se reactivará con una inversión estimada en más de 100 millones de euros y prevé generar entre 700 y 1.000 empleos directos.
El primer lanzamiento confirmado será el Santana PS10, una reinterpretación moderna del clásico todoterreno militar y agrícola, que se ofrecerá tanto en versión diésel como híbrida enchufable. Este modelo apunta directamente al sector profesional y rural, donde Santana aún conserva un fuerte reconocimiento de marca.
Más adelante llegará un segundo modelo, aún sin nombre confirmado, de corte más urbano y familiar, también con motorizaciones electrificadas. Ambos vehículos se basarán en plataformas y tecnologías compartidas con Zhengzhou Nissan y Coronet, adaptadas a los gustos y normativas europeas.
Aunque el foco inicial estará en el mercado español, la nueva Santana Motors tiene vocación exportadora. Se espera que parte de la producción se destine a mercados de África, América Latina y Europa, donde el legado de la marca y la fiabilidad de los 4x4 siguen teniendo tirón.